tag:blogger.com,1999:blog-224457892024-03-07T00:41:05.355-05:00RED SABANERAEste Blog rescatará y divulgará los valores de la Cultura de las
Sabanas del
Caribe ColombianoUnknownnoreply@blogger.comBlogger72125tag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-52494111234664390042013-03-01T18:51:00.000-05:002013-05-23T19:28:31.458-05:00LA BOCA DEL CURA QUE NUNCA FUE CERRADA<br />
<ul>
<li><span style="font-size: x-small;">Obras que ya recibieron el ciento por ciento del dinero y que debían ser entregadas el 31 de diciembre de 2011, aun no comienzan. Pala dragas atrapadas por el barro y la feroz manigua, yacen enterradas en los caminos reales.</span></li>
<li><span style="font-size: x-small;">La apertura de una boca en el río Cauca, un año antes que llegara la familia García Márquez, fue el inicio de la tragedia de la Mojana.</span></li>
</ul>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
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<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><b> Por Alfonso Hamburger y Fernando García Atencia</b></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Gilberto Fierro murió en el corregimiento de Nariño, a los 104 años exactos, sin conocer que es una EPS. Eso lo salvó de morir antes, dice su nieto, José Luis, el hijo más aventajado de sus ocho hijos, porque la gente de esta región, donde los médicos han tenido que hacer operaciones para sustraer animales del estómago de algunos pacientes atacados por brujerías y espantos, hasta hace poco tuvieron el privilegio de comer sano. Todavía no habían empezado a contaminarse los peces a través del mercurio y cianuro que vierten a los ríos las mineras en el Sur de Antioquia, el vecino más difícil de la Mojana de Gabo, las tierras más ricas del mundo. Son depresiones que se hunden en la tierra ocho milímetros cada año, verdaderos aluviones, con más de diez metros de humus natural, producto de la sedimentación natural de los ríos y ciénagas, en más de 500 mil hectáreas que se paren solas. Algo así como El Nilo colombiano. Según los registros, ha sido la zona más estudiada de Colombia y epicentro de un realismo mágico sin límites.</span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhtY4leXAXOCBBEU-j7wVWxjq2LWwHNy0m_fp8R2styzIfwCLZnAuj1yp91V_zQFfCVVwEs4AYUFgTx-6YJ7U-lA5uavnlJXG5WCGoX3PMncOh5pk9sqKx7XxNx9BSKlZEXIuX/s1600/Panseguita1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhtY4leXAXOCBBEU-j7wVWxjq2LWwHNy0m_fp8R2styzIfwCLZnAuj1yp91V_zQFfCVVwEs4AYUFgTx-6YJ7U-lA5uavnlJXG5WCGoX3PMncOh5pk9sqKx7XxNx9BSKlZEXIuX/s400/Panseguita1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Región del Panseguita. Foto deObman Campo Bueno</td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;">Por este Nariño, uno de los trece corregimientos de la región del Panseguita, mina narrativa de Gabriel García Márquez- a nueve kilómetros de Sucre, la cabecera Municipal- comenzó la mágica historia de la región, hoy convertida en un nido de la corrupción, con miles de millones de pesos tragados por las aguas corruptas y obras fantasmas que superan la imaginación del escritor. Se habla de 1780 como la fecha clave de su fundación por colonos europeos que trajeron la multiplicidad de razas que confluyeron en ese tejido de cosas que parecen tener en el Castillo de Gabo (casa que habitó la familia García Márquez a su paso por aquí, entre 1939 y 1943) la figura arquitectónica exacta, como impronta de lo que pasó con esta sociedad. Solo el caso de la torre de David, en Caracas, Venezuela, pudiera superar esta historia. Se trata de una casa grande habitada por fantasmas que algunos quieren revivir o sepultar con recursos de regalías en medio de las inundaciones cíclicas del caño Mojana, cuando los dineros para construir un anillo protector, levitaron como Remedios la Bella. Parece un monumento digno de una película de olvidos. De once mil millones de pesos, solo se aplicaron en el papel un 30 por ciento y la obra aparece entre la lista de alerta roja en el sistema de Planeación Nacional. Sin esta obra, cualquiera otra que se haga, se hundirá en las aguas historiales de un pueblo mágico, dice Obman Campo, líder cívico de Sucre, el pueblo mítico de Crónica de una Muerte Anunciada.</span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3g1uXhk9HmqgMJ33LYScmokD2PdVxawNkQV7YiTOAu8cDNAVFz97l_axQ686mNsjq83CXY4sd6rTLZBtB5YL9grXez_6bkapnk5Os4aoAjbQZCHQKVzAM0pDJ91iIBo4U_xJQ/s1600/CasaGabrielG.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3g1uXhk9HmqgMJ33LYScmokD2PdVxawNkQV7YiTOAu8cDNAVFz97l_axQ686mNsjq83CXY4sd6rTLZBtB5YL9grXez_6bkapnk5Os4aoAjbQZCHQKVzAM0pDJ91iIBo4U_xJQ/s400/CasaGabrielG.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Casa de Gabriel García Márquez. Foto de Obman Campo Bueno</td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><i>- No puede haber borrón y cuenta nueva, dice José Luis Fierro, uno de los tres veedores de la comunidad, nieto de Gilberto.</i></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;">Nariño, que no tiene nada que ver con el departamento del mismo nombre, con 210 casas, es el único corregimiento de la zona que no hace fiestas de corralejas, unas celebraciones pagano-religiosas en las que los ricos tiran dulces y billetes para que sus toros cruzados maten a la gente incauta que se metía y se mete a divertirse después de santiguarse con un trago de ron caña, usando para enfrentar la bestia un pañuelo, un cartón o sus manos peladas. Por esos caminos, que fueron estratégicos para unir al Caribe con el interior del país, cruzó el general Simón Bolívar en sus vientos libertarios. Sucre fue epicentro de grandes riquezas agropecuarias. Allí se asentaron, desde 1920, italianos como los Gentile, Franceses como los Luazo, Portugueses como los Sampayo, españoles como Los Sajona y Martínez y siriolibaneses como los Cure, Assid y Hanna, quienes atraviesan las crónicas de Gabo, escritor que no lo dijo todo, porque la mayoría de los cuentos quedaron enredados en la punta de la lengua de sus habitantes, atravesando la sociedad de boca en boca y algunos fueron a parar al Canadá, en la historia del testigo excepcional de la parapolítica, Jairo Peralta Castillo, más conocido como El Pitirry, quien tiene en la cárcel a la mitad de los políticos del Departamento de Sucre. Los asentamientos europeos tuvieron un fuerte arraigo religioso, amparados en el liderazgo de la iglesia católica de la época, a través de las misiones de “La Casa de Oviedo”, privilegio que se cayó en los gobiernos del Frente Nacional, especialmente en el de Carlos Lleras Restrepo, lo que pudo haber marcado los derroteros de estas tierras. Uno de los personajes trastocados poéticamente en la obra de Gabo es el del cura Nicefro Ortega, quien en 31 años de mando, hizo de todo: fijaba límites a las tierras cuando todos querían tener acceso a las aguas de las ciénagas en los largos veranos, hacía reformas agrarias y era a la vez autoridad educativa. Igual pasó con el padre José De Gabaldá, quien en 1938 (un año antes que llegaran los García Márquez), para evitar una mortandad mayor por estancamiento de aguas contaminadas, ordenó abrir una boca en el rio Cauca antes de Majagual (Boca del Cura) y desde entonces las aguas han sido incontrolables. Así se volvió esta sociedad de ricos descendientes del viejo mundo, cuyos hijos estudiaban en Londres, Paris o Madrid, quienes se fueron de la región en la medida en que las aguas fugadas por “La Boca del Cura” empezaron acabar con los cañadulzales y las grandes ganaderías y un día se convirtieron en tierra de nadie. La boca, de metro y medio, que al principio fue salvadora, con el tiempo llegó a alcanzar más de 200 metros. </span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0oveoH1vXG5GFPTmciYMWtviNEU6McKq7IYY5BUS5SbZBnwG5Q-jBmQ1R6I-IWkEKRrdoijJH3ClgU4CW-3qz-BQbhNizitSOVk_ShEbuSn0OrjlYVUgC3RfXAkjgAcHojoCC/s1600/Inunda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0oveoH1vXG5GFPTmciYMWtviNEU6McKq7IYY5BUS5SbZBnwG5Q-jBmQ1R6I-IWkEKRrdoijJH3ClgU4CW-3qz-BQbhNizitSOVk_ShEbuSn0OrjlYVUgC3RfXAkjgAcHojoCC/s400/Inunda.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tierras inundadas en la Mojana. Foto Obman Campo Bueno</td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Uno de esos privilegiados descendientes fue el estudiante de religión, Manuel Palencia, quien al retirarse del sacerdocio regresó de Europa con suficientes conocimientos musicales como para crear las primeras bandas de vientos en Caimito. Fue uno de los primeros maestros del porro, ritmo emblemático de la región. Así como la iglesia de Sucre es una imitación de la catedral de Colonia (España), según Luis Lozano y Lozano, extraída de la época del general Franco, el porro fue un engendro religioso que hizo tránsito a lo mundano a través de las corralejas. Construir una casa grande en Sucre era tener un sentido feudal. El pueblo que despertó la curiosidad ardiente del joven a Gabito, había sido inspirado en la antigua Venecia. De ello quedaron cuatro puentes levadizos que atraviesan los caños de aguas fétidas. Y ahora después del despelote de las regalías desmadradas, puentes sin conexión con carretera alguna, elefantes blancos, varados en la taruya, maquinas gigantes devoradas por los caminos que ellas iban hacer, vueltas chatarra, puros fierros oxidados. Ha sido como la entronización de la cultura mediterránea en el pantano o el inepto vulgo que vive en lodazales, remataría el poeta. Barranquilla, de donde llegaban barcazas atraídas por la bonanza, sería el punto de salida donde empezaron a instalarse los niños ricos, cuando el rio se salió de madre y llegaron, al final de los años 90 del siglo XX, alcaldes como “Pipelón”, un hombre folclórico, hecho en la calle del crimen en Curramba, criado en la baja estofa del comercio de aquella urbe carnavalera, quien prometió el retorno de la corraleja al casco urbano y ganó. Pero el tiempo no le alcanzó, pues ya el Municipio empezaba a caer en las mafias de la contratación y fue muerto a tiros frente al hotel en que se hospedaba en Sincelejo. Después cayeron dos más. “Ya no los mataban por colores políticos, sino por dinero”, dice Obman Campo, veedor de la comunidad. La región se contaminó de contaminación y muerte. Del período de 24 alcaldes que administraron sus municipios en el periodo 92-94 el 60 por ciento están muertos.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinKxOHfX7_Ar4rPprMNfWtO1xPUQoXOr6xxvTXzWA7bg7v4ral4GkPARL6XQn5QDxYM7t1Z4cJqXqFRwduQPZ0tnD91kwFIp0UN9s0NEY9aaB_pKz_-Sb2zEBNiUlDh6MpjGAX/s1600/Casa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinKxOHfX7_Ar4rPprMNfWtO1xPUQoXOr6xxvTXzWA7bg7v4ral4GkPARL6XQn5QDxYM7t1Z4cJqXqFRwduQPZ0tnD91kwFIp0UN9s0NEY9aaB_pKz_-Sb2zEBNiUlDh6MpjGAX/s400/Casa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Vivienda en Orejero. Foto de Obman Campo Bueno</td></tr>
</tbody></table>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Se metió el agua, se acabaron los cañaduzales, se fueron los ricos. Las inundaciones cíclicas, con más de 400 estudios, se convirtieron en la gallinita de los huevos de oro de la nueva sociedad élite, tanto de políticos locales como nacionales, que pescaban en las aguas revueltas de la taruya y tuvieron en el analfabetismo de los nativos (56 por ciento en algunos momentos) un aliado poderoso. A ello se sumó la tenencia de la tierra, en manos de los sabaneros de tierra firme, descendientes de abolengos y encopetados españoles de Corozal y Sincelejo que fueron colonizando las ciénagas con sus ganados trashumantes. Los nativos se limitaron a pocas porciones donde afincar patios menores. Las obras de un gran dique seco por un valor superior a 200 mil millones de pesos, que arrancaron en Antioquia en la gestión de Uriel Andrés Gallego, a la postre sempiterno Ministro de obras de Álvaro Uribe, estuvieron a punto de llevarse en andas al Gobernador de Sucre, Jorge Barraza Farak, poco antes de salir del cargo, cuando a mediados de 2010 fue a inspeccionarlas. El muro en que estaba parado el mandatario se abrió a sus pies. Era la tercera vez que la naturaleza se quejaba por el mal uso de las regalías. Ya en Sincelejo un museo se había llovido el día que fue inaugurado y unos relámpagos de verano habían anunciado la mortandad por el uso de esos recursos. Desde Julio de 1994 hasta 2011, cuando empieza a liquidarse el Fondo Nacional de Regalías, que había sido activado en las playas de Coveñas en una carpa que fue volada por una tempestad, la lista de muertos jamás ha podido ser contada, entre alcaldes, exalcaldes, curas, diputados, concejales y comunidad en general. La plata de las regalías era sustraída en bultos desde la sede de la antigua Caja Agraria en Sincelejo, donde el líder de la época pagaba horarios extras a los empleados con televisores gigantes y dinero. Los carros salían cargados con esos bultos ya entrada la noche y en la casa del alcalde de turno en Santiago de Tolú, se caminaba en una alfombra de billetes. Pero la debacle para ellos comenzó cuando la clase política se unió con los paramilitares y surgieron testigos como Jairo Peralta Castillo, protegido por la Fiscalía.</span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2ihsUO_qHwr1pV7c5TQGO8KFhKcaDksxBEnAhgs5Lte8pQd2eMJXuV-UtdjuTezVMPoYgL-El3Oc2Fo4OlPp96jLQ_HTqwJlGMs_cirTzZ7J1dK-o5zwrafhGFGAHYMXIdj8/s1600/Perdido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiq2ihsUO_qHwr1pV7c5TQGO8KFhKcaDksxBEnAhgs5Lte8pQd2eMJXuV-UtdjuTezVMPoYgL-El3Oc2Fo4OlPp96jLQ_HTqwJlGMs_cirTzZ7J1dK-o5zwrafhGFGAHYMXIdj8/s400/Perdido.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Obra inconclusa. Foto Obman Campo Bueno</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">José Luis Fierro, jubilado, un hijo ilustre, nieto de Gilberto (el hombre que murió a los 104 años), forjado intelectualmente en Cundinamarca, hoy uno de los tres veedores que se atreven a poner el dedo en la llaga, se salvó de morir porque el día que lo iban a matar se le dañó el televisor y se había ido a terminar de ver las noticias donde el vecino. Cuando lo llegaron a matar no estaba. Había aspirado a la Alcaldía en oposición a quienes detentaban el poder hacía 25 años. Jairo Peralta Castillo, El Pitirrry usa su nombre en las declaraciones ante la Fiscalía. Fierro, huérfano de poder, sin ser la viuda, es una de las personas que contextualiza la situación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Fierro y Obman Campo Bueno, se han dedicado a vigilar las inversiones en este alejado pueblo del Caribe, pero antes de señalar las irregularidades, han querido contextualizar la información para poder entender lo que pasa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i>-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¿Por qué un pueblo tan pujante en el pasado, que llegó a sembrar mil hectáreas de caña dulce y que fue epicentro de la historia, hoy está tan atrasado?</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Sucre vive aún en el siglo XIX. No hay vías. No hay gente preparada para presentar un proyecto. En el Panseguita habitan 9.500 almas, de las cuales 4.500 no tienen servicio de agua potable. El sistema de energía es irregular. Ningún pueblo tiene servicios del antiguo Telecom (Hoy Movistar) pues recogieron todos sus trastos. Telecom y la Caja Agraria, el puente o la sede de la Alcaldía, siempre fueron el objetivo de la guerrilla, al final del siglo XX. En Majagual, el pueblo que abraza a Sucre y a Guaranda, la guerrilla atacó al comando de Policía desde la torre de la Iglesia. Ahora los celulares son la moda y no entran en todo el territorio. La tecnología moderna, contrasta con las pala dragas devoradas por la maleza en mitad de los caminos antes reales.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i>-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Llámame al otro celular, porque este puede estar intervenido y en la casa no tengo línea, todos los trastos de Telecom fueron recogidos, dice Campo Bueno.</i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">A la zona del Panseguita llegó hace quince años la firma Petroseismic, que halló gas. En la etapa exploratoria han entregado ayudas a las comunidades afectadas por el impacto ambiental y en las actividades de socialización beneficiaron a 1200 niños. En el corregimiento de “Paso de La Mantequera”, de 22 casas, construyeron un parque recreativo y un una escuela, pero no hay profesores que dicten las clases. Algunos corregimientos, para superar la falta de energía que a su vez afecta los acueductos, pidieron plantas eléctricas.</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">La parte occidente, la más alta, de relieve montañoso, hacia los lados de Antioquia, se llama “La Guaripa”- también recreada en la obra de Gabo- está conformada por nueve corregimientos de corte macondianos, dignos de una película. Son casas grandes y veraneras, con tierras tan fértiles que jamás les hace falta el agua, pese a los largos veranos de esta época. Todas estas áreas primero sufrieron por los atropellos de la guerrilla y después por los paramilitares. El caso más llamativo ocurrió en “Isla del Coco”, un pueblito minúsculo y pinturero que parece flotar entre las ciénagas, de 120 casas dispersas en tres callejuelas que necesariamente terminan en las aguas. Un día llegaron los paramilitares y les dieron 24 horas a los 500 habitantes para que desalojaran las casas. No les dio tiempo de recoger nada. Sólo quedaron los perros. La mayoría se refugiaron en Santiago Apóstol, en el Municipio vecino de San Benito Abad y otros se regaron por la llanura anegadiza. Pero no aguantaron la tragedia, pues saben que después de tres días, la visita hiede en cualquier parte. El hambre duele y no tiene amigos. Cuando regresaron a enfrentar su suerte, dispuestos a morir en su pueblo, como en un acto de la mejor película del mundo, los perros salieron a recibirlos con un llantito de felicidad, meneando sus rabos. El perro nunca olvida a su amo. Deducen que al jefe paramilitar de una de las fincas vecinas, le gustaban los animales, y en los tres meses que estuvieron errantes, los alimentaba. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Fierro supo que ante la violencia humana, el amor a los animales se había impuesto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">En estos corregimientos olvidados, que aparecen reiteradamente en la obra de Gabo y muchos de ellos fueron enseñados en la geografía violenta del país a punta de plomo (Tres de los Alcaldes de Sucre- Sucre fueron asesinados en diez años y en Guaranda en esta administración van 15 muertos) están puestos los ojos de las autoridades, por el embolate de mil 200 millones de pesos, amén de un rosario de obras inconclusas proyectadas con recursos de regalías, puentes sin ríos y anuncios de obras aprovechando la imagen de Gabriel García Márquez, como una casa cultural entre las aguas, por más de seis mil millones de pesos. La mayoría de las obras denunciadas se hicieron con motivo de la ola invernal que afectó a gran parte del territorio nacional, especialmente en La Mojana de Gabo, cuyo epicentro fraudulento es Sucre (Sucre), entre 2010 y 2011.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQvSb1VLBZzi55ueJ260SbKYhf5hWP9AbIsAkOWhTL-QeIqY4_-ObyxajAAavsniCCjnoo2RFxNwhqCoIkoCOQKXkGzIRPrSnqNa3pVfJDQxadttv4KzLYEW2l-A1OFRgx7QNV/s1600/Sacos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQvSb1VLBZzi55ueJ260SbKYhf5hWP9AbIsAkOWhTL-QeIqY4_-ObyxajAAavsniCCjnoo2RFxNwhqCoIkoCOQKXkGzIRPrSnqNa3pVfJDQxadttv4KzLYEW2l-A1OFRgx7QNV/s400/Sacos.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Inversión millonaria en obra inútil. Foto Obman Campo Bueno.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Todo parece indicar que en la adjudicación de las obras influyó la visita del presidente Juan Manuel Santos, apenas el 8 de agosto de 2010, un día después de su posesión.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Santos declaró a la prensa que el peor día de su vida como presidente había sido ese 8 de agosto. No lloró de macho, al ver la pobreza en que se debate esa gente, sin agua, sin carreteras, sin dirigentes que puedan trazar un proyecto, enfermos por la contaminación con mercurio. Centenares de Mojaneros están en Sincelejo, afectados por destrozos en los riñones, haciéndose diálisis, tras consumir agua contaminada con mercurio, siendo la Mojana la de mayor densidad de este mineral en el mundo. La mayoría de los hombres y mujeres sin riñones no superan los 50 años y ya no sirven para trabajar. No tienen servicios médicos ni carreteras buenas para llevarlos a Sincelejo, en una travesía de cinco a siete horas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">El presidente les prometió ayuda y en eso se basó el Invias para aprobar un proyecto, cuyos dineros ya fueron desembolsados en su totalidad, pero las obras apenas van a comenzar en el mes de mayo, parece. De 2.266 millones aprobados solo aparece la mitad, depositada en una cuenta, porque el primer adelanto del 50 por ciento, por la suma de 1.133 millones, no aparece. ¿Dónde está esa plata? Se preguntan los veedores.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Según una carta enviada a la dirección nacional de Invías por varios ciudadanos “nos sorprende que el segundo desembolso se haya hecho sin mediar para ello soporte técnico”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Ellos piden pronunciamiento de Invías “pues no estamos dispuestos a mantenernos pasivos ante este grotesco atropello a las finanzas del Estado”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">El objeto del contrato era el mejoramiento y mantenimiento de las vías Boca de Higuerones-Paso Mantequera y Pajonal- Montería del Municipio de Sucre, suscritor entre el Instituto Nacional de Vías y el Municipio de Sucre, por valor de $ 2.266.140.222.oo, cuyo plazo era hasta el 31 de diciembre de 2011.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><b>OBRAS PARALIAZAS EN EL VERANO.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Antes de que llegara el nuevo sistema de regalías, las obras pasaban de largo en los papeles, pues era una especie de cadena, pero no se veían por ninguna parte. Eran como sembrar árboles que se llevaba la próxima creciente. Hoy todo está atascado como en el país, pues con el nuevo sistema, no se ha aplicado un solo peso por concepto de regalías en Sucre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">“La gente se acostumbró al viejo sistema y hora que hay control no saben cómo hacerlo, no hay funcionarios preparados para manejar técnicamente los proyectos”, dice Obman Campo Bueno, quien ha sido amenazado de muerte mediante panfletos. Este veedor ha utilizado las bondades del internet para mostrar la situación, pues pocas veces la prensa comercial publica sus denuncias.</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiun55scwb1H00zP4wWmjfLhCwiVOlJ-FoZnPDlgElSIuFzR-35foCGAn1g9gMG-WojN7OCPSGxyjoJp3yEjSFmsIsQoiRJCu78gosT0Z9JPgnbZ973Jujw30c_G8DMkAYI3UX2/s1600/Puente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiun55scwb1H00zP4wWmjfLhCwiVOlJ-FoZnPDlgElSIuFzR-35foCGAn1g9gMG-WojN7OCPSGxyjoJp3yEjSFmsIsQoiRJCu78gosT0Z9JPgnbZ973Jujw30c_G8DMkAYI3UX2/s400/Puente.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Inversión millonaria en obra inútil. Foto Obman Campo Bueno.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span>
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Según el análisis de los veedores, a la puja por la tierra y el poder, se han dado situaciones que no fueron tocadas por la pluma de Gabriel García Márquez, como la irrupción en el pueblo del cura Emil Cueto, de ideología centro-izquierda, personaje que se oponía a las corralejas como sistema feudal de explotación, quien fue concientizando a la gente, hasta que llegó un gobernador oriundo de la región y los hizo trasladar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Lo que no contó Gabo en sus crónicas fue la historia de los Matta, también de ascendencia extranjera, emparentados con dirigentes de esta nueva y caótica época. Estas familias poderosas, eran dueñas del Cine Sucre. Tenían varias industrias. Lanzaban dulces y plata en billetes en las corralejas donde jugaban sus propios toros. Si el peón maltrataba al toro, eran obligados a trabajar en sus fincas para pagar la afrenta, limpiando pajas u ordeñando vacas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Uno de los afectados, campesino humilde, fue donde el patrón a reclamarle y éste le pegó varios tiros. El hijo del sacrificado campesino, quien había pagado el servicio militar, hizo un rodeo a la finca, mientras el asesino le disparaba. Cuando el ganadero agotó su munición el adolorido muchacho le arremetió con su machete, haciéndolo pedazos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Los cuentos ahora no son de apuñalamientos como el de Santiago Nassar, quien recibió 16 cuchilladas, sino de cuantiosas sumas de dinero por obras fantasmas que tienen su efecto extraño, apareciendo en mansiones de lujo en la ciudad de Sincelejo. Son los mismos descendientes de La Gata, nueva élite de Sucre, aun entre rejas “porque a nadie lo obligan a votar por nadie y todos tienen derecho de hacer política”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><b><br /></b></span></div>
Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-16204952843581542042010-07-15T21:16:00.002-05:002010-07-29T21:36:51.588-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (VI)<div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Por Alfonso Hamburguer</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">MARÍA DE LOS SANTOS NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA.</span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El tema de mi vida son los pobres. (...) El tercer mundo no es un término geográfico y ni siquiera racial sino un concepto existencial. Indica precisamente la vida de pobreza, caracterizada por el estancamiento (...) por la continua amenaza de la ruina total, por una difusa carencia de soluciones. (...) los pobres suelen ser silenciosos. (...) Así que necesitan que alguien hable por ellos. Esta es una de las obligaciones morales que tenemos. (Ibidem) (Raizard Kapusinsky)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El domingo 11 de julio, mientras la barriada celebraba el triunfo de España en el Mundial de Fútbol de Sudafrica con un estruendoso picot, María de Los Santos Anillo Barreto, sintió ganas de salir corriendo. Aunque sus piernas ya no son las mismas con las que corría cuando el pueblo era sacudido por la violencia, o en los tiempos de paz que madrugaba al rio a buscar los pescados con Erika Hamburger, su imaginación la hacía volar por los solares nativos, en ansias de libertad. En la inocencia de sus nietos, que corrían detrás de un balón en la calle se le atragantaban los recuerdos de Ramon Heriberto, quien también pateaba balón; acribillado por la guerrilla, exactamente 23 años antes. A esa misma hora, el pueblo estaba sitiado. Miró las fotos que tapizan la pared de la humilde vivienda, enmarcadas en su memoria. Ramón Heriberto monta un caballo en la penumbra de una tarde de fiesta. Ufran, Ulfran Javier, Edgardo y El Chino, sus muertos de la guerra, están allí, como eterna compañía. Edgardo, muerto de un tiro en Bogotá cuando llamaba por teléfono para avisar que se venia, fue el niño que se escapó por el monte para llevar la noticia que a su abuelo lo había matado la guerrilla. Suspiró. Se sentó. El mundo se le vino parejo.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5XTRtOH_5ZTdAUAHR6BYyTal_pClvKHxSGoTsu-UvEOyuoijJkwtZaEAN5toP1SHa9_TbMxVm-26hy6ysn_9o4W_rgeYg1lOuBFdtmPf80qfeU43rmXpmHZ15-XNJfI7UJgnm/s1600/P1050590.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 362px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5XTRtOH_5ZTdAUAHR6BYyTal_pClvKHxSGoTsu-UvEOyuoijJkwtZaEAN5toP1SHa9_TbMxVm-26hy6ysn_9o4W_rgeYg1lOuBFdtmPf80qfeU43rmXpmHZ15-XNJfI7UJgnm/s400/P1050590.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5499522041525350754" /></a></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El tiempo había pasado tan rápido que en estos años no le había llegado una sola noticia positiva. Escuchaba por la radio como el gobierno avanzaba en materia de reparación de victimas, pero observaba que en su caso, con la muerte de su marido pareciera que no hubiese sido un colombiano, una persona, sino algo insignificante, un anónimo, a quien nadie interesó. Buscó en la repisa de la sala y sustrajo la última carta, en respuesta a un derecho de petición.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El subrayado dice: “Usted manifiesta, que se encuentra en situación de desplazamiento, sin embargo, se verificó el Registro Único de Población Desplazada de ACCION SOCIAL- RUPD y se constató que no aparece como población en situación de desplazamiento inscrita en dicho registro”</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La carta, sin fecha , firmada por Juan Pablo Franco Jiménez, subdirector técnico de Atención a Población Desplazada, recomienda que vaya personalmente ante cualquier entidad del Ministerio Público para que rinda delación juramentada (articulo 32 de la Ley 387 de 1997).</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A estas alturas, con sus 78 años bien sufridos, Mayo Anillo, como se le conocía en el pueblo, se asusta solamente con que se le hable de “declaración juramentada”, pues se han acostumbrado a la palabra y el papel para ellos sobra. Siempre es sobro o les falto un papel. Les asusta. Les arisca la paciencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En otra carta de tres paginas- mucho mas difícil para su intelecto- el mencionado funcionario, de seguro desde una fría oficina, trata de justificar su trabajo para limpiar su responsabilidad en la atención humanitaria a las victimas, cita la ley 387 de 1997 y la sentencia T-496 de 2007 de la Honorable Corte Constitucional, refiriéndose a lo considerado en la Sentencia T- 025 de 2004 proferida por la misma corte. “En todo caso, la entrega de la ayuda humanitaria debe ser cuidadosamente analizada en cada caso concreto, por lo que advierte la Corte que: asi como el Estado no puede suspender abruptamente la ayuda humanitaria de quienes no están en capacidad de auto sostenerse, tampoco pueden las personas esperar que vivirán indefinidamente de dicha ayuda”( …)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Las tres hojas se van por vericuetos jurídicos, fríos, que Mayo no entiende. Sólo sabe que sobrevive gracias a la caridad de sus hijas, que se han batido contra el mundo en las soledades, que han andado como judíos errantes. Todas las noches viaja a Bajo Grande en sus sueños. Lucha, denodadamente Vilma, quien ha hecho de todo, menos robar, para sacar adelante a los suyos. Ahora tiene una tienda este barrio marginal de Sincelejo, Santa Cecilia, donde acaba la ciudad y comienza el monte. Allí la encuentro, azarosa, atendiendo su clientela. La tienda tiene verjas de hierro, pues la inseguridad azota la capital de Sucre. A ella le mataron un hijo hace dos años. Fue el último muerto en la lista larga de tragedias, después de la muerte de su padre, hace 23 años, en Bajo Grande.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hace unos nueve meses les dieron una ayudita, gracias a un concejal de Sincelejo con nexos en la administración municipal. Cada concejal tiene sus parcelas. Todo se maneja asi. Cada concejal tiene un instituto del Estado y es el encargado de tramitar las ayudas. En elecciones les pasaran las facturas.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Vilma tiene una fotocopiadora y en ella ha sacado copia de una carta, fechada el 11 de abril de 2009, firmada en Bogotá por Marlene Mesa Sepúlveda, subdirectora de Atención a Victimas de la Violencia, donde dice :”Hemos recibido su solicitud de reparación administrativa por el evento victimizante de la referencia”. ( la muerte del Inspector Ramon Heriberto Ortega Arroyo)</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En la carta se indica que la solicitud fue radicada con el numero 192521, ingresando inmediatamente en el proceso de estudio del caso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">“Con base en el resultado de este estudio, el Comité de Relación de Victimas resolverá su caso. La decisión definitiva será a usted informada de manera inmediata y por esta vía”, dice en apartes la carta.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En este 11 de Julio lleno de fútbol, la carta esta cumpliendo un año y tres meses, pero todavía no llegan razones largas ni cortas, pese a que María no ha cambiado de domicilio ni de teléfono.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El lunes 12, cuando llego a esta barriada de Santa Cecilia, encuentro a María absorta en sus recuerdos. Su alegría por la visita en visible. Siente un poco de pena por su facha. Vive allí con una nieta que trabaja en Barranquilla. Ahora la acompaña Paola, de 15 años y Omar, de 19, hijos de Omar, su último hijo, quien reside en Venezuela.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Omar, a sus 19 años, no sabe leer ni escribir. Tampoco le interesa. Con lo que sabe le basta para hacer mandados, cuidar una finca, arrancar una yuca o atender una tienda de café y panela. Es igualito a su padre, pero con ojos grandes escurridizos. Paola, en cambio, sigue estudios de bachillerato, en medio del asedio de los moto taxistas que tienen el paradero en la esquina y quieren comérsela con la mirada. Es la misma estampa de su abuela, cuando era joven.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-¿Qué han sabido de Bajo Grande?, le pregunto.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Las noticias casi nunca son buenas. Hace dos meses- me dice- una culebra mató a uno de los hijos de Pedro Rojano, su pariente. Era uno de los desplazados que iban a Bajo Grande atraídos por el repoblamiento silvestre. Iba cazando un venado, le disparó y salió a cogerlo, sin percatarse de que había una culebra enroscada que también había armado su lazo al venado. La culebra gigantesca y venenosa lo mordió en el muslo y lo tumbó. Siguiendo la tradición no fue llevado a un hospital, sino que fue puesto en manos de un yerbatero del pueblo. Se hinchó como un monstruo y cuando fue llevado a una urgencia, ya era tarde. Tenía 48 años y deja cinco hijos huérfanos.</span></div></span>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-3162971414102551742010-07-14T23:55:00.000-05:002010-07-20T15:09:38.076-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (V)<p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"></span></p><p class="MsoNormal"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>EL DOLOR DEL SILENCIO Y LA SOLEDAD.</b></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhku2gLDG8Tlwlkz3yiIfW9KOq51stXP4yuw6kGURp_iHk_6OIzbFgnnM235w0ywAnCQbpLsfe7NQhSaRjIu6euL4LP8b5jBISL08ZTRdnRMm2-CmiGcr4lfspY3e-9tUbWqdVu/s1600/P1050600.JPG.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 281px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhku2gLDG8Tlwlkz3yiIfW9KOq51stXP4yuw6kGURp_iHk_6OIzbFgnnM235w0ywAnCQbpLsfe7NQhSaRjIu6euL4LP8b5jBISL08ZTRdnRMm2-CmiGcr4lfspY3e-9tUbWqdVu/s400/P1050600.JPG.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494922574385615890" /></a>No es que tenga adicción al Blackberry. Es que la información que tengo en la pantalla, en letras de 8 puntos, ante mis ojos expectantes, es la primera noticia, el detalle minucioso de esta historia. Son las nueve de la noche de este Sincelejo llovido y asoleado y mientras espero que las niñas salgan de Cine, absorbo los signos convencionales que servirán para amarrar esta crónica, sin bajarme y sin parquear el automóvil. Estoy recostado en la zona de taxis para no bajar al gomoso parqueadero, hecho en el sótano, como para filmar una película de ciudad moderna. El mundo está enrarecido por los resultados extraños de un mundial extraño, que ve caer grandes tras de grandes. Todos amenazan de empelotarse por una victoria desesperada. 07-07-10 marca la pantalla. Alemania 0 España 1. Me pitan para que mueva el carro, las niñas ya están en el pasillo sin que yo las vea, tampoco oigo, porque Ledis Krolikoski ha contestado mi mensaje de texto desde Miami, pero en el clímax del mensaje me para en seco, me deja viendo un chispero:</span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bueno, ya no te aburro más con mis historias. Después te escribo otra vez, ahora tengo que ir a ver mi novela de las 10:00 PM. La veo todas las noches, se llama: ¿Dónde está Eliza?<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Chao. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align:justify;text-indent:-18.0pt; mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></span></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ledis.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">***<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;">Entre 1974 y 1987, Bajo Grande, el pueblo retorcido en un ensille de burros, de 92 casas dispersas en una planicie de cascajo, donde nacimos esta generación sentimental y silenciosa, cambió de Paraíso a Infierno. Trato de enlazar los hechos más dicientes para anudar esta historia desconocida por la gran prensa. Antes de estas fechas vitales, la escena más recurrente en mi mente atragantada de recuerdos, es la del domingo 19 de abril de 1970. Hay otras escenas de la niñez que se revelan con cierta nostalgia entre nebulosas, en ráfagas de segundos, como los aguaceros largos de las mañanas tristes- corcovaos fríos -, los barquitos de papel en el desagüe de la calle, la enfermedad de la abuela María Dolores, su frase rechazando el jugo de mango y las camas de tijeras, frías, como castigo a una travesura, con el mapa abstracto del niño meón.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Aquella tarde de elecciones, a cada reporte de la radio, la muchedumbre apostada en la puerta de nuestra casa, vitoreaba la victoria de Gustavo Rojas Pinillas- que era el nuestro- sobre el desconocido Misael Pastrana Borrero, a quien días antes le habían lanzado pescado podrido en la plaza de San Jacinto. Nos acostamos con el sabor de la victoria, pero ese otro día ya el presidente era otro. Fue la primera derrota política, de la que quizás no nos hemos repuesto. El pueblo tenia que levantarse en armas.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Cuatro años después, un 16 de enero- según el reporte de Ledis- Fernanda Díaz Lora, la esposa del Valiente Solitario- decide abandonar aquel pueblo sin esperanzas, perdido en el camino real, y se instala con sus cinco hijos en Barraquilla.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Sin embargo, la verdadera decadencia del pueblo, comienza meses después de aquella derrota, cuando se trastean Nelson Hamburger y Virginia Fernández, para San Jacinto, quienes eran los pioneros de los pocos adelantos. Hubo llanto y más de diez comadres que perdieron el sentido. La pareja era el corazón del pueblo.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Años antes, agobiado por la pesada carga de cuatro hijos estudiando por fuera, Nelson Hamburger había decidido vender la planta Lister con la que le daba luz a medio pueblo. Fue un duro golpe para todos. Mi madre lloraba a cada martillazo que pretendía sacar de la base de concreto aquella planta que fue la luz y la alegría de Bajo Grande, a la que le decían La Mocha. Pese a que la operación fue de madrugada, todo el pueblo se despertó a cada martillazo, quizás aletargado por que se venia la oscuridad de nuevo.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">***<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Instalada en Barranquilla con sus hijos, Fernanda Díaz Lora buscaba fórmulas para vencer la pobreza. Se había matriculado en una academia de costura, pero en realidad nunca dio la pata. En un diciembre, ella le hizo unas maxis a sus hijas, nada graciosas, nada elegantes, que hoy son motivos de risas. Ledis tenía solo nueve años.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La escena la tengo en el Blackberry y la leo mientras las niñas vienen al auto mal estacionado. La maestra aquella noche- las clases eran nocturnas- llegó con una propuesta a sus alumnas. Tenía una sobrina en Miami y necesitaba a alguien que viajara para que le ayudara en un taller. Fernanda fue la primera en levantar la mano. El problema fue adquirir la visa en el consulado americano. Todas las noches llegaba con tremenda frustración, porque siempre faltaba un papel. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Leo: “Fueron muchas noches de desilusión cuando ella regresaba a casa después de varias ocasiones de presentarse en el consulado Americano a buscar su visa y siempre le hacia falta un papel; ella regresaba a la casa totalmente devastada porque su esperanza de cambiar el futuro de sus hijos se desvanecía. No se cuánto tiempo tomó pero al final le aprobaron su visa y viajó a los Estados Unidos en el 1977, si mal no recuerdo el 24 de junio, tres años y medios más tarde de haber llegado a Barranquilla. Nosotros llegamos a Barranquilla el 16 de enero de 1974”</span></span></span><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> Ledis tenia 13 años, su madre viaja por un año a Miami, año que se convertirían en 8 , que hoy ya son una eternidad, convirtiéndose en un viaje sin retorno.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><span lang="ES" style="line-height: 115%; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Es allí donde realmente comienza el viacrucis. De una vereda agreste y pacifica que empezaba a descomponerse, Fernanda se enfrentaba a una ciudad moderna y civilizada. Viene entonces el dolor de la incomunicación y el sufrimiento. Todos sufrían de alguna manera la ausencia, pero nadie se comunica con el otro para compartir ese sufrimiento. El valiente solitario llora en silencio en Venezuela, hasta que Fernanda logra llevarse, ocho años después, a todos sus hijos.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> Mientras las niñas vienen, de la mano de su madre, leo: “Fue uno de los domingos mas tristes de mi vida, yo no quería que ella se fuera, es un sentimiento que pocas personas puedan entender: saber que tu mamá- la única persona que se ha ocupado de ti toda la vida- te deja, se va sólo por un año, pero ese año convirtió en mas de ocho. Fue una situación difícil para cada uno de nosotros, yo solía decir cuando algo malo me pasaba que si no me morí cuando mi mamá se fue no me voy a morir ahora. Tal vez porque me tomé lastima a mi misma, yo siempre sentí que entre todos mis hermanos yo fui la que más sufrí. Pero ahora escribiendo esto me doy cuenta que nadie mejor que uno mismo sabe lo que siente en su interior, y yo no estaba dentro de mis hermanos para saber que tan intenso era el dolor de ellos. Yo sufrí, yo extrañé muchísimo a mi madre. Yo sufrí de mucha depresión en mis años de adolescente, pero la sufrí sola, callada, yo era triste, creo que esa fue una de las cosas que mas marcó mi vida. Pero jamás le reprocho a mi madre porque para mi ella es una mujer muy valiente, que también sufrió muchísimo al dejar a sus cinco hijos tan pequeños y solos. Bueno ya no te aburro más con mis historias. Después te escribo otra vez ahora tengo que ir a ver mi novela de las 10:00 p.m. La veo todas las noches se llama: Donde esta Eliza? <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Chao,<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ledis</span></span></span></p><p></p><p></p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-31682216461533559692010-07-13T23:39:00.000-05:002010-07-20T15:08:58.232-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (IV)<div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Por Alfonso Hamburguer</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>BAJO GRANDE, UNA POSTAL DE OLVIDOS.</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Visto desde lo alto, dese el helicóptero que ha traído al vicepresidente Francisco Santos con una misión extranjera para declararlo zona libre de minas anti personas, Bajo Grande no es más que unos peladeros, montes espinosos y unas casas tratando de resistir en el tiempo y en los recuerdos. Se trata de una aldea de indios, con casas dispersas tiradas a la jura al costado de un arroyo seco. Las de palma no resistieron la candela de los paramilitares, que les prendieron fuego el 22 de octubre de 1999 en su última incursión o cayeron redondas carcomidas por el tiempo. Las de zinc, que eran pocas, han resistido con más estoicismo los aguaceros de octubre. Los caminos se borraron y el monte creció ferozmente, mientras las guartinajas, conejos y venados, se repoblaron a montones.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">No viajo en el helicóptero con Santos, pero la foto que he bajado por Internet, me muestra a un pueblo muy diferente al de los recuerdos, en el que cantamos “Salud Adorada bandera que un día/ batiste tus pliegues allá en Boyacá/ Sellaste por siempre la lucha bravía/ de un pueblo que ansiaba tener libertad”. Recuerdo a mi madre, la maestra abnegada, enseñándonos el catecismo y estas tonadas patrias, preparando la celebración del 20 de Julio o la primera comunión, caminando las procesiones y gozando los fandangos. ¡Ah, las carreras a caballo y el recorrido casa por casa, pidiendo los dulces de Semana Santa. También al cura Javier Cirujano Arjona, asesinado por la guerrilla en 1993, comandando la tanda de caballos piqueteros, antes de la procesión.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH3UQF6B29luKQo5QFGRsNNKohPNa1LW1ePRqkaKLuMEPpTf_cVnlOvP7qBjXWhHqX9HRUsm3_ORpek0Ywx34BI6R7XcugVwHnIZw4GV-NpQgempkNp7eC7rtX-G3OKwXACEuc/s1600/P1040968.JPG+(1).jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhH3UQF6B29luKQo5QFGRsNNKohPNa1LW1ePRqkaKLuMEPpTf_cVnlOvP7qBjXWhHqX9HRUsm3_ORpek0Ywx34BI6R7XcugVwHnIZw4GV-NpQgempkNp7eC7rtX-G3OKwXACEuc/s400/P1040968.JPG+(1).jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494916579287686594" /></a>Hay otra foto que me despierta a la realidad. Es una perspectiva de la iglesia de piedra y barro- construida por Cirujano- vista desde el lateral izquierdo, desde atrás, quizás tomada desde el sardinel de piedras muertas en la casa de Male Caro, también muerto en el exilio como mi tío Alfonso y tantos otros. Allá se ve la plaza donde mataron al Inspector de Policía, Ramón Ortega, en la primera incursión de la guerrilla. También se ven tres casas de zinc en hilera: a la izquierda la que era de Walberto Hamburger Herrera, la del Inspector Ramón Ortega y la de Argelino Anillo Herrera, que es la última, ya casi contra el barranco escabroso y sobre la bajada al canal de Flores Negras. De los tres sólo sobrevive Walberto. Al inspector lo mataron y Argelino, que llegó a acumular plata, que tiraba billetes a manos llenas en la corraleja de Zambrano, murió de la nostalgia en San Juan Nepomuceno.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En la foto el monte ha borrado hasta las piedras. De la plaza seca, con piedras de cascajo, la maleza ha hecho de las suyas. Al fondo se ven las lomas grises de Arroz Con Gallo y Las Pajas de Flores Negras, donde los de la Shell- según mi tío Piero- dejaron un tubo erguido en un mojón para no equivocarse si acaso regresaban.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Con la foto, que nos regresa a una realidad dura y cruel, más la ayuda de la memoria, empiezo a recorrer el pueblo. Encuentro que la mayoría de los jefes de hogar, especialmente quienes ya franqueaban los 50 años cuando les cayó la mala hora del desplazamiento, han muerto. Muchos murieron de hambre, la mayoría, como mi tío, de nostalgia. Incluso, murieron en el exilio- si porque nunca se amoldaron a otro pueblo- los Herrera y Los Vásquez, hombres y mujeres longevos por naturaleza, que pasaban campante por los cien abriles como si nada y perneaban para morirse. Eran hombres y mujeres a quienes nunca les dolió la cabeza. Arace, Herlinda, Eva, Mercedes, Raquel, todas Vásquez, murieron en alguna parte y sus cuerpos ahora están regados en otros cementerios. La que más duró fue Raquel, pero no le alcanzaron los años para regresar, lo que ha sido la lucha de su hijo Joaquín, quien tiene la sangre dulce para el ganado. Con su cojera eterna- pues una vaca de una recua perdida de Fernando Díaz que atravesaba el pueblo lo embistió y le partió una pata en su propio patio- lidera la resistencia contra el olvido. Fue el único mortal que aguantó todos los desplazamientos, dispuesto a que lo mataran.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En Sincelejo visité a María Anillo, la esposa del Inspector Ortega. Pese a la perdida de siete miembros de su familia, sigue dura. En esos días se había operado un ojo y mandado a extirpar aquella verruga que parecía un lunar al lado de su nariz. Pese a los dolores de la vida, aun le quedan rasgos de que fue muy bella. Todavía no les han reconocido nada por su muerto principal, su esposo, pese a que trabajaba con “el gobierno” y por eso lo mataron los guerrilleros. Nunca supo cómo allegar los papeles para probar su muerte. Los titulares de la prensa, que guarda amarillentos, son testigos de su infortunio. Aquella vez fueron dos los inspectores muertos, con el de Jesús del Monte, en zona del Carmen de Bolívar. “Güerilla mata dos Inspectores”, dice la noticia escueta de El Universal de Cartagena.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A Avelino Escobar, el carpintero y machero de la gaita, que siempre fue catalogado de flojo, porque jamás terminó de parar su casa, me lo encontré casi caducando en San Jacinto, mientras jugaba dominó. Debe estar pasando por los cien años. Ya no se acuerda de nada. La muerte de su hijo “El Chino” en la última incursión de la los paramilitares, fue como un golpe de suerte, porque a este si se lo pagaron y con la plata adquirió una casa en la orilla de la carretera, donde viven de la caridad de sus hijos jornaleros.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para algunas familias que sus hijos cayeron en los falsos positivos, las indemnizaciones se constituyeron en un culto al gozo de la tragedia. El poeta Julio Sierra Domínguez, escuchó una conversación en un banco de Sincelejo, donde se encontraron dos comadres enlutadas por la tragedia. A la primera le dieron un cheque considerable, lo que extrañó a la segunda. La primera le explicó que esa suma importante obedecía a que a ella le habían caído dos hijos, a lo que la otra repuso, con extremo lamento:</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- Hay, mija, calcula tú, que a mí me mataron sólo uno.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Sigo observando la foto que ha tomado El Tiempo y que encuentro en Verdadabierta.Com. En la perspectiva no veo la casa de Don Remigio Medina. La casa era una de las mejores, ubicada en toda la esquina de la plaza. Era de palma y tenia una tienda muy surtida. También era cantina. Eva Castellar Vásquez, su mujer, murió en San Jacinto afectada por una diabetes crónica y por la nostalgia. Antes de morir le habían cortado una pierna, pero más antes le habían matado las ilusiones del retorno al pueblo donde vivieron felices y acumularon cierta riqueza. El resto de la familia se dispersó por el mundo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La perspectiva de la foto no cubre la casa de Rufino Castellar, que vivía en la otra esquina de la plaza, hacia la izquierda. Tampoco retornó. Fue uno de los primeros en morir. Rufo, como le decían, era el padre de Luis, el muchacho malogrado en un fandango, al ser cargado en hombros por su mejor amigo, cuando el pueblo era una aldea feliz y escondida del mundo. También escondida del Gobierno. Del asesino culposo jamás se supo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En un ligero repaso por las otras calles voy encontrando, ya con el recuerdo de la memoria, difuntos y difuntos, hombres de reciedumbre, de hacha, machete y garabato, pero que fueron impotentes para soportar la tragedia del desarraigo. Me voy a la calle Barranquillita, bautizada asi por su alegría carnavalera. Me enfrento a la imagen de Edilberto “El Negro” Sierra, quien era el dueño de la tienda mas surtida. Sus buenas reses y sus magníficos cultivos lo elevaron a la categoría de blanco. Ël me contó que una vez desplazado, empezó a hacer todo tipo de negocios, pero ninguno resultaba, hasta que se le dio por comprar aguacates en El Carmen de Bolívar para vender por pueblos polvorientos del Magdalena. Un día de sol demasiado ardiente para su estado emocional empujaba una carretilla de aguacates por el centro de Plato, sin que nadie se dignara comprarle nada.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- ¡Aguacates, aguacates, aguacates! Gritaba.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- Agua paso por aquí, cate que yo no lo vi, le respondió burlón un vacan mofándose de su suerte desde un sardinel.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Se acordó del desprecio de algunos por este fruto, en el sentido de que hambre debía tener la persona que se aventuró a comerse el primero. ¿Cómo supo que no era un fruto venenoso? Fue donde se percató de la situación tan difícil en que había caído. En Bajo Grande, donde ningún vendedor pregonaba sus productos, él era un rey de la vida. Y ahora gritaba como un loco por las calles de Plato. Aturdido por su situación miró a todos los lados a ver si ningún paisano lo estaba viendo, porque se hubiese muerto de la pena. Fue cuando se sentó en un sardinel y no pudo contener las lágrimas.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para no sobre abundar en recursos literarios, como dicen los críticos profesionales, sólo repasaré dos o tres casos más, que podrían situar a los lectores en situaciones claves de la historia. En la misma fotografía, debía estar registrado el billar donde vieron por última vez a Marcos El Culón, como le decían a uno de los hijos de Rosita Sierra. El joven salió de a pie por el camino Real, rumbo la Finca El Hacha, con otros tres jóvenes mas y se los tragó la tierra. Estos desparecidos fueron el principio de las malas noticias del pueblo. Antes, Jaime Herrera Vásquez, quien era el rey de la Pinola, se fue a trabajar a Venezuela y nunca más se supo de su suerte.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Y finalmente, en Zambrano murió, hace unos seis años, el Ex Policía, Pedro Vásquez Ariña, quien había sido uno de quienes figuraban en una supuesta lista que llevaron los guerrilleros el día que mataron al Inspector.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Y en Sincelejo, mientras un pelotón de desminado se gastaba mil millones de pesos, moría con el año, Male Vásquez, de más de cien años, sin un solo peso en el bolsillo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>BAJO GRANDE, TERRITORIO FIFA.</b></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bajo Grande nunca tuvo la mano del Gobierno en más de cien años, cuyo aporte se limitaba a un maestro, un inspector de policía y un visitador de la Malaria en tiempos del DDT y nada más. La Policía Nacional llegaba cuando iba a capturar a algún cuatrero fugado y el cura lo hacia en las fiestas patronales de Santa Catalina- los 25 de noviembre- , cuando sacaba la tarea de matrimonios, bautizos y primeras comuniones acumuladas a lo largo del año.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El terruño parecía no existir en los mapas del Gobierno, salvo para los procesos electorales, cuando llegaban puntuales las papeletas de los partidos liberal y conservador, pero existía para la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA. El fútbol era la única regla de la civilización que parecía aplicar correctamente en la idiosincrasia popular. El campo de fútbol tenía las medidas del Maracaná. Y aunque no lucía una sola mata de grama – pues los burros sueltos no la dejaban prosperar- era plano y agradable para el balón, que se podía jugar a ras de piso. Los arcos, construidos en madera, estaban ubicados como es debido, uno al Sur, que daba con el cabezón escondido o charco frío de Juan Pablo, en la orilla del arroyo del Mico; y el otro, al Norte, colindaba con los trupillares y las gradas naturales de Culo Alzado, un promontorio rocoso que permitía ver la panorámica del pueblo. Los peligros más caros para el balón eran las profundidades del arroyo, el cementerio al Sureste -por el susto de los muertos- y las espinas de los alrededores. Aromeras, trupillos, pringamoza, zarza pata e grillos y cactus de todas las especies tapizaban sus gradas perfectas. De modo que el balón, entonces de cuero, debía ser inflado con Finilex, un gas que impedía la salida del aire. Con ese gas curativo, más denso que el aire normal, el balón tomaba unas dimensiones extrañas, psicológicas, pesaba mucho más y por ende daba la sensación de ser más grande.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El fútbol y el béisbol en su tiempo, fueron sagrados como los trastos de la iglesia y casi únicas diversiones para adultos y chicos. Los equipo que visitaban a Bajo Grande siempre se fueron derrotados, incluidos legendarios Los Católicos de San Jacinto, que dejaron en su arena un invicto de 48 fechas; y La Caja Negra de Tenerife, Magdalena, conformado por pescadores robustos, capaces de cualquier cosa por un triunfo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Con el “balón grande”, nadie les ganaba, pues era con éste que practicaban. Los adversarios que llegaban con balones normales, reglamentarios, no se arriesgaban a usarlos por las espinas de los alrededores. Los locales ponían su balón, que era casi imposible de manejar por la visita. En uno de los partidos, en que los visitantes se arriesgaron con su balón, Bajo Grande perdía dos goles a cero en el primer tiempo. No hallaban el balón ni cuajaban jugadas importantes, porque el esférico se les hacia muy liviano. Cada patada se iba por encima del arco visitante. Fue cuando, finalizando este tiempo, alguien de los espectadores, que se amontonaban bajo los árboles, gritó:</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-Pónganles el grande!</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pusieron el grande, el inflado con gas. Enseguida la selección Bajo Grande halló su comba, empató antes de terminar el primer tiempo e hizo dos goles más en el segundo. Se repetía lo de la final en el Mundial de Futbol de Uruguay 1930, en que el árbitro, en una salida salomónica, permitió que cada equipo jugara un tiempo con su balón de práctica.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">De esos jugadores virtuosos, muchos cayeron en la guerra sucia, como Ramón Ortega, el Inspector de Policía, quien era un extraordinario centro delantero goleador y su hijo Ulfran, también veloz delantero, muerto cuando estaba ya desplazado, en Valledupar.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Alfonso Hamburger Herrera, el valiente solitario, alguna vez estuvo a punto de matar al caballo cascón de su padre Wilfrido. Tenían juego a las diez de la mañana con la selección de Las Palmas, pero su primer hijo, Wilfrido Junior, de meses, no los había dejado dormir en la noche anterior, aquejado por fiebre alta, vomito y diarrea. Salió de urgencia a comprar medicina en el caballo a Zambrano, cuatro leguas más abajo. Fue y vino en un tiempo record, sin dejar de azotar al animal, que al llegar al patio paró en seco y cayó de bruces. Había llegado justo cuando ya sus amigos se aprestaban ingresar al campo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El San Jacintero siempre llegó a Bajo Grande mirando a su gente por encima del hombro, quizás con el mismo prejuicio con el que miraban a los palmeros, ubicados en zona intermedia. Siempre se fueron derrotados en el fútbol. Alguna vez, me tocó hacer de árbitro y los jugadores visitantes, ante la inevitable goleada que estaban recibiendo, el agotamiento que les producía un campo tan inmenso y un balón tan grade, pidieron que se les dejara hacer recambios.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- Nada de eso, este es territorio de la FIFA, les dije.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En 1979, tras terminar mi bachillerato en San Jacinto y sin un futuro claro por la falta de universidades, fue la última vez que pasé unas vacaciones enteras en Bajo Grande. Fueron 30 o 40 días formidables. Organizamos una maratón donde me derrotó Rafael Herrera, un joven pies descalzos. Yo venía de barrer en cuanta maratón se organizaba en la región. Hacía sólo tres meses había derrotado a Juan Conde, rey de Las Palmas en su propio patio y de triunfar en la Semana Estudiantil del ITA de San Jacinto. Me sentía sobrado. Como organizador de esa primera y única maratón que se hizo en Bajo Grande, acepté que Rafael corriera pies descalzos. Después de la partida, en las cuatro vueltas al pueblo no lo volví a ver más allá de las rectas. Jamás lo pude alcanzar. Rafal “el de Dora”, como le decían, fue uno de los primeros muchachos en desaparecer del pueblo. Salió a caminar tierra y jamás se supo de él. Igual sucedió con Jaime Herrera Vásquez, vecino nuestro, quien se hacia mil pinoles con una bola de trapo. Se le pelaban los nudos de los pies pero no soltaba la esférica en horas. Se fue para Venezuela mucho antes del desplazamiento y jamás se supo de él. Después, cuando las fincas vecinas cambiaron de dueños que electrificaron las cercas y patrullaban los linderos hombres armados en motocicletas, empezaron a desaparecer más personas. El turno seria para cuatro jóvenes más que iban al Rio por el camino Real y se los tragó la tierra.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Cuando nos mudamos a San Jacinto, en febrero de 1974, en las marchas callejeras se escuchaban vivas al EPL como brazo armado del PCMl, coros tan usuales como los de Juan Chuchita le hacia a Andrés Landero. Allí ya el pueblo estaba dando un viraje de guerra. Igual decían los campesinos que la tierra era para quien la trabajaba y que el deporte era el opio del pueblo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si en Bajo Grande no supimos de subversivos nativos, ya en San Jacinto, donde conformamos un buen equipo de futbol estudiantil, dos de los muchachos desaparecieron de la noche a la mañana, se habían metido a guerrillero. Ramón Fernández, quien tiene su finca en las faldas del Cerro de Maco, un día llegó al rancho y lo encontró lleno de guerrilleros, quienes lo pusieron de cocinero. Entre los insurgentes conoció a uno de los muchachos que habían desertado del equipo de fútbol, cometiendo la falta de saludarlo con su nombre. El muchacho lo dejó con la mano extendida, tras advretirle.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- Perdón, señor ¿Lo conozco?</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Después lo llamo afuera del rancho y lo amenazó.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- Mira, viejo hijueputa, tú no me has visto.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Qué interés revestía para los dueños de la guerra este pueblecito perdido entre las colinas de Arroz con Gallo y un arroyo culebrero? No tenía petróleo. No Tenia Níquel. No tenia sembradíos de coca. No tenía guerrilleros ni paramilitares. No tenía caminos. Y la luz que le habían puesto, sólo había servido para enviciar a la juventud. Dio la sensación que con la luz el pueblo empezó a descomponerse. Tenía cactus de donde los gaiteros sacaban la música. Y tenía muchos aromos, un árbol espinoso que produce un platanito parecido al dividivi, ese que le da el nombre a “Las Aromeras”, donde fue liberado el Ex ministro Fernando Araujo, ubicadas a muchas leguas de allí.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El aromo nunca ha sido promocionado más allá de ser el lugar donde estaba secuestrado Araujo. Mi padre siempre defendió a este árbol, que se constituyó en su mejor aliado en los extensos veranos. Ordenaba a sus trabajadores recoger su fruto y lo almacenaba para alimentar el ganado cuando escaseaba el pasto. En tiempos de vacas flacas, el cactus y el aromo eran una bendición, pues el ganado se purgaba y después engordaba. Le servía de purgante y alimento a la vez.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Si no era el oro, el petróleo o la coca lo que querían los violentos, qué era lo que querían con este pueblo, al que no se le ha dado nada de importancia en la prensa nacional?</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Qué lo querían de corredor estratégico o de escondite? Nada. No se justificaba tanto dolor.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ahora que trato de ver en el fútbol el único nexo del pueblo con la civilización y las reglas internacionales, me veo en las mismas vacaciones, caminando con los chicos del equipo de fútbol, rumbo a San Agustín, corregimiento de San Juan Nepomuceno en la orilla del Rio Magdalena. Allí nacieron dos grandes figuras del acordeón, Julio Rojas Buendía, dos veces rey vallenato y Rufino Barrios, quien hacia acordeones en Sincelejo, con su famoso sello Rufib.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Las cuatro leguas de camino eran escabrosas. Atravesamos a pie y en burro Corralito, Desconsolado, El Bajo, Casa de Tabla, Corral de Piedra y otras veredas, vadeando cañales, pringamosales, cadillos y zanjones. A las diez de la mañana, después del madrugonazo, estábamos enfrentados al equipo local, en una cancha hosca, llena de arena y extensa, que también era utilizada para béisbol. El equipo de San Agustín era conformado por pescadores y gente veterana. El nuestro era un entrevero de viejos y jóvenes. El portero era Fabio Ortega, hijo del Inspector asesinado. Entre los marcadores recuerdo a Carlos y Emigdio Herrera, quienes se batieron como fieras para mantener a raya a los rápidos delanteros locales. Nos tenían embotellados y sin poder avanzar más allá del medio campo. Como al minuto 40 del primer tiempo, Hugo Caro, de los nuestros, un alero izquierdo de raya, de los que ya no salen, se corrió por su sector driblando rivales, hasta llegar a la equina, de donde lanzó certero centro al área. El arquero local logró apuñetear el balón, quitándoselo de la cabeza a Ulfran Ortega. El esférico quedó sin dueño, de rollete, dando vueltas en el punto penal. Y yo, que venia desde atrás acompañando la jugada como mediocampista de enredo, alcancé a darle con la punta del guayo, mientras las dos defensas contrarios se quedaban con pedazos de mi espinilla. El balón salió disparado igual como lo recibí, de rollete, con más defecto que efecto, y lentamente, luchando con la arena, se fue por el palo izquierdo del portero, quien gateaba para alcanzarlo. Y justo después de haber entrado a la valla, se detuvo ¡Casi que no entra! Como buenos costeños no sólo gritamos goooool, sino :“Goooool hijueputa, gooool”.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Habíamos sonsacado al león en su propia caverna. Fue entonces cuando los locales se envalentonaron y nos metieron casi en el arco nuestro. Nuestro arquero era imbatible, a veces ayudado por la arena (donde se dejaba caer después de volar) y el desespero de ellos. El árbitro, que era el aporte local, nos expulsó a Emigdio Herrera, al culminar el primer tiempo, cuyo alargue fue exagerado. Emigdio hoy es líder de desplazados en Barranquilla.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En el segundo tiempo el asedio de esas fieras fue peor. Nos mandaban misiles por todos los costados, pero después de una hora de lucha libre, sí porque el árbitro pitó 60 minutos, y sólo con diez hombres, corónanos el uno a cero.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pese a ello nos dieron almuerzo, hubo un toque de banda en nuestro honor y después cogimos otra vez- en burros y a pie - el camino de regreso. En ese año, siete antes de la primera toma guerrillera, aún no había comunicación entre estos pueblos, pero al llegar, las muchachas tenían armado un baile de honor que nos habían preparado por el histórico triunfo. Les habíamos quitado 57 fechas invictas en sus arenales. ¿Quién les había avisado? De seguro alguien había llevado la noticia antes de nuestro regreso, como el niño que se escapó en medio de la toma guerrillera de junio del 87 y cruzando montes, llevó la noticias a las Palmas, donde la embarcaron en el primer carro que salió para San Jacinto.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">… Ahora que escribo esta crónica me pregunto si eran estos caminos-por donde jamás ha pasado un auto- lo que querían quienes destruyeron nuestro pueblo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-5126354412746541902010-07-12T20:24:00.000-05:002010-07-20T15:08:21.957-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (III)<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b><br /></b></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>¿POR QUE SE METIERON CON UN PUEBLO INDEFENSO?</b><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> <span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">¿Qué era lo que buscaban quienes se ensañaron con un puñado de familias decentes?</span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por Alfonso Hamburguer</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkTOHW3hMN-gcBvhXgtSGev8tK6E9mUo2E1JpRdwa8LAyakn_6NQ8wHNE3FBQwFQnIWPWg6fHTzRzdGjUdCoN_A_L1hVTlcgqA-ryvfDc8KqQ0jtX7supoc-XMypSCOy1bgLz/s1600/PANORAMICA+DE+BAJO+GRANDE.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 350px; height: 233px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkTOHW3hMN-gcBvhXgtSGev8tK6E9mUo2E1JpRdwa8LAyakn_6NQ8wHNE3FBQwFQnIWPWg6fHTzRzdGjUdCoN_A_L1hVTlcgqA-ryvfDc8KqQ0jtX7supoc-XMypSCOy1bgLz/s400/PANORAMICA+DE+BAJO+GRANDE.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494692319244620738" /></a>Antes de que el pueblo fuera arrasado por los paramilitares y se desplazara para siempre, algunos hechos estuvieron al borde de propiciar una matanza familiar. Alfonso Hamburger Herrera tenía fama de valiente. Era el mejor tirador de la comarca. A los conejos los mataba en el salto, después de quebrar adrede una hoja para que se espantaran y coserlos a plomo certero en el aire. Su mejor amigo era Mito Barreto, con quien salió de malas en una parranda. Fue a su casa a buscar la escopeta para matarlo. Regresó resuelto a sellar la afrenta. Su amigo se abrazó a su madre, Ninfa de Barreto, dispuesto a recibir el castigo. Alfonso lo apuntó y se aprestó a disparar, pero cuando apretó el gatillo, ocurrió algo providencial. El tiro falló. Fue cuando sucedió algo mágico. Allí todos parecieron despertar de una especie de sueño pesado, entonces terminaron en un abrazo colectivo, en medio de llantos. La parranda que celebra la vida duró tres días.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Nunca se pudo establecer qué tipo de afrenta le había hecho Mito a Alfonso, pero si de los comentarios de los familiares. Si el tiro hubiese hecho fuego, las dos familias se hubiesen acabado en una venganza interminable, como la de Los Méndez con los Fernández, que en el vecino Carmen de Bolívar, se había convertido en un espiral de venganzas que los fue envolviendo a todos, hasta menguar la imagen del pueblo. Allí nacieron grupos de autodefensa que todavía la historia no registra plenamente. Hasta Bajo Grande, que estaba muy distante, por reflejo recibió las emigraciones de bandidos- o inocentes que huían de la ley- que llegaban a refugiarse en sus tierras, cargando el peso de un muerto y recuas de caballos robados. De algo tenían que vivir, en tiempos que el rebusque iba ligado con visos de ilegalidad.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Mito Barreto también fue un desplazado sentimental antes que llegara la barbarie guerrillera y paramilitar. Manejaba un tractor en Zambrano, Bolívar, donde murió aplastado por esta máquina. Al parecer estaba borracho ese día trágico. Como Alfonso, cuando esto sucede, estaban uno viudo y otro abandonado. Parecía una estirpe condenada a la muerte o a la soledad.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;"><b>MOTIVOS PARA ATACAR UN PUEBLO.</b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;">A estas alturas, cuando el pueblo ha sido desminado, han aparecido extraños compradores de tierra y la gente empieza un retorno incierto, la pregunta es: ¿Qué motivos tenían los violentos para propiciar su desplazamiento? En octubre de 1999, cuando los paramilitares mataron a cuatro muchachos inocentes, escogidos al azar, y le prendieron fuego a las casas, que se resistían a arder, pues toda la mañana había llovido, ya habían ocurrido varias masacres, que si bien salieron en la prensa, no tuvieron las connotaciones de las del Salado, Chengue o Mampujan, ocurridas en sus alrededores.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Carlos Herrera, quien presenció esa última masacre, recuerda que la gente se desplazó a pie hasta San Jacinto, con el barro hasta los tobillos y rodillas en partes fangosas. Los cadáveres quedaron en la mitad de la calle, en el barrio Abajo, y nadie se atrevió a levantarlos. Cuando el Ejército llegó con un tractor a los dos días- que era la única máquina capaz de penetrar por los caminos convertidos en lodazales- ya los perros se habían saciado con sus carnes podridas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ese día trágico, Walberto Hamburger Herrera, uno de los hermanos de Alfonso, había madrugado a cortar una huerta de tabaco a un kilometro del pueblo. A las 10 AM se aprestaba a cruzar una cerca de alambre con una brazada de hojas cuando observó la humarada en lo alto, sobre el pueblo, entonces se llenó de malos presagios. Hoy vive de vender suero en Valledupar, después de ser ganadero y cosechero de tabaco.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Avelino Escobar, el carpintero del pueblo, también afamado gaitero, quien jamás pudo en más de 50 años de trabajo terminar de parar su casa, era el padre del Chino, uno de los muchachos acribillados a tiros, como si los paramilitares hubiesen probado puntería con él, pues nunca tuvieron relaciones con personas fuera de la ley, mas allá de la gente del pueblo. De los solares del pueblo no salió un sólo bandido.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En una rápida investigación, se pudo establecer que ningún habitante del pueblo fue guerrillero o paramilitar. Si colaboraron con alguna de las partes en conflicto fue presionados, como en el caso de Gadimedes Navarro, de 42 años y su hijo Eduardo Navarro Arroyo, de 18, quienes tenían una tienda y fueron muertos por la guerrilla, acusados de colaborar con los paras.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El primer muerto grande había sido el Inspector de Policía, Ramón Ortega, ajusticiado por el EPL en plena plaza pública, el 11 de Julio de 1987, después de un juicio revolucionario. Desde allí cada grupo fue cobrando victimas, alternadamente. Y muchos de los que se fueron, especialmente los descendientes del Inspector, empezaron a morir en forma trágica, en una cadena que daría para una crónica escabrosa por aparte. Descendientes directos del Inspector inmolado, han muerto siete, desde Valledupar a Bogotá. La violencia los ha ido persiguiendo, como si viajaran con esta costra o especie de atadura extraña. La manera en que Vilma Ortega, hija del Inspector- hoy residente en Sincelejo- narra como le mataron el último sobrino en Bogotá es espeluznante. Raúl Cuadros- como era su nombre- se fue huyendo a Bogotá de perseguidores extraños y no habiéndose aclimatado allá, decidió llamar desde un teléfono público para anunciar su regreso. Su madre quedó atónita en el teléfono. Alguien tomó el auricular y le dijo: Señora, al muchacho que hablaba con usted lo acaban de matar de un tiro. Desplazados habían muerto, Ulfran, hijo del Inspector; Ulfran Javier, hijo de Ulfran; Edgar, hijo de Vilma y Raúl, hijo de Pablo, nietos de Ramón. Raúl había sido el niño que se atrevió a salir de Bajo Grande a llevar el aviso, cuando mataron a su abuelo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>EN ESTA TIERRA NADIE ERA COMUNISTA.</b><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bajo Grande jamás tuvo ideas comunistas. Los corredores de tabaco, que en otras partes fueron parte del proceso de explotación que generó revueltas campesinas, aquí eran personas que mantuvieron relaciones más bien familiares con los cosecheros. Siempre hubo armonía mas allá de cualquier discusión por un partido de fútbol o por las travesuras de un perro que se metió a la casa ajena y se llevó una presa de carne.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Solo se hablaba mal de un corredor proveniente del Carmen de Bolívar, quien tenia una romana (pesa) tramposa. A la hora de pesar el tabaco, dejaba caer un objeto, y cuando se inclinaba a recogerlo bajaba adrede la balanza, ganándose allí unos kilos. Los campesinos jamás utilizaron la pesa que quiso imponer la Asociación Municipal de Usuario Campesinos, que en Bajo Grande no cuajó. Sin embargo, la malicia indígena los llevó a “empuercar” el tabaco que muchas veces era bañado con agua caliente o le dejaban venas verdes en el centro para lograr mayor peso. Dicen que otros- para defenderse de la pesa tramposa- envenenaban los mazos con tierra. Eran puras conjeturas, pues sabían que si el tabaco se dañaba en la bodega, todos perderían.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El Blanco Castellar, un viejo de apariencia bonachona y perezosa, fue el único habitante que se negaba a votar en las elecciones y hablaba con frecuencia de sus ideas comunistas, pero nadie se lo tomaba en serio, más aun cuando lo ablandaba una botella de ron. Nunca hubo organizaciones campesinas ni peso discordante al del corredor para pesar el tabaco, como en otras partes, que la balanza con la que se calculaban los kilos era de La Casa Campesina, vigilada por la Asociación de Usuarios Campesinos, Anuc. Los godos, que eran minoría, sacaban sus buenos votos liberales, por compadrazgo. Eso sí, nunca superaron la derrota de Gustavo Rojas Pinilla a manos de Misael Pastrana Borrero en abril de 1970.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Las ideas comunistas habían quedado plasmadas sólo en unos versos improvisados del gaitero Toño Fernández, una vez regresaron de Europa Los Gaiteros de San Jacinto, quienes llegaron con ego argentino: El godo y el liberal/ sufren de la misma ancheta/ pelean por la misma teta/ que los dos quieren chupar.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Yo no soy conservador/ pero liberal tampoco/ desde que estuve en Moscú/ ahora pienso de otro modo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>MASACRES DEBELADAS…</b><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La masacre de EL Salado, en el año 2000 las justifican las AUC por el trazo de una operación de barrido insurgente que les llevó año, seis meses y 19 días, según informe de www.Verdadabierta. Com . Querían romper los nexos de los habitantes con los guerrilleros, cuyo campamento principal estaba a cuatro kilómetros del pueblo. Las Farc habían reemplazado al EPL en su accionar perverso para estos pueblos, desde 1991.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En el Sur de Bolívar, donde estaba enquistado el ELN y después las Farc en algunas poblaciones, la disputa se parecía justificar en las 10 toneladas de oro que produjo la zona en 1995 y las miles de hectáreas de cultivos de coca. Ya existían serios nexos de los grupos armados con el narcotráfico y el manejo de un estado paralelo, impuesto por los subversivos, lo que tenía a la comunidad inconforme, por los abusos reiterados.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Pero en Bajo Grande, que había dejado de ser el cruce obligado al Rio Magdalena y las grandes haciendas habían dejado de ser productivas, el desplazamiento de la comunidad no precía justificarse por ningún lado.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Qué había petróleo en la zona? Recuerdo que alguna vez cuando niño, mientras caminábamos por la finca Flores Negras, de Miguel Hamburger, nos encontramos con un tubo de hierro sembrado en un mojón, con letras de la Shell. Se comentaba que en la zona, plagada de trupillos, zarza brava pata e grillo y pringamoza, el petróleo aun estaba revuelto con agua. Que los gringos habían dejado que pasara un tiempo de maduración.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-Aquí no hay petróleo, dijo Piero Fernández, nuestro tío.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">- ¿Y el tubo marcado para que es? Le pregunté, siendo un niño.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Entonces respondió:<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">-Ni por las chiras, los gringos son muy inteligentes. De seguro dejaron el tubo para no volver a cavar allí, para no equivocarse. Allí no hay nada de riquezas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Si no había petróleo, ni gas, ni las tierras eran tan fértiles, si los caminos no eran estratégicos para la guerra o para el narcotráfico ¿por que arrasaron con el pueblo?<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Fue tan precaria la información sobre las masacres que se cometieron contra este pueblo, el pueblo del que Alfonso Hamburger Herrera fue el primer desplazado, que tampoco lo tuvieron en cuenta para el programa “Rutas por la Vida”, de la Fundación de Desarrollo y Paz de Los Montes de María. Las ayudas sólo llegaron hasta Las Palmas, ocho kilómetros más arriba.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hasta la prensa ha sido esquiva con Bajo Grande. Culminado el proceso de desminado, emprendido por el gobierno colombiano con apoyo extranjero sólo hallaron algunos trastos viejos: Tres minas anti personas averiadas y cuatro municiones sin explotar. Ese día hicieron un show mediático, aprovechando la presencia de los embajadores de Estados Unidos, del Japón y de la Unión Europea, guiados por el vicepresidente Francisco Santos, quien anuncio que de ahora en adelante “ a este pueblo lo atropellara el progreso” . Para algunos nativos no se justificaba una inversión tan alta- mil millones de pesos-, cuando muchos de ellos siguen aguantando hambre en ciudades que para ellos siguen siendo extrañas.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Para colmo de males, quienes fueron desde San Jacinto a escuchar los discursos del anuncio, una vez los helicópteros de la delegación levantaron vuelo, quedaron tan desamparados que tuvieron que regresar a pie, como si para ellos comenzara de nuevo otro desplazamiento.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Los habían mantenido a raya, con cintas preventivas- mientras 41 hombres del IV Pelotón de desminado- rastreaban supuestamente 103 mil metros cuadrados en los que no germinó una sola mata de yuca en más de un año. El hambre cabalga en ellos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Y lo mas curioso, el helicóptero no había rebasado el ensilles de las lomas de Arroz Con Gallo, la finca de Juan Vásquez, cuando llegaron extraños provistos con carrieles, ofreciendo comprar la hectáreas de tierra a 300 mil pesos.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-27807055603477996182010-07-11T20:00:00.000-05:002010-07-20T15:07:41.641-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (II)<p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;"><b><br /></b></span></p><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;"><b>UNA FOTO, EL NUDO MORENO QUE AMARRA LA TRAMA.</b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Del cómo la herramienta de la Internet nos ayuda a afianzar la memoria para reconstruir la imagen de un pueblo afectado por el desplazamiento.</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Por Alfonso Hamburguer</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;">Con la visita de Ledis Alfonsina a Colombia- en tiempos de goles, lluvias y elecciones- se nos despertó la nostalgia por el pasado de Los Montes de María, en especial de Bajo Grande, primer pueblo desplazado de esta región, escenario de la novela “Ataque de Frio de Perros”. La vida de Alfonso Rafael Hamburger Herrera, quizás un Helmut Bellingrodth malogrado, surge espontanea para echar otra mirada a la guerra de la guerra, que no sólo ha sido de balas, sino de soledades. Aprovechando las bondades de la Internet, una vez se publicó en la red social la primera crónica sobre “El Valiente solitario”, buscando desenterrar su memoria, empezaron a surgir sentimientos reprimidos. O al menos escondidos en la distancia. En las soledades. Lo primero fue buscar una foto en los recuerdos, para refrescar su imagen. Ledis la halló en un álbum de su tía Carmen, quien tres días después de su regreso a Miami, estaría cumpliendo 80 años el dos de Julio. Toda una autoridad, por ser la hermana mayor y la más allegada a Alfonso, que habría de cumplir 71 años el cuatro del mismo mes, pues Julio pareció marcar el derrotero de la familia. María Dolores Hamburger de Acosta, otra de las hijas del Valiente Solitario, cumple el seis. Y el Viejo Wilfrido, el abuelo cabeza cuadrada, murió un 31 de julio de 1984. La foto impactó en las redes. Era la más adecuada para refrendar sus recuerdos. Todos mantenían la misma imagen, como si hubiesen cerrados los ojos durante muchos años figurándose los rasgos más pronunciados, y al abrirlos, allí estaba intacto, tal como lo pintaban en los recuerdos, montado en un caballo, con botas, jean y camisa manga larga un poco arrugada por el ajetreo del campo. Era hombre de atezar un alambre de púas, de ordeñas una vaca, de curar un ternero con matagusanos, de andar con cosas solas. La foto parece tomada con una máquina instantánea cuya calidad no era la mejor, por lo que uno de sus bisnietos la escaneó y logró mejorarla, rescatándola del moho que trataba de devorarla. Establecer la fecha de tomada y el escenario no fue fácil. En la imagen está bastante joven y delgado, con un sombrero alón, a lo Rafael Escalona. El caballo también posa para la historia detenido en la vera del camino real de barro colorado. Atrás se observa un paisaje típico de Los Montes de María, distinto al de los peladeros de Frio de Perros, la finca de los ancestros, que son montes escabrosos y secos. La vegetación está un poco más civilizada y los nacederos de las cercas se yerguen florecidos, como en primavera. Las colinas son bajas, entre verdes y azules y en los ojos del jinete se observa cierta nostalgia. Si no fue en Bajo Grande, pudo haber sido por los lados del Bonguito, el terreno de su cuñado Ramoncito Tapia Carvajal, en San Juan Nepomuceno, pero también pudo haber sido en Venezuela. Hasta ahora es la foto más fiel a los recuerdos y la única.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;"><br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizywXVmtM2xBm_833sY2LlOe5wE1RZm3pZRpVMVvEVpJabwr4i3r8MottcXAIlgg1HQ3yRW4X29PZSzYY4FdFWcun5Q_4HopvcJ9ekiM_ppCYjTZ3kJOSe05Y783cnx9Cj27Gb/s1600/MI+TIO+ALFONSO.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizywXVmtM2xBm_833sY2LlOe5wE1RZm3pZRpVMVvEVpJabwr4i3r8MottcXAIlgg1HQ3yRW4X29PZSzYY4FdFWcun5Q_4HopvcJ9ekiM_ppCYjTZ3kJOSe05Y783cnx9Cj27Gb/s400/MI+TIO+ALFONSO.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494677055496861682" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Que guapo mi papá!”, escribió en Facebook Nina, una de sus hijas, con lo que fue creciendo la sintonía con el pasado. Allí empezó la reconstrucción de su memoria. Fue como arrancar las raíces del dolor- escribió María de Acosta- marcar trazos de soledad, romper océanos de incomunicación y aislamiento. Cada quien sufría por aparte sin decirle al otro.</span><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Ledis retornó a Estados Unidos, sin toda la tarea realizada, pero algo se había despertado en la mayoría de los familiares, que sintieron aún más el compromiso de seguir reconstruyendo su vida, como una forma de salvar no sólo la memoria familiar, sino la historia de un pueblo sufrido y marginado de la gran prensa: Bajo Grande. De allí nos desplazamos todos, unos por la nostalgia, otros por la economía y la mayoría por la disputa del territorio entre paras y guerrilleros. Alfonso había sido desplazado por la soledad. Y su mujer se había desplazado por el sueño de tener algún día un carro y a sus hijos en mejores ambientes. Se tenía el antecedente del viejo Miguel Pacheco Blanco, padre del compositor Adolfo Pacheco Anillo, quien inmortalizó a su progenitor en el mejor merengue en estilo vallenato de la historia del acordeón. El viejo Miguel, como Fernanda, se había ido buscando consuelo, paz y tranquilidad a Barranquilla, a la muerte de su mujer y apesadumbrado por la quiebra económica. El compositor se da cuenta entonces de que Barranquilla - como Miami- tiene obstáculos para vencer, esa especie de misterio para el provinciano.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">En este caso las cosas eran parecidas, pero distintas. El camino de Fernanda Díaz Lora no fue el cementerio, como sucedió con Mercedes Anillo la esposa de Miguel Pacheco Blanco, sino la trilla que para ella era la Gloria, el sueño americano. Y la decisión había sido tomada en vida, no tras la tragedia de la muerte, que igualmente los había golpeado. Fernanda y sus hermanos habían perdido a su madre de muy niños, de modo que es posible que los arraigos pudieran ser menos. De tener la madre viva el solar seria más fuerte, por los lazos de madre e hijos. En la región se dice que los hijos son de la madre, pues ella es la que cría; padre es el que hace, solamente. En este caso, Alfonso era criandero, llorón, pero ausente. La separación de sus hijos lo mató en vida.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">A la publicación de la foto, siguieron más comentarios. Pensaba que con la reconstrucción de la memoria del “Valiente Solitario”, como se había titulado la primera crónica, se lograba en parte la reconstrucción del pueblo y quizás de los sentimientos, que se mantenían puros, pero dispersos por el mudo. Un lunes lluvioso en Barranquilla, la Tía Edita, la más tierna y bella de todas, pero la más sufrida- no tuvo suerte en el amor- dijo que Fernanda, esposa de Alfonso- ellos no se divorciaron legalmente- había venido a visitarlo a su lecho de enfermo, antes de que él muriera, y de rodillas le pidió perdón. Esta es una parte muy difícil de tratar. Ella era una mujer visionaria, que se miraba manejando un carro y no cabalgando en el lomo de un jumento, en una vereda que unos quince años después, sería presa de la más despiadada violencia. ¡Habían salido a tiempo! Una cosa había empujado a la otra, un mal por un bien. Los cinco hijos hoy están instalados y viviendo en USA, todos con sus trabajos seguros y sus familias bien conformadas. Ella tiene su carro, como soñó. Y ella misma lo maneja, como vio en las películas. La ida significó la derrota del hogar. Tuvo un precio muy alto, por la gran cantidad de sufrimientos que generó y que sólo cada quien sabe en la intimidad de su ser. Lo más sorprendente, es que la familia parecía olvidarse de todos y de todo, como si el pasado no existiera. Hubo años de poco contacto familiar. Edita Hamburger, trata de explicar esa lejanía, esa falta de comunicación que se tuvo en algún tiempo, señalando que en la estirpe aun quedan rezagos del nazismo que asoló la patria lejana: un cierto goce en el sufrimiento. <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> Nadie se explicaba, como tampoco se figuraban a aquellas cinco niños y niñas criados en el monte, que viajaban en burro y tragaban agua de laguna, ahora anduvieran conduciendo autos lujosos y hablando perfectamente el inglés en avenidas luminosas de Miami y La Florida. Eso quizás era de esperarse, por la gran capacidad de aclimatación del ser humano a los ambientes. Quienes no habíamos visto más que montes y montes, quizás teníamos una pared al frente y no nos figurábamos de otra manera. Para nosotros no había mejor mundo que el de la infancia. Bajo Grande era perfecto. Sólo habíamos visto vacas, burros, perros, juegos de indios, chimarras, fandangos, gaitas, noches alumbradas de luna y mechones, parranda y juglares puros. Y sobre todo, habíamos sido educados en valores, valores cristianos. Éramos colombianos que vibrábamos con nuestra bandera, aunque los gobiernos sólo sabían de nosotros en las elecciones, cuando llegaban las papeletas. Y las elecciones, eran siempre el principal motivo de digresiones entre las familias. Pero lo que más me impresionaba, cada vez que hablaba con Ledis, era que se había adaptado tan perfectamente a La Florida, que su pasado era inexistente. Fue entonces su contacto con la novela “Ataque de Frio de Perros”, que narra la violencia que arrasó en sólo cuatro años al pueblo; y la necesidad de mostrar a sus tres hijos americanos ya creciditos su verdadero solar nativo, el resorte que precipitó el viaje con ellos en junio pasado. Allí comenzó la historia a reactivarse. Se despercudió la nostalgia. También incidió en la decisión de Ledis la madurez, pues estos viajes a veces no son fáciles y hay que aprovecharlos al máximo. ¿Qué tal si es el último? Se preguntó. El tiempo vuela. A los hijos hay que mostrarles de dónde venimos, precisó. En una de sus correspondencias por Facebook, tras aflorar los sentimientos reprimidos, ella refresca uno de los últimos recuerdos del Valiente Solitario. Reitera su pulcritud, nobleza y su porte. Todavía estaban en Barranquilla, que fue su primera escala, antes de volar a Miami. Los cinco hijos habían quedado en Curramba, al cuidado de una tía. Alfonso- escribe Ledis- quien se había ido a Venezuela, donde trabajaba como finquero, las visitaba. Pasaba varios días con ellas y cuando se iba comenzaba el dolor de la despedida. Una de esas madrugadas él penetró en las habitaciones de cada una de ellas. Cuando ella despertó, él estaba rezando. Lloraba sobre su lecho. Ella se hizo la dormida para no confundir su pena, pues los hombres como él no debían llorar. Luego de pedirle al Señor Todo Poderoso que protegiera a sus retoñitos, tomó su maletín y salió en puntillas para no despertarla. Fue la última vez que lo vio vivo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>EL MATRIMONIO GUSTO A GUSTO</b><o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Cuando se casaron Alfonso y Fernanda, en un matrimonio gusto a gusto, Bajo Grande, a quince kilómetros de San Jacinto (cinco leguas), hace 52 años, era una aldea macondiana, donde todo era posible. El abuelo, Miguel Herrera, había sido uno de los fundadores del pueblo, que era paso obligado a Jesús del Río, principal Puerto de enlace con la civilización en el Río Magdalena. Por allí penetró el primer carro que tuvo San Jacinto, Bolívar, y el primer semental de ganado cebú, que pastaba en la Casa Alemana, de gran renombre en la zona como generadora de progreso y principio de las primeras tecnologías en la cría de bovinos de raza. Clemente Manuel Zabala, quien es considerado como uno de los más grandes intelectuales de San Jacinto y Don Benedicto Barraza, que estudiaba abogacía en el Colegio del Rosario, utilizaban esta vía en los desplazamientos a Bogotá, de modo que la aldea, bordeada de montañas que parecían protegerla de las heridas del horizonte plano y un arroyo sembrado de árboles macizos que la circundaba, la llenaban de privilegios. En más de cien años sólo hubo dos muertes violentas. El primero fue un Turco vendedor de telas y cachivaches, asaltado por desconocidos en el Camino Real. El segundo, un joven que murió desnucado en medio de una borrachera al ser cargado en hombros por su mejor amigo, en un fandango.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">El matrimonio de Fernanda y Alfonso, además de unir dos familias tradicionales, aclimataba la concordia política, pues Víctor Díaz, padre de la novia, liberal acérrimo, era uno de los principales contradictores de Wilfrido Hamburger, líder conservador, padre de Alfonso. Había celos por el control del poder, cuya máxima representación era la Inspección de Policía. La época de la violencia – generada por el bogotazo- probaría la paz del pueblo, pues quienes eran godos protegían a los liberales mas allegados.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">¿Qué habría pasado si se quedan en el pueblo, que en su época era el mejor vividero del mundo? Eran 92 casas, la mayoría de palma y bahareque, con nueve o diez de zinc y material, un colegio de primaria, cuatro calles, una plaza pentagonal, una iglesia de piedra y barro, un campo de fútbol con las medidas del Maracaná y dos lagunas para proveerse del agua. En medio de la ausencia de servicios modernos, se era feliz de pies a cabeza, las 24 horas del día.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Hacer la siguiente hipótesis sería como plantear lo mismo en el reciente mundial de fútbol de Sudáfrica, en el interrogante de ¿Qué hubiese sucedido si el árbitro valida el gol legítimo que Inglaterra le metió a Alemania y si se anula el de Argentina a México en fuera de lugar? Podríamos entrar en el mismo cuento del Gallo Capón, que sería como devanarse los sesos en un chiste sin final. Entraríamos en los avatares del destino. Pisaríamos en pantanos de arenas movedizas. Sería como decir que viva estaría nuestra abuela si no se hubiese muerto.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">La familia Hamburger Díaz se había salvado- podríamos decir- porque después de un siglo de paz, en los años ochenta el mundo empezó a descomponerse, hasta que el paraíso que era Bajo Grande- que a Fernanda no le parecía tanto- se convirtió en un infierno. A estas alturas del relato, pese a que fue visitado por el Vicepresidente Francisco Santos, está borrado del mapa.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Y lo peor que nos había pasado: un día, para justificar la apatía por aquellos peladeros de indios, Henry Hamburger, sobrino de Alfonso dijo en tono jocoso que Bajo Grande estaba lleno de minas, claro, de minas quiebra patas. Nada de minas de petróleo.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-2180518243803617622010-07-10T19:24:00.000-05:002010-07-20T15:06:42.677-05:00LOS RASTROS DE LA MEMORIA (I)<p class="MsoNormal" align="center" style="text-align: center;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b>UNA FLOR EN LA TUMBA DEL VALIENTE SOLITARIO.</b><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Crónica en honor del primer desplazado de Bajo Grande, después del viejo Miguel. El retorno a la tierra se convierte en un recorrido por cien años de olvidos, de incomunicación, en el que los sentimientos estaban intactos.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;line-height: normal"></p><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></span></div><span lang="ES" style="color:#333333;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:verdana;font-size:medium;">Por Alfonso Ramón Hamburger</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><br /></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><div style="text-align: right;">A Ledis Krolikowski</div><o:p></o:p></span></span></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;margin-bottom: 0.0001pt; line-height: normal; "><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">I. INTROITO NO PEDIDO AL SOLAR, EN MEDIO DEL FUTBOL.</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt; text-align:center;line-height:normal"></p><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></span></span></div><span lang="ES" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Donde quiera que uno muera, toda la tierra es bendita. (Juancho Polo Valencia)</span></span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHwMO3oz3TlY8-ELDuCxLor1npXuiEYtZ517WjfznMnopTzJ3y3yyj4PXrm7cVIz54CIu6IqPLxBuPIw04h9xxgb6RFolcXVQJDRhNHew9HBBUb4wSaz69ZSe-a79kToEC9btU/s1600/BAJO+GRANDE.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 226px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHwMO3oz3TlY8-ELDuCxLor1npXuiEYtZ517WjfznMnopTzJ3y3yyj4PXrm7cVIz54CIu6IqPLxBuPIw04h9xxgb6RFolcXVQJDRhNHew9HBBUb4wSaz69ZSe-a79kToEC9btU/s400/BAJO+GRANDE.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494671179566287714" /></a><br /></span></span></b></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bendita nuestra matria</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">con todos sus </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">arrestos,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">donde todavía le sigue lloviendo al sucio. En el fútbol el pasado ni la justicia existen, sólo el premio o el castigo, porque cada partido es una nueva historia. Es como renovarse a cada momento, reinventarse en cada jugada, en cada suspiro. Aquel accidente de Argentina 0 Colombia 5, es posible que no vuelva a repetirse en siglos. A diferencia del fútbol, para nosotros los mortales, el pasado es lo único real que tenemos. Y la tierra más bendita es aquella donde reposan los restos de nuestros antepasados. Quedamos sembrados en esa tierra para siempre. Por eso aquel monte que forró y casi borró a</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">Bajo Grande del mapa en estos años de terror y olvidos muertos no ha sido más fuerte que nuestros sentimientos y nuestra memoria, porque cerramos paso a la renuncia del pasado y no nos acomodamos al olvido. Nos podemos ir materialmente de la tierra, pero siempre nuestros sueños, nuestros pensamientos y visiones- infernales o no- nos regresan intactos a esas regiones donde nos parieron y donde corrimos libres tras un barrilete columpiado por la brisa de agosto, por donde nadamos en cabezones escondidos y charcos fríos, por donde correteamos detrás de la vaca Mapurito que se cansó de que le remedaran su nombre y enmudeció para siempre o del mulito que se acostaba en el camino para aliviarse de la carga. En estas lejanías que nos aprisionan, los mejores sueños han sido aquellos que nos hacen planear a bajo vuelo- como gavilanes- por las lomas de Arroz con Gallo, casi rosando el caballete de las casas de palma del Barrio Abajo, mirando los espléndidos patios comunes por donde nuestra parentela se prestaba la candela. Bendito sea Bajo Grande. Allí reposan los restos del viejo Miguel Herrera, el bisabuelo, y del viejo Pedro, aquel hombre solterón a quien se le pasaron los años, pero con la virtud del secreto del perro. Nelson Hamburger Herrera, su nieto, recuerda el verano lejano en que se lo toparon</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">saliendo a pie de Las Palmas para Bajo Grande. Iban</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;">en un Jeep Willys modelo 52. Se le acercaron, detuvimos el carro- él se detuvo también, receloso- y le invitaron a que se subiera, para llevarlo.</span></span></div></span></span><p></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />No se preocupen, que yo llego primero que ustedes, respondió, con mucha seguridad, echó un escupitajo en la hojarasca, atesó sus abarcas y prosiguió. Lo vieron con un costal al hombro perderse en la nube de polvo que lo borró del mapa en la última curva del camino. Debía caminar varias leguas bajo un sol canicular, pero no quiso el chance. Y cuál no seria la sorpresa, que cuando llegaron</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">a Bajo Grande ya estaba sentado en la puerta de su casa echándose fresco con su sombrero de vueltas. Nelson era un adolescente en aquellas calendas, henchido de asombros, pues no era posible que un hombre de a pie hubiese llegado primero que un carro, ni aun tomando atajos desconocidos, ni vericuetos secretos, a través de un camino atravesado mil veces por el mismo arroyo. Mi padre, que era aquel adolescente, con toda la seriedad del caso, explicó:<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />Es que el viejo Pedro tiene el secreto del perro.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">El viejo Pedro tenía el secreto del perro para vadear ríos crecidos, subir montes embarbascados, diezmar gusanos cachones y embolar al más brioso machetero, pero ahora yace sepultado en el cementerio de Bajo Grande, ese que está forrado por el trupillo y la pringamoza. En la única bóveda del campo santo de indios, reservada para los fundadores- pues el resto de mortales están sepultados en fosas bajo tierra- también yacen Wilfrido Hamburger Anillo y María Dolores Herrera, los abuelos paternos. Por ellos y su memoria esas tierras son benditas y de ellas no nos separa ni el tiempo ni la distancia. Se trata de nuestra resistencia, de la que hablaba Orlando Fals Borda, en su historia doble de la Costa.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">También está bendito San Jacinto de Duanga. En el cementerio de los godos, el de La Gloria, yacen “Mama Tera”, que traduce Teresa Vásquez Castellar y Félix Alberto Fernández Díaz, los abuelos maternos, al lado de Virginia Narcisa Fernández de Hamburger, la</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">maestra y el médico del pueblo.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Uno quisiera que sus seres queridos vivieran eternamente, dice Ledis Alfonsina, quien ha venido de Estados Unidos</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">a visitar la tumba de su padre,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">ahora que está reunida con la familia, después de trece años de ausencia. Incluso, ella quisiera </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">que después de muertos yacieran impolutos, embalsamados y sin hedor, en un lugar especial, donde les pudiéramos hablar. Que sus retratos fueran vivos. Pero no, la parte material se consume en esos depósitos oscuros- y de seguro por estos días calurientos – donde los huesos vuelven a ser tierra fértil. El alma, en cambio, que es el halito, el soplo vital, queda en el aire, penando o se deposita en el paraíso, en la Gloria de Dios, según el cumplimiento o no de los mandamientos divinos. Pero aún asi, la sepultura es el símbolo de la materia indestructible, que se transforma en otras cosas, que van desde el hedor hasta un montón de osamenta yerta y vacua para quienes son materialistas. Ya para entonces, no valen flores ni cruces, pero aun asi, cuidar ese lugar último o depósito del cuerpo yerto, se convierte en un ritual que se va desgastando con los años. De las nueve noches, cuando se le da la despedida al difunto en el levantamiento del velorio- ritual ya poco usado- se pasa a la misa de mes y de pronto a la de año. Después el tiempo parece ir diluyendo los sentimientos y los recuerdos son más difusos. Sin embargo, aquellas almas que se adelantaron en el viaje eterno, ofrendaron sus almas para cuidarnos desde el cielo, pese a que a veces ni les llevamos velas ni flores, las que muy seguramente le dimos o le negamos en vida. Especialmente las flores, que se venden a montones en ciertas fechas convencionales y nada más.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Ledis terminó su discurso y pidió un vaso de agua. Nada más porque su voz ya estaba quebrada.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">En mi caso, agrega José, que ha llegado de Sincelejo,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">apenas asomo en Las Mellas – esas lomas simétricas a un kilómetros de San Jacinto- que se bajan y se suben con el mismo envión e impulso, lo primero que pienso es en La Seño Viña y una vez me enfrento al panorama del pueblo, alzado en el risco, explayado en el valle faroto, encajonado sobre los Montes de María, con la Cruz de Mayo cual postal imponente y altiva, clavo mi mirada en las cruces blancas del cementerio de La Gloria. Allí empieza mi oración, invocando las tres divinas personas: El Padre, El Hijo y el Espíritu Santo, que me han regresado sano y salvo al pueblo al que me debo y al que jamás le he sido infiel: San Jacinto Pinturero. Allí está la tierra bendita. Allí mi padre y mis hermanos y muchos amigos. Allí está todo el folclor. Y todo es todo, para no entrar en detalles. Y cuando me regreso, allí poso otra vez mi mirada, en una de las cruces del cementerio está enterrada la mujer mas influyó en todos, la irrepetible seño Viña. Sé que sus huesos se deterioraron con rapidez, quizás sin la resistencia vital de su figura inmaculada que como el folclor, no admiten mayor explicación. Son una verdad irrefutable y punto. Entonces repito la oración que una vez me enseñó para viajar por el mundo y salir invicto ante las adversidades del camino. Era una santa. Su carácter de educadora trascendió mas allá de su figura diminuta y de su corazón enternecido. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Pero esta vez José pasa de largo y llega a San Juan Nepomuceno. Allí la tierra está bendita. En su cementerio yace el más anónimo y valiente de sus familiares, el que llevaba por</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">gracia: Alfonso</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Rafael Hamburger Herrera, el guarrú, el bordón del Wilfrido y María Dolores, el Benjamín de todos, pero el primero en marchar. Murió muy joven, después de ser un aventurero acérrimo, hombre valiente que no le tuvo temor al monte ni a las soledades. Falleció en la década de los noventa a los 57 años, después de un recorrido por Venezuela. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">José lo recuerda</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">como un tipo</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">de regular estatura, moreno claro y de pelo negro ensortijado, entre laceo y churrusco, de rasgos duros. Su mujer, Fernanda Díaz Lora y sus cinco hijos se fueron tras el sueño americano a los Estados Unidos. Y él, hombre de abarca y pistola al cinto, no</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">hecho para ese tipo de viajes,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">prefirió la provincia, el monte y el ganado. De hablado refinado,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Alfonso demostró la valentía de un hombre solitario. Era tímido, callado como los de su raza o demasiado decente. Pulcro para vestir y de impecable actuar. Prefería la cachucha al sombrero. Nunca supieron de otro hombre más noble y animoso que él. Pegaba como un Dios con su escopeta de dos cañones cargada con balas rasas. Una de sus pasiones era la cacería nocturna. Se iba solito por parajes abandonados por mortales vivos o muertos, a través de caminos escabrosos, rondando ciénagas embrujadas, donde los disparos le hacían mofa al cazador y se despertaba la manigua en las soledades cóncavas y planas de la oscura noche.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">“No sé si tenía amigos o no, porque casi siempre lo vi solo con su carabina al hombro, montado en un caballo brioso y por delante un burro con una carga de venados muertos a lado y lado. Ninguno de sus contemporáneos se atrevía ir solo donde él iba. No le temía a los muertos ni a los vivos. De haber sido militar hubiese sido el mejor, pero su vida se la dedicó al campo y a sus hijos, hasta que los tuvo en sus manos. Con ese rictus de timidez, su tez morena era marcada por unos oyuelitos graciosos, única herencia de algunos de sus hijos. Claro, la que mas recuerdas sus primos es a Ledis Alfonsina, que lleva el segundo nombre en su honor. Ella</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">ha contado, aprovechando la interactividad de la Internet, que lo conoció poco, de pronto porque era un hombre callado, pacienzudo, metido en sí mismo, romántico, sentimental, que jamás alzó la voz para regañarlos cuando niños. Tanto ella como muchos de su parentela, creen que aun después de muerto, sigue </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">cazando venados por los contornos de Frio de Perros, la finca de todos.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">.<br />“Creo que no tenia muchos amigos, pero era uno de esos hombres que no le temen a la soledad”,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">escribió Ledis, una vez leyó esta nota virtual, conmovida por la flor en su tumba solitaria y abandonada.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">“De veras, que en esta visita, a él le hubiese gustado mucho ver a sus nietos”, agregó Ledis.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Ellos, sus sobrinos reunidos en San Jacinto, desconocen bastante de su vida afectiva y familiar. Wilson, el</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">sobrino mayor, dice</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">que</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">sólo lo recuerda como una postal del Oeste cuando pasaba con su carga de venados frescos desde Frio de Perros para Bajo Grande, su celebres parrandas, sus montadas altivas en caballos briosos, algunos intentos de trifulca en los picots fiesteros y en especial una parranda después de un torrencial aguacero: la calle arenosa se escurría con rapidez, quedando sólo una corriente de agua color café con leche, que se deslizaba culebrera, que bajaba del barrio arriba, surcaba la calle ancha y doblaba para El Bajo, la estancia familiar. Iba borracho, estrenando el silencio del aguacero, en el centro de dos amigos, abrazados, y cuando llegaba al charquito, simplemente levantaba las dos piernas para pasar. Prácticamente los amigos lo llevaban en hombros. Después gritaba con alegría, hijueputeaba, le daba vivas a la mejor presa de las mujeres y bailaba solo. Ese otro día, sin recordar plenamente su tormenta, ensillaba su caballo y se iba para el monte, muerto de la pena.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Alguna vez se fue para aquel lado a coger algodón, dice José Wilfrido, otros de los sobrinos. Para “aquel lado” era cruzar el Rio Magdalena, convertido entonces en una barrera casi infranqueable de la naturaleza, que dividía a sabaneros y vallenatos en estilos de vida y de tocar el acordeón muy distintos. Su debilidad eran las jumas que se pegaba, perdiendo a veces el control. En su Bajo Grande del alma, donde todos eran familia por algún lado, sus parientes habían creado todo un respeto. Allí sus piruetas eran festejadas como cosa usual, natural, pero por tierra ajena había que pisar suave. En</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">campo visitante el encuero tenia que buscar su tierra. En los tiempos de “La Muchachita “, una canción clásica de Jorge Oñate con Los Hermanos López, se hallaba de aquel lado del río, de pronto recogiendo algodón para El Difícil ( Magdalena) o Codazzi ( Cesar), de pronto decepcionado de Bajo Grande. Son vagos</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">los motivos reales de sus andanzas, de pronto apesadumbrado por la derrota de la familia, que se había</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">marchado al exterior y había quedado solo. Haciendo memoria, lo ven en una cantina, a la orilla del río, donde varios hombres armados lo levantan a puño limpio. El se hace el muerto. Sus agresores lo toman por los brazos y las piernas y lo lanzan al agua, pero él, que se había levantado en las orillas de los arroyos, una vez en el agua se hunde a propósito y se deja llevar por la corriente, hasta saltar al otro lado. Cuando se sacude, en medio de la madrugada oscura, en una cantina están poniendo la mencionada canción:<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br /></span></span><b><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Yo tengo una muchachita/ es una muchacha bella/ pero a mi me mortifica, Humberto/ que no puedo hablar con ella, ayyy hombe.<o:p></o:p></span></span></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />Y después del verso, Oñate grita: ayy hombeeee, tierra mía.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">En medio del tema, se sacude </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">del frio con un lavagallos lagrimeado, Alfonso Rafael</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">emula la canción y tras lanzar aquella frase, se acuerda de su Bajo Grande, de su tierra mía, dejando de aquel lado todas sus pertenencias. No regreso más. Después se fue a Venezuela, donde una extraña enfermedad lo minó hasta venir a morir a San Juan Nepomuceno, aun muy joven, en enero tres de 1997. Carmen su hermana mayor, quien lo atendió hasta el último suspiro, cree que en Venezuela le echaron un maleficio y tuvieron que cortarle un brazo, lo que minó mucho su estado de ánimo.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">Cundo murió ya quería morirse, dijo Carmen.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />En etas vacaciones de Junio, monopolizadas por la lluvia, la familia ha querido recordarlo en</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">esta reunión a la que han llegado de todas partes los más allegados- y los que han podido, desafiando las distancias-</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">y en homenaje a su hija Ledis Alfonsina, quien no alcanzó a verlo en el ataúd, pero</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">que vino pocos días después y juntos visitaron su tumba. Desde entonces ya habían pasado trece años.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />En</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">esos días de goles y votos, ella vino a Colombia con su marido polaco de hablado enredado y sus hijos, a reencontrarse con ese pasado irrenunciable y ha visitado la tumba de su padre,</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"> </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;">el valiente solitario. En el cementerio, cuenta Wilfrido Erasmo- quien sacó la valentía de este tío compartido- que fue casi imposible hallar la dirección de la tumba, afectada por los cambios en el campo santo, arropada quizás por la campanilla y la balsamina del monte, pero al final se cumplió con ese deber de llevar unas flores a ese lugar sagrado, donde la tierra sigue siendo fértil y bendita.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom:0cm;margin-bottom:.0001pt;text-align: justify;line-height:normal"><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><br />Contrariando al poeta, ellos aseguran, que no siempre los muertos quedan solos.<br /><br /></span></span></span></p><span lang="ES" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Sincelejo, junio 20 de 2010.</span></div></span><o:p></o:p></span><p></p> <p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="line-height:115%;font-size:18.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-68194159412198654702008-01-09T18:08:00.001-05:002008-07-31T19:00:29.779-05:00DIARIO DE UN MOTOTAXISTA<div align="right"><span style="font-family:verdana;font-size:85%;"><strong>Por Alfonso Ramón Hamburger</strong></span></div><span style="font-family:verdana;"><br /><div align="justify"><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfrodVJODB891KE6oIESGXjEiW097j2XW1Jdw7Plk5KAiJbUefw8NVbfmE5tIqW7WZRrRaJw0IHk_iKCV_tF3u4FJm0tvoohl0mkWMGMXGTcQ8trBW4kNt_K-x6luVIqnA-aw-/s1600-h/Hamburguer+Alfonso.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5229332099353141474" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfrodVJODB891KE6oIESGXjEiW097j2XW1Jdw7Plk5KAiJbUefw8NVbfmE5tIqW7WZRrRaJw0IHk_iKCV_tF3u4FJm0tvoohl0mkWMGMXGTcQ8trBW4kNt_K-x6luVIqnA-aw-/s200/Hamburguer+Alfonso.jpg" border="0" /></a>Como si bailara terapia, el mototaxista viaja en su burra eléctrica- así les decía Albertico Fernández- en la caza de los clientes, que cada día son más disputados por la competencia. La cuota del vehículo, que paga por meses en una concesionaria, más los deberes del hogar, con una niña de un año, lo llevan super despierto, a cuatro ojos, porque la situación aprieta.<br />Ser dueño del vehículo le da su estatus sobre muchos que trabajan por una cuota en la mañana para quien le prestó la moto. De medio día para abajo es cuando pueden decir que empieza lo suyo. Se les ve agitado, delatados por su actitud psicológica y por las mangas largas postizas que se colocan en los brazos, en el afán de escapar de los estragos del sol. Cuando bajan por la carrera 17 hacia la avenida Alfonso López y ven que salgo de casa, me pitan hasta tres a la vez, como enjambres de moscas. Si se le saca la mano al que viene distraído, te atiende el que viene detrás. Ya ellos parece que conocieran al usuario habitual. A algunos ya no hay que darles direcciones. Ya saben donde vive uno. ¡Ah, a este monito lo veo por la plaza de Majagual!<br />Aunque se delatan con su ritmo terapia, porque el tiempo se convierte en su peor enemigo, tan letal como La Policía que les pone trampas en las esquinas, en cada mototaxista hay una historia. Los hay de todas las clases y tendencias. Campesinos desplazados que a duras penas saben prender el vehículo. Guerrilleros camuflados. Paramilitares. Desempleados. Profesionales. Tecnólogos, Padres de familia. Ex policías. Motociclistas asociados. Buenos conductores. Chambones. Amables. Groseros. Todos huelen a sol y gasolina. Pero al fin y al cabo, son un enjambre de colombianos que luchan en este estado de cosas para sobrevivir en el duro mercado y llevar para el diario vivir.<br />Con el tiempo se van volviendo duchos en el trajín de la ciudad. Se conocen al dedillo direcciones y vericuetos. Descubren historias. Saben que meterse en el anillo del centro es tan peligroso como una balacera en un ascensor. Te prestan el servicio, pero te advierten que te dejarán solo hasta la esquina de Las Vacas o en La Olímpica de La Pajuela. De allí hacia adentro es zona del tigre. Algunos se pertrechan en las esquinas con sus vehículos dispuestos al servicio rápido, oportuno, peligroso y barato. El mínimo costo del pasaje son 700 pesos, pero cuando el cálculo se les prende, te cobran 1000 y cuando más mil quinientos. Ellos calculan el trayecto de memoria, como el tendero que tiene el peso en la mano y corta la media libra de queso sin necesidad de meterlo en el peso. Hay algunos que son descorteces para el cobro. La mayoría tienen amarrado en la cintura un bolso en el que llevan el menudo para la agilidad en el vuelto. En las equinas estratégicas, donde bailan terapia mientras esperan, los distancia de los policías las miradas de recelo, como el boxeador que calibra la pegada del adversario mientras le calzan los guantes, a través de las curvas y del desfile de la modelo que anuncia el primer raund.<br />Alejito es un técnico en computadoras de una corporación sincelejana, con especialidad en Medellín. Hace tres o cuatro años, con su computador se ganaba la vida. Prestaba asesorías, levantaba textos, quemaba CD y vendía. Los sábados salía con 5 CD de música y regresaba a casa con 20 mil pesos. Con este negocio sucedió como con la venta de agua en bolsas. Se dañó. Ahora venden tres CD por 5000 pesos en los agáchate. En un tiro libre con barrera, Alejito preñó a su novia, porque no se explica que le paso al condòn. Su hermana también se dejó meter un gol. No hubo más remedio, el mototaxismo lo esperaba. Lleva año y medio en ese agite, pero nunca termina de aprender los secretos y los misterios de la ciudad. Todos los días traen su agite. Está terminando de pagar la moto, que sacó a crédito en un concesionario. Al centro no entra ni por el putas. Anda por las orillas, pero no tan en extremo, porque las orillas también tienen su peligro. En eso hay que ser equilibrado. La única vez que cayó en manos de la Policía fue por llevar a una anciana de limosna hasta la Galaxia del Plástico. No valió pataleo. La moto fue subida a la grúa y llevaba a las bodegas del transito. Había sido empleado alguna vez del Municipio y era amigo del papá de un policía. Después de seis días sin ingresos familiares, fue exonerado, ayudado por la política. Un amigo le pagó el costo de la grúa y el parqueadero, lo que es innegociable por los funcionarios municipales, pues este contrato es de una empresa privada. Los de las grúa parecen asaltantes de camino que embarcan las motos mal estacionadas y las desaparecen de escena en un abrir y cerrar de ojos.<br />La salud del mototaxista es precaria. La mayoría no tienen seguridad social, porque el seguro de la moto es primordial y ya no lo quieren vender. A Alejito, a los 8 meses de actividad, empezaron a salirle brotes en los brazos. La dermatóloga le mandó una crema que vale 70 mil pesos. Menos mal que una crema casera lo curó y ahora se protege con mangas postizas que lo delatan al ritmo del baile terapia de sus ojos saltones que buscan clientes.<br />Eso de los clientes para la cuota diaria, que oscila entre 10 y 25 mil pesos, deducidos los 7 mil de gasolina, si que es cada día un misterio. Los hay de todos los pelambres y estilos. Algunos regatean el precio. Otros dicen que espérame aquí que ya vengo y se vuelan. Otros, aún con corbata de ejecutivos, piden que los lleven a donde venden esa vaina, en los senderos del tigre, ya sea en El Bosque o Camilo Sexto. En este momento, el oficio se vuelve peligroso y a veces es mejor dejar perder los 700 pesos. No se está exento de un accidente o de un atraco.<br />... Y lo peor. No se sabe hasta donde irá a parar esta situación. No se vislumbra una solución, mientras el mundo sigue al ritmo endiablado del mototaxismo.</span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-58060771532580995062007-11-17T07:56:00.004-05:002008-07-30T20:18:57.497-05:00CIERTOS HOMBRECITOS SERVILES<div style="text-align: right; font-weight: bold;"><span style="font-size:85%;">Por Alfonso Ramón Hamburger</span><br /></div><div style="text-align: justify;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><br />Conozco ciertos hombrecillos que están cómodamente instalados en la realidad. Van a misa los domingos, comulgan y diezman de sus ingresos. Pagan s</span><span style="font-size:100%;">us impuestos en forma puntual. Son fieles a sus esposas. No protestan por el alza desmedida del agua, la luz o el teléfono. Saben exactamente la fecha en que Colombia le ganó por cinco goles a cero a la Argentina, el día que Lucho Herrera ganó la vuelta a España y cuántos goles marcó el Junior de Barranquilla en su último campeonato. Esos hombrecillos jamás se equivocan, pero tampoco cambiarán el mundo.<br /></span><br /><span style="font-size:100%;">A esos hombrecillos les conozco el espiche, como dice mi papá. Los reconozco a leguas. Son formalitos. Se los encuentra uno en los supermercados emp</span><span style="font-size:100%;">ujando el carrito, con una barriga de pequeño burgués, los zapatitos embetunados y ropa de Almacén Carmelita. O se los halla uno saliendo de la panadería de la esquina, con una bolsa de pan, mientras el mundo va a un despeñadero. Sus hijos estudian en el mejor colegio de la ciudad y discuten sobre el carro nuevo, el apartamento lujoso o el disco de Shakira. De hecho, sólo cuentan con el voto suyo y si acaso con el de su mujer, pero están enganchados en una institución oficial u otra privada manejada por los políticos, donde lograron entrar gracias al tráfico de influencias usual en estas tierras caribes. Algunos se gradu</span><span style="font-size:100%;">aron en la Universidad que el tramitador de ce</span><span style="font-size:100%;">rtificados falsos, El Garrafón tiene montada en el parque Santander y aunque tuvieron altibajos, un rato de suerte los equilibró en sus puestos. Algunos de ellos son caminantes y pintaron el mapa de la prosperidad o fueron cursillistas de no sé qu</span><span style="font-size:100%;">e movimiento católico, para estar más cerca de las decisiones de los altos jerarcas. En sus posiciones burocráticas sólo esperan que pase el tiempo para lograr una jubilación y dedicarse a llenar crucigramas, jugar dominó y arrancón bajo un palo de laurel.<br /></span><br /><span style="font-size:100%;">Por la vida uno se va encontrando estos hombrecillos. Son los primeros que se oponen a la gente talentosa que llega a esas instituciones y proponen cambios. Para ellos todo está bien. Le tienen mie</span><span style="font-size:100%;">do al cambio. Y son, por supuesto, los primeros en votar en las elecciones, claro, por el mismo de siempre.<br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqfMYfqeGHlmQtAlUOHsPcEow-F0p2e4V9uY_HEF7HVFtwLhoFYfAC7o_-ObqFGQl7pQYTr_bytIV9mPOaAbSWYEhQIUsbWzfKne-48-oP5VYhYcKkLkJqp5DLR35lcjQc3QID/s1600-h/servilismopolitico.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqfMYfqeGHlmQtAlUOHsPcEow-F0p2e4V9uY_HEF7HVFtwLhoFYfAC7o_-ObqFGQl7pQYTr_bytIV9mPOaAbSWYEhQIUsbWzfKne-48-oP5VYhYcKkLkJqp5DLR35lcjQc3QID/s400/servilismopolitico.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5228980601378585378" border="0" /></a><br /><span style="font-size:100%;">... Ese tipo de hombrecillos, de tantos que infortunadamente uno va encontrando en casi todas las instituciones, no van a cambiar el mundo, pero no se dan el lujo de cometer errores. Y las instituciones donde cayeron con base en el lagarteo, no están preparadas para una arremetida de la competencia en este mundo globalizado, porque se quedaron en el tiempo. Se les olvidó que la única manera de mantenerse jóvenes es seguir estudiando.<br /><br /><br />Esos hombrecillos, cómodamente instalados en la realidad, los hay por todas partes. Hablan bien de los políticos de turno, les hacen el mandado. Algunos fungen de periodistas. Otros creen que no hay nada nuevo bajo la luz del sol y se dedican a contar los días, mientras llega la quincena. Esos hombrecillos no demarcarán el derrotero de un nuevo Sucre ni una mejor Colombia.<br /><br />Sucre y Colombia necesita de hombres arriesgados, que se atrevan al cambio, que sean francos y transparentes: que no se embriaguen como un chevrolito porque algo les salió bien. Se necesita de hombres que se atrevan a cometer errores, que propongan, que pregunten, que cuestionen, que feliciten solo cuando haya que hacerlo, que establezcan una verdadera relación de cotidianidad, como mi paisano Jorge Ramírez Caro, que a sus 42 años, acaba de ganar el premio Ateneo de Novela en España, porque se atrevió a derrotar el realismo mágico del Macondo tentador de Gabriel García Márquez, que tanto daño le ha hecho a los nuevos narradores colombianos.<br /><br />De Ramírez es la siguiente frase: “A veces el ejercicio de la crítica encuentra su principal obstáculo en el miedo o en el servilismo: tememos disentir porque somos fieles, obedientes y serviles. No queremos ser puestos al margen ni en contra del centro. Queremos cortejar, agasajar y complacer a todo aquel que represente un peldaño para nuestro ascenso”.</span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-81845699582996569472007-08-20T19:22:00.000-05:002008-07-30T19:53:20.124-05:00¿POR QUÉ VUELAN LOS GOLEROS?<div style="text-align: right;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" ><span style="font-size:85%;">Por Alfonso Ramón Hamburger</span></span><br /></div><div style="text-align: justify; font-family: verdana;"><span style="font-size:100%;"><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLjEf45puypYgUYCvJaFS3qBD_eaC8o-USxd-kEtNvlthN5OZ5cLVv0JkN24-dXwbkjGYFFAWgF1EbI4GojuPyG4_MJRptLiVr_48k3hb0v8UqKYoGOzlrvC0dJa0mKO81VGAm/s1600-h/403_question+mark.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLjEf45puypYgUYCvJaFS3qBD_eaC8o-USxd-kEtNvlthN5OZ5cLVv0JkN24-dXwbkjGYFFAWgF1EbI4GojuPyG4_MJRptLiVr_48k3hb0v8UqKYoGOzlrvC0dJa0mKO81VGAm/s320/403_question+mark.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5228973594577334818" border="0" /></a><span style="font-size:100%;">Papi ¿Por qué vuel</span><span style="font-size:100%;">an los goleros? Mija, porque tienen alas. Papi ¿Cómo aterrizan los </span><span style="font-size:100%;">goleros? (¡?¡’...)<br /><br /></span><br /><span style="font-size:100%;">En la parte trasera del carro, mientras conduzco esquivando las motos y pendiente de las noticias de la radio, Mariali me va levantando a preguntas.<br /><br />La voy viendo por el espejo retrovisor y observo sus cachetitos de cuatro años y sus ojos que se van tragando todos los detalles del mercado El Papayo.<br /><br />Mariali ya dejó las pataletas para no ir al colegio y ahora está en la época de las preguntas. Los psicólogos dicen que los niños son como una esponjita que todo lo va recibiendo y guardando en el disco duro.</span><br /><span style="font-size:100%;"><br />Papi ¿Cómo aterrizan los goleros? Mientras trato de cruzar la avenida Ocala en la intersección de la Avenida Alberto Gómez Revollo (¡?), siento todo el peso de la confusión. Los goleros, que están estirando sus alas parados en la punta de los postes de la luz me han metido en un lío. Al final y en el momento en que en la radio comentan la alocada propuesta del Alcalde de coronar al Rey Uribe, logro descifrar el rompecabezas del cruce. No hay un semáforo y toca abrirse a lo bravo en el marasmo vehicular de las 6 y 45 de la mañana.<br /><br />Rumbo al colegio me siento impotente. ¿Cómo aterrizan los goleros? ¿Por qué vuelan? Estoy partido. Mariali me ha dado una lección. Por lo regular a veces voy muy entretenido con los comentarios de Silvio y de Domar ( mis queridos compadres) y no le presto atención a esa periodista en ciernes que llevo en el puesto de atrás.<br /><br />Entre los dos y los cuatro años, los niños reciben la información que los moldeará para toda la vida, dicen los psicólogos.<br /><br />Confieso que estoy emocionado. Mis novias fantásticas han pasado a un segundo plano (menos una y ella lo sabe). Ahora no cambio las lecciones diarias que me dan Mariali y Orieta. Por eso no me da pena compartir estas experiencias con los lectores, pese a que algunos críticos se sientan incómodos.<br /><br />Llegando a la Troncal, Mariali me comenta que hace calor, entonces trato de desquitarme y le pregunto que si acaso ella sabe qué es frío y qué es calor.<br /><br />- Claro, Papi, calor es cuando tienes que prender el abanico y frío cuando abres la nevera.<br /><br />Me dejó pasmado. Dicen que ese es el tipo de preguntas que se manejan en la educación de hoy. Las respuestas son conceptuales y no tienen que ser la repetición exacta de lo que se lee en el libro oficial, menos si es recomendado por una editorial de esas que sólo cambian el nombre, porque el contenido es el mismo, pero más caro.<br /><br />Cada pregunta que Orieta y Mariali me hacen es como descubrir que nos hemos quedado obsoletos y que nada sabemos realmente, pero las recibo como una linda oportunidad para repasar la escuela que nunca tuve en la infancia que nos correspondió vivir allá en el monte, pero no por ello infeliz.<br /><br />Ahora que escribo estas reflexiones, refugiado en la escritura, escuchando a Manuel Medrano para huir de la mala televisión con su pasión descomunal de goles, glúteos y guerras, se me ha acercado Orieta, con una pregunta a quemarropa ¿Papi, que es singular y que es plural?<br /><br />Ella, sin tomar apunte (como su papá en las ruedas de prensa) toma la idea, va, escribe y regresa.<br /><br />Me cuenta cosas de la jornada. Sus amiguitas están locas con el tema promocional del factor XS. Todas han puesto a sus padres en pretina para que les compren el CD. Ella no, por lo que una de sus compañeras la quiso ofender señalándole que era la única que no tenía el mencionado CD en su salón.<br /><br />Su respuesta la puso en su puesto: “Mira, amiga, en vez de estar pendiente de la telenovela de moda deberías preocuparte por estudiar más porque reprobaste dos materias”. ¡Plop!<br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-86110105813854853802007-07-31T14:05:00.000-05:002008-08-01T10:17:07.996-05:00TENGO AMORES CON LA CHECHI<div align="right"><span style="font-family:verdana;"><strong><span style="font-size:85%;">Por Alfonso Ramón Hamburger</span><br /></strong></span></div><span style="font-family:verdana;"></span><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;"><strong></strong></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;">Tengo amores con la Chechi Baena, pero ella no lo sabe. Siempre ha sido así. Ajá, uno se enamora solo, va a las citas, pero lo malo es ilusionarse.<br />No es la primera vez que me sucede. Cuando surgió Isolina Majul, una niña barranquillera que destrozaba a los ajedrecistas contrarios como si jugara un partido de damas con tapillas de cerveza, fue lo mismo. La briosa mente de la hermosa barranquillera era tan contundente que parecía una candela arrasando casas de palmas apretujadas en una planicie en pleno verano. Sólo quedaba el solar. Con esa misma fuerza arrasaba mi provinciano corazón. Y yo la amaba...<br />Lo bueno de estos amores míos es que no le hacen daño a nadie ni a mi mismo tampoco, pues muchas veces me han servido de inspiración. Como en el caso de Rubén Darío Salcedo, quien no logró tocarle un solo pelo a La Colegiala, pero ella le regaló tres de sus mejores canciones, en medio de esa borrasca de pensamientos entristecidos del primer amor.<br />De Isolina me gustaban muchas cosas y llegué a soñarla como la mujer ideal para llenarla de hijos, pero la veía tan flaquita, tan niña y yo ya era un hombre de universidad. La quería por ser costeña (soy costeño por encima de todo) y barranquillera, además. Era hija de un hombre humilde, que la cuidaba como a leche en verano.<br />Seguí su carrera hasta mucho después de venirme a las sabanas, pero jamás me le acerqué a nada, pues soy alérgico a los autógrafos, menos si provienen de esa persona que se ama en silencio.<br />Ahora yo sigo joven y ella ya es una dama. Hace poco la vi en una entrevista por televisión. Sigue siendo bella e inteligente. Al fin, se casó con un moreno cabeza cuscú. Creo que era su entrenador. Hasta mi mujer, sin saber que la reina del ajedrez algún día fue mi ilusión, dijo que ese man era muy feo para ella. Yo guardé silencio.<br />Fui cobarde para abordarla. ¿Qué tal si la espero? Jamás la vi en persona. Y creo que fue lo mejor, pues me hubiese desmayado del susto. A lo mejor, si la veo, no hubiese sido capaz de decirle nada.<br />Ahora tengo amores con la Chechi Baena, pero ella no lo sabe. Pero resulta que este es un amor diferente, de más respeto. ¿Acaso amar es un delito? Es un amor que está más cerca de mi sentimiento regional. Cuando la veo en la televisión y en las propagandas, haciéndonos quedar tan bien, pero tan bien, me acuerdo de Cartagena y los años que sentí en la piel la palpitación de sus murallas ( 1987-1992). Eugenio, su padre, es nuestro colega y me imagino lo orgulloso que debe estar, como lo deben estar los colegas comentaristas del deporte.<br />Cuando pasaba en las busetas o en el carro papamóvil de El Universal detrás de los casos judiciales de Cartagena en el Pie de la Popa, me encontraba que Eugenio estaba sacando su carro del parqueadero de su inmensa casa de ricos. A veces me lo encontraba en los bancos, en las ruedas de prensa o en otras partes, pero jamás sospeché que un día tuviera una hija tan hermosa y practicando un deporte no tradicional en Cartagena. Ella tendría 3 , 4 o 5 añitos, pues nació el 10 de octubre de 1986. Ahora ya es una niña-mujer. Tener una hija así luce mucho para un padre periodista. Es un ejemplo que nos enaltece a los periodistas.<br />... Y la Chechi estuvo en Sincelejo y yo me quedé quieto en mi casa, pues soy cobarde para afrontar la realidad. ¿Será que ya estoy perdiendo el olfato del periodista? ¿O fue que le tuve miedo? ¿Quién le hizo la entrevista que debía hacérsele? Por Dios y la tuve tan cerca.<br />La vi delgada y pequeñina en la prensa, pero radiante y hermosa, con esa sonrisa que trasciende más allá de la ilusión. Doy gracias a Gustavo Pérez, por presentármela en una entrevista de este domingo 21 de marzo, en que no he resistido el deseo de gritar este amor y por eso he corrido al computador. Percibo en esta entrevista que en sus respuestas hay mucha ternura e inteligencia. Tiene chispa y deduzco que estudiará otra cosa distinta al periodismo, pero al final será periodista como su padre.<br />Yo, de prono me la hubiese embarrado en una entrevista con ella, pues habría comenzado, como todo un bobo, por la última pregunta que le hizo el negrazo cartagenero. ¿Quién es el dueño de tu corazón? Dicen que preguntarle a una pretendiente si tiene novio es sacarse uno mismo de taquito. Eso me lo aprendí de memoria de tanto tirar el lance sin conseguir nada. Confieso que en el amor he sido muy torpe y a la hora de la verdad no sé expresarme demasiado y por lo regular hago como el burro cuando lo espantaba el tigre. Se iba corriendo, pero regresaba a ver quién era el que lo había asustado y allí el tigre si que se lo cogía.<br />Si yo hubiese sido Gustavo, habría comenzado la crónica con el cuento de la casa y de las palomas. La casa inmensa y rosada del barrio Pie de la Popa donde nació mi amada, esa novia mía y de todos los colombianos, era visitada por un enjambre de palomas que a cada instantes se le revelan como la imagen más recurrente de una niñez feliz.<br />Y la paloma voló y voló, dejándome con esta fregantina en el corazón.</span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-59342268942415502592007-07-10T18:30:00.007-05:002008-07-30T19:15:56.977-05:00EL CORAZÓN DEL GOBERNADOR<div style="text-align: right; font-weight: bold;"><span style="font-family:arial;font-size:85%;">Por Alfonso Ramón Hamburger</span> <span style="font-size:85%;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><br /><span style="font-family:arial;">Me dijo una amiga en broma, con ese lenguaje macondiano que en el momento en que los médicos le abrieron el corazón del Gobernador Jorge Anaya Hernanadez, para lavarlo, salarlo, ponerlo al sol y colocárselo de nuevo, el cirujano encontró un pedazo de queso. Era un pedazo de queso sinceano como de una libra y cuatro onzas completas, pesado en peso de totuma de palo, de esos que a veces resultan tramposos.<br /></span> <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8fkTcRdOrRQiaRbEUr2su1POgqM59aFbUt9cY6ygPDVFnzZEDt5TefKyVGS3IlYE2NDeyM10dnuuwauKLjogwzoUjrshn45IZ226_QYKr5ELkiVr3QAyWHz2lQZSOPqQR0QgH/s1600-h/Queso.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8fkTcRdOrRQiaRbEUr2su1POgqM59aFbUt9cY6ygPDVFnzZEDt5TefKyVGS3IlYE2NDeyM10dnuuwauKLjogwzoUjrshn45IZ226_QYKr5ELkiVr3QAyWHz2lQZSOPqQR0QgH/s320/Queso.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5228963840984834322" border="0" /></a><br /><span style="font-family:arial;">“El cirujano se parecía a mi abuela. Tenía el peso en la mano” precisó la dama.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />¿Qué más le pueden encontrar en el corazón a un Cinceano? Agregó la mujer, con cierta coquetería. Y yo, que me crie a punta de leche de vaca, también lo creo.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Aunque en el enunciado había cierta picardía </span><span style="font-family:arial;">y un poco de temor a la vez por tratarse del corazón del Gobernador, la mujer estaba en lo cierto. No sé con exactitud que filósofo fue quien lo dijo, pero el hombre “es lo que come”.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />Y por ende, ese corazón del Gobernador, me imagino que debe pesar como cuatro libras por lo menos, sino más. Si fue hecho a punto de yuca sabanera, queso, suero y carne en llanera, debe ser un corazón fuerte en lo físico. De ese otro corazón, del espiritual, deben encargarse quienes de veras conocen a este hombre apacible que ni siquiera los arrebatos de un muchacho con ganas de sucederlo en el trono pudieran descomponerlo cuando lo sacudió a punta de preguntas agresivas. El corazón humano no es de acero, como el de la colegiala de Rubén Darío Salcedo, de modo que no resistió las arremetidas de una camioneta de vidrios ahumados estrellada adrede contra la verja de su residencia y se enmarañó. Si, enmarañó es la palabra según dicen en la mojana. Se reventó.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />Lo del corazón no solo es un problema del Gobernador, es un problema de la sociedad actual, arrinconada por el estrés y el estándar irracional. ¿Sí tenía necesidad este señor de ser el Gobernador de uno de los departamentos más corruptos y atrasados del país? Es la pregunta que se hace la gente en la calle. “Un señor jubilado, que ha tenido todas las dignidades de su partido (¿o grupo?) que se dedicaba a llevar a sus hijos y nietos al colegio, no debió asumir tanta responsabilidad”, escuché en un corrillo.</span> <span style="font-family:arial;">“Es que el corazón es una presa traicionera”, me explicó alguna vez el compositor Miguel Manrique, para señalar que cualquiera puede morir de este mal, de esa presa, en la que dicen se anida el sentimiento del amor.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Las estadísticas dicen que los problemas cardiovasculares son la segunda causa de muerte en el país, después de las balas. Existen antecedentes según los cuales, un gran jefe guerrillero murió del corazón y no de las balas, lo que es algo extraño en un país en guerra, como el nuestro.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />De todas maneras, hecho a punta de queso o de otra cosa, el corazón del Gobernador ha sido reparado y podrá aguantar por mucho rato, pues no se trata de un transplante sino de una reparación de cañería casi obstruida por la grasa. Lo de salado y secado al sol como cualquier carne de res o de marrano es algo macondiano, una figura garciamarquina, propia de Sucre, verdadero espacio creativo de Gabo.</span> <span style="font-family:arial;">Y de hecho, aunque este es un departamento en estado de embotellamiento y con pocos signos de alivio (por favor lean el estudio que le patrocinó Fonade a la Fundación Sabanas, Golfo y Río), hay que gobernarlo más con la cabeza que con el corazón. Y por ende no se trata de que quien lo maneje sea un tipo que se trague a zancadas todos los vericuetos de sus cinco subregiones (¿O seis?), sino que administre con sensatez y sin la presión de los malabares que se hicieron para llegar al cargo.</span> <span style="font-family:arial;"><br /><br />Quienes pregonan como bandera la juventud para dirigir se olvidan que senado viene de senil y que los abuelos son los que cargan la mayor sabiduría para aconsejar el destino de los pueblos.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Tampoco se necesita de briosas camionetas cuatro puertas repletas de guardaespaldas para mandar en un territorio, cuando Simón Bolívar libertó cinco naciones a lomo de caballo.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Además, ¿por qué achacarle todo el sentimiento al corazón, cundo no se puede vivir sin hígado y sin riñones?</span> </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-39615280808659695912007-05-26T10:14:00.000-05:002007-05-26T10:15:26.259-05:00LAS ESQUINAS DE SAN JACINTO EN TELECARIBE.<div align="justify"><strong>Sincelejo.</strong> La filosofía ha tratado con especial interés el tema del tiempo, del que Ortega y Gasset dice que es estático y que somos nosotros los que pasamos por éste. En cambio, el espacio, el que habitamos y que nos habita, apenas empieza a ser motivo de interés por quienes aman el pensamiento. Las calles, las plazas, los patios y especial las esquinas en nuestros pueblos caribes, son vitales.<br /><br />En San Jacinto, especialmente por la poética de Adolfo Pacheco, existen famosas esquinas que todavía permanecen pese a los embates de “la modernidad” , las motos, los carros y la guerra, como El Gurrufero, La Cuevita, La esquina de La Trampa y Pacho el Curita, amén de la tienda de Licho el de Gucho.<br /><br />Este es el tema de VOX POPULI, que hace una correría por las esquinas de San Jacinto, lugares de encuentro y de tertulia. Para hablar de esas calles por donde la gente aun camina por el centro y de esas esquinas inolvidables donde se hicieron los primeros fandangos y se estrenaron los sentidos de la gaita, fueron invitados los filósofos Numas Armando Gil y Tomas Vásquez Arrieta.<br /><br />Véalo este sábado 26 de mayo por Telecaribe, 10 y 30 P.M</div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-45313287543061348852007-05-19T12:02:00.000-05:002007-05-19T12:12:15.693-05:00VOX POPULI (DE CORRERIA):LAS GAITAS MAS AFINADAS DEL MUNDO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASkH-vpsb_LUsOphfT-RvJFMFZ7Gjo_0vN43gxDVz7kkMDi64maR9RRS_wJon1GmnWuG1yYQ5mtQQu6Zsfo0GxHrg1CoLWTSv3liHYU58PqmiSs6IlutOmmfR72KgTmc-NHpa/s1600-h/Juancho+Nieves.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5066320295300497314" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgASkH-vpsb_LUsOphfT-RvJFMFZ7Gjo_0vN43gxDVz7kkMDi64maR9RRS_wJon1GmnWuG1yYQ5mtQQu6Zsfo0GxHrg1CoLWTSv3liHYU58PqmiSs6IlutOmmfR72KgTmc-NHpa/s320/Juancho+Nieves.jpg" border="0" /></a> <strong>Sincelejo.</strong> Las gaitas más afinadas del mundo, capaces de ensamblarse perfectamente en un formato orquestal, es el tema del periodistico VOX POPULI, DE CORRERIA, que presenta esta sábado 19 de mayo a las 10 y 30 de la noche Telecaribe.<br /><br /><div align="justify">Alfonso Hamburger, director de este programa, rompió el esquema tradicional de la crónica para darle la palabra a la música y a los instrumentos más ancestrales de América, las gaitas cabeza e cera, que han tomado una nueva dimensión con Juancho Nieves, un músico sabanero que lleva una investigación seria sobre este instrumento.<br /></div><br /><div align="justify">Con sus gaitas afinadas con el sistema universal 4:40 Nieves conformó una orquesta para interpetar claíscos de la sabana como El Bide, El Pájaro, El Vaquero o La Pava Congona. Nieves celebró sus primeros 50 años en el magestuoso teatro Los Corraleros de Sincelejo, acompañado por Mario y Felipe Paternina, Rodrigo Petro y Alejandro Garcia, en un concierto convocado por el periodista Manuel Medrano Barragán, para celebrar el día de las madres,las madres gaitas.</div><br /><div align="justify"><br />La música sabanera, que no se cansa de explorar nuevos formatos, tiene la palabra en este periodistico, donde los televidentes podrán ver los adelantos musicales de La Sabana, cuna de los gloriosos corraleros de Majagual, precursores del exitoso conjunto "vallenato" o de acordeón de hoy.</div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-46757048613100920132007-05-11T20:54:00.002-05:002008-07-31T21:26:32.031-05:00EL MAGO DEL CELULAR<div align="justify"><span style="font-size:85%;">El ex senador sucreño, Alvaro García Romero, procesado por paramilitarismo, no terminó el bachillerato, pero conoce al dedillo la psicología del sabanero y usa su inteligencia emocional para reinar en medio de la pobreza de uno de los departamentos privilegiados por la naturaleza.</span></div><br /><div align="right"><br /><strong><span style="font-size:85%;">Por Alfonso Ramón Hamburger.<br /></span></strong></div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:verdana;">El ingeniero hacía todo lo posible por transmitir de la mejor manera su proyecto de una nueva emisora para Sucre, en un almuerzo de trabajo. Explicaba sobre la longitud de la antena, la potencia de los equipos, el logo, la imagen corporativa, el mercadeo, la programación, los resultados...<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpYYMLqbF7Ch_AK0DnQp2eBSO80OZZY5kDivALWh7M4jGZ5h9y6ENVp4Jke_FZ2otv6QrbZ9ek50LY8zZz8uE3OpdF1-ASU8nJS2t42fcUTxq74zoahVPU7oUuvPzuo_0RAE66/s1600-h/Gordo+Garcia.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5229369882324450338" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpYYMLqbF7Ch_AK0DnQp2eBSO80OZZY5kDivALWh7M4jGZ5h9y6ENVp4Jke_FZ2otv6QrbZ9ek50LY8zZz8uE3OpdF1-ASU8nJS2t42fcUTxq74zoahVPU7oUuvPzuo_0RAE66/s320/Gordo+Garcia.jpg" border="0" /></a>Alvaro García Romero estaba que se dormía con la charla y la voz sinuosa del ingeniero, entonces optó por interrumpirlo, claro, como siempre, con mucha diplomacia.<br />Me disculpa, ingeniero, yo no quiero una emisora para ganarme el almuerzo. Yo quiero una emisora para contestarle a Julio Guerra Tulena. Y después de una pausa agregó: "Eso sí, lo único que quiero es que suene más que la de Julio Guerra Tulena".<br />Los Guerra Tulena llevaban muchos años como los amos y señores de Sucre y se atrincheraban en dos emisoras, Radio Piragua y Radio Costenera.<br />Me cuentan que, palabras más palabras menos, intenciones más intenciones menos, en esta forma nació Radio Caracolí, la emisora del hoy detenido senador Álvaro García Romero.<br />Este pasaje pudiera interpretar sociológicamente lo que ha sido el manejo que nuestros dirigentes le han dado al Departamento de Sucre, el mas atrasado del país. En medio de los enfrentamientos del pasado (García- Guerra, García- Dager, García- Merlano, García- Pérez , García – Arana y ahora García- Corte), se ha despilfarrado parte del pasado y comprometido parte del futuro de este sufrido departamento. ¿Quién ha sido capaz de robarle la segunda base a García después que él mismo lo llevara a primera con bolas intencionales? El problema ha sido que los engendros de García salen peores y es mejor malo conocido que bueno por conocer, dice la gente. Las clientelas populares, como en los tendidos de las corralejas y las fiestas de gallos le apuesta al gallo más asesino, porque no les gusta votar por un perdedor. Siempre le juega al ganador. Un gallo bueno no triunfa en el medio perverso de la gallería. Gana siempre el gallo jodido, el malo, el desgraciado.<br />En un tratado del que se echó mano para la primera parte del libro EN COFRE DE PLATA, se plantea esta situación sobre la creación del Departamento de Sucre: no hubo un modelo para el nuevo departamento, como se pudiera decir del proyecto paisa o del Cesar, por ejemplo. Fue un cambio para no cambiar. Una división burocrática nos separó de Bolívar. Culturalmente somos los mismos. No hubo resistencia por parte de la clase dirigente de Bolívar, que por sus tentáculos familiares y de intereses económicos y personales, seguían y siguen ligados a Sucre. No hubo forcejeo con la rancia clase cartagenera, más interesada en el reinado de belleza. Ellos nos veían como una provincia de toros y corralejas, lejana, extraña.<br />El cacicazgo político reemplazó al encomendero español. Las clientelas costeñas versus el centralismo cachaco. La ineficiencia y la ineficacia, han sido factores del subdesarrollo. Las adherencias políticas y familiares dan buen resultado electoral, pues se maneja a las anchas el poder, pero generan ineficiencia e ineficacia en el manejo de Estado.<br />Remontándonos a los Zenúes, encontramos que a la llegada del español, nuestros indígenas no dieron pelea sino que se replegaron, dándole paso a una cultura de inclusión, que ha tenido su resultado en nuestra música, con el nacimiento del fenómeno de la fusión (acordeón con bombardinos, gaitas, bajos, guitarras), hasta terminar en el exitoso proyecto de Los Corraleros de Majagual. Los músicos lo lograron gracias a su calidad porque celos y tropiezos abundaron. El problema ha sido en lo político y en lo administrativo. Y nuestros antepasados Zenúes también lo lograron en la ingeniería, al manejar perfectamente la irrigación de las aguas mediante un sistema de espinazo de pescado que la ingeniería contemporánea no ha podido interpretar fielmente. También nos legaron el sombrero vueltiao, prenda artesanal insuperable, hoy nuestro símbolo nacional por encima del café o las esmeraldas.<br />Los políticos nuestros son eficaces, pero no eficientes. Ellos saben quién tiene tal número de votos, piden el precio, y los compran. No hay cosa más dura que un hombre conquistar a otro hombre para que vote por él. "Mire compa, usted no sabe lo que cuesta voltear a un liberal recalcitrante, hay que perderle por lo menos 45 noches de visitas", me dijo una vez el difunto Alfredo Urruchurto, uno de los lideres de Álvaro García Romero.<br />Esa parece ser la diferencia. García sabe dónde están las Marías Ruiz, Los Bayos Espinosa, los Alfredo Urruchurto, y los demás "Líderes" que ponen los votos.<br />Pero la situación no es como para abordarla tan ligeramente. El fenómeno García (entre más se le ataca de mafioso y de malas compañías, más votos alcanza) habría que analizarlo más que con profundidad, sociológicamente, y con todas los lógicas existentes. A mí, personalmente, como periodista me atrae la personalidad de este personaje. Nadie le ha hecho la entrevista que debe hacérsele, que sería como entrevistar al Departamento de Sucre.<br />Cuando habla por su emisora, y eso que es una o dos veces por año ( dicen que cuando lo hace lleva unos tragos encima), éste parece dirigir los temas, porque a los periodistas que allí laboran presuntamente les pasa como al ingeniero que vino a instalar esa estación radial, nunca le preguntan cosas importantes más allá de la coyuntura burocrática. Lo importante es que la emisora suene más que las otras. ¿Qué tal si sigue las indicaciones del ingeniero? ¿Qué tal si la emisora no se monta para que sonara más que la de Julio Guerra, sino para que sonara más por el desarrollo de Sucre?<br />Lo que he conocido de García ha sido por fuentes cercanas que no estoy obligado a revelar. Y realmente me sorprende su inteligencia (no siempre para la maldad) y su sagacidad para las estrategias: dicen que durante un presunto secuestro de diputados para elegir Contralor de Sucre, a todos les quitaron el celular, porque nadie sería capaz de resistirse a una de sus llamadas. El controvertido ex senador hace su primera llamada a la una de la mañana y desde un celular maneja el Departamento.<br />Supe que su capacidad para sobrevivir en esta selva que es la política de Sucre comenzó en Ovejas, cuando siendo un niño sus padres lo castigaban por sus travesuras y lo aislaban en el segundo piso de su casa a pan y agua; entonces comía más, pues "sobornaba" a los vendedores que pasaban por la calle. Les tiraba una pita y con ella subía en una olla que el bollo, que las butifarras, que las hileras de huevo de iguana, que el chicharrón de adentro. Allí empezó a ganarse el remoquete de El Gordo. ¿Cómo conseguía la plata? Ese es otro cuento.<br />Y los sucreños somos tontos. Todos escuchamos la emisora de García porque es la emisora de García, pero resulta que no aparece a nombre de García y quien menos habla por ella es García.</span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-34030892178156493772007-05-04T09:52:00.000-05:002007-05-04T10:23:21.674-05:00VOX POPULI (DE CORRERIAS): SABANEROS EN VALLEDUPAR<div align="justify"><strong>Sincelejo.</strong> Sabaneros en Valledupar, es el título del capitulo de este sábado cinco de mayo del periodístico Vox Populi ( De correrías), que dirige y presenta por Telecaribe a las 10 y 30 de la noche el comunicador Alfonso Ramón Hamburger desde Sincelejo.</div><div align="justify"><br />Se trata de una correría por la 40 versión del Festival de la Leyenda Vallenata, en la que participan aquellas personas que llegaron a Valledupar y se quedaron a vivir en esa ciudad. Hoy, muchos de ellos hablan vallenato. Sus hijos son vallenatos, pero tienen nostalgia por La Sabana.</div><div align="justify"><br />Algunos llegaron al valle del Ariguaní desplazados por la Guerra de Los mil días y fundaron la población de El Difícil, como los Anillo, Los Pacheco, Los Barraza y Los Leones. Otros llegaron atraídos por la bonanza que generó la Zona Bananera o la mota del algodón y después, con la apertura del festival vallenato , se quedaron en Valledupar.<br />Jonhy Cervantes, reconocido corista nacido en Salamina ( Magdalena), llegó a Valledupar en 1948 como cantante de rancheras y corista de una orquesta. Allí conoció a Alfredo Gutiérrez, se relacionó con Cristóbal García “el ñato Calilla” y se enroló en su grupo, luego pasó a Los Corraleros de Majagual hasta grabar su voz en todos los conjuntos vallenatos de moda.</div><div align="justify"><br />Abel Suárez, de Corneta ( Corozal- Sucre), llegó con Julio de la Ossa y se quedó. Lo mismo ocurrió con Virgilio Barrera, guacharaquero entonces de Alejandro Durán , cofundador del Binomio de Oro. En las cinco esquinas de Valledupar se establecieron los Anillo García, que eran cuatro hermanos provenientes de San Jacinto, colgaron sus hamacas y mochilas y se quedaron en Valledupar.</div><div align="justify"><br />Desde entonces, la cultura sabanera, representada en el sombrero vueltiao, la hamaca, la mochila y las abarcas tres puntá, es muy visible en Valledupar.</div><div align="justify"><br />Entre los entrevistados para este programa, figura el locutor Luis Armando Alandete Ortega, presentador del festival desde 1986.<br />Ivan Betancourt, que nació en Cartagena y estuvo residenciado en Sincelejo, es otro de los sabaneros que se quedaron en Valledupar. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><strong>TELECARIBE:</strong> Sábado 10 y 30 PM.</div><div align="right"><br /><strong>Lucia Reyes</strong> </div><div align="right">Jefe de prensa</div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-15670675027898449082007-04-27T16:13:00.000-05:002007-04-27T16:30:43.766-05:00VOX POPULI (DE CORRERIA): EL BURRO ES MAS INTELIGENTE QUE EL CABALLO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzsx0MPt8DDy4npixDcA9EZFuhN0Ez3qTifgtjiwchYy0vK2QnRG74eKaKhGjdagHdCsoTp-W8ynljE1eQVgBp_SjYgbJq581UNRHTcGSIxoAmpzdscf0u-ZVPEHel9-_99ehU/s1600-h/burro.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5058221423622908642" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" height="177" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzsx0MPt8DDy4npixDcA9EZFuhN0Ez3qTifgtjiwchYy0vK2QnRG74eKaKhGjdagHdCsoTp-W8ynljE1eQVgBp_SjYgbJq581UNRHTcGSIxoAmpzdscf0u-ZVPEHel9-_99ehU/s200/burro.jpg" width="136" border="0" /></a>Este sábado, a las 10 y 30 de la noche, Telecaribe presenta una crónica sobre el Festival nacional del burro de San Antero.<br /><div align="justify"></div><div align="justify">El pertiodista Alfoso Hamburger, hace un repaso de los 82 años de este proceso en San Antero Córdoba, que se inicia con la semblanza de Judas Iscariote, el sábado de Gloria de 1927. </div><div align="justify"></div><div align="justify">En el trabajo, hay entrevistas con varios escritores que tomaron parte del primer encuentro literario "Las letras se toman el festival del burro", no se lo pierdan.</div><div align="right"><span style="font-size:78%;color:#ff0000;"><strong>Lucia Reyez</strong></span></div><div align="right"><span style="font-size:78%;color:#ff0000;"><strong>Jefe de prensa Vox Populi.</strong></span></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-4194966762035233862007-04-26T14:46:00.000-05:002007-04-26T14:52:51.843-05:00LOS “REYES” OPINAN SOBRE: LIMITES DE EDAD Y CADENCIA JUVENIL EN EL VALLENATO<div align="right"><span style="font-size:85%;"><strong>Tomado de el Diario "EL PILON"</strong></span></div><br /><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHgsZ2VNp6zim8pJ2_7R13lxorIQ8I1CIkKqfH4qyM2Ywr5kWsCi4PCCeI1-QwjEzeuQLA1DDLEFN-ViWFvw_C_j3d2_86Qwb16npTckbn_jyem8bwMOOrdgBvAFWDHOn2DqKq/s1600-h/AlfredGut.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5057826561509583570" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHgsZ2VNp6zim8pJ2_7R13lxorIQ8I1CIkKqfH4qyM2Ywr5kWsCi4PCCeI1-QwjEzeuQLA1DDLEFN-ViWFvw_C_j3d2_86Qwb16npTckbn_jyem8bwMOOrdgBvAFWDHOn2DqKq/s400/AlfredGut.jpg" border="0" /></a><br />El Festival de la Leyenda Vallenata es la fiesta más representativa de la cultura vallenata y cada uno de los reyes ganadores de la corona, convertidos en los más importantes pilares de la música y raíces de esta tierra.<br /><br />El ímpetu de un festival ‘Rey de Reyes’ puede crear, como es el caso de este año 2007 opiniones encontradas respecto a los lineamientos para determinar quien participa y quien no, razón que le da vida a este especial, donde el diario EL PILON se dio a la tarea de recoger las opiniones de reyes legendarios que gracias a una regla sobre el limite de edad han perdido la oportunidad de obtener el máximo titulo que puede obtener una persona que se ha dedicado años al folclor de su tierra.<br /><br />Se indago a los reyes Calixto Ochoa, Miguel López, Eliécer Ochoa, Nafer Duran, José Maria Ramos, Alberto Rada, Alfredo Gutiérrez y Alberto López, su opinión por haber quedado fuera de esta competencia y las opiniones están polarizadas dado a que algunos apuntan que esto se hizo con un objetivo marcado de sacar al tres veces rey vallenato Alfredo Gutiérrez de esta competencia y otros apuntan a que ya es hora de mantenerse fuera de contiendas como esta y darle espacio a los reyes más jóvenes que saben hacer un buen vallenato y tienen las energías para asumir una responsabilidad tan grande de ser ‘Rey de Reyes’ del festival de la Leyenda Vallenata. </div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-39531928118098928972007-04-23T15:03:00.000-05:002007-04-24T08:33:48.541-05:00AÑO 2007: HISTORIA DEL ACORDEÓN. (SEGUNDA PARTE)<div align="right"><span style="font-size:85%;">Por Jorge Gracia Lyons</span></div><div align="center"><strong></strong></div><div align="center"><strong>Cumpleaños 150 años de la Fabrica HOHNER (1.857 a 2.007)</strong><br /><strong>Visita a la Fabrica HOHNER</strong> </div><br /><br /><br /><div align="center"><em><strong><span style="color:#000099;">"...el acordeón conviene, por su tamaño, a los viajeros. Permite una cómoda interpretación de los aires de moda, incluso para los que no conocen la música: emite acordes preparados. La melodía y sus armonías están unidas como en la armónica..."</span></strong></em> </div><br /><br /><div align="justify">Con estas palabras describía el austriaco Kiril Cyrill Demian en 1829 a su recién creado "accordion".</div><br /><br /><div align="justify">El Acordeón nació en Viena (Austria), en el número 43 de la calle Mariahilfstrasse donde trabajaban Cyril Demian y sus hijos Carl y Guido, fabricantes de órganos y pianos. Cyril Demian hizo registrar su creación mediante una patente, con el número 1757 firmada el 6 de mayo de 1.829, a la que llamó Accordion. </div><br /><br /><div align="justify"><strong><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4zykpZo8MbPOHaor6dwftemHoPnE4XZkDlQZJUs1LyoYnonI6A3C0vqd-zx2gv1TGR0vzYGTehxGaovVodDoHl0VWHOvcwA6XkfVC7UmrR6qkhjcwx8Fq5R_Rx7P7wlC73i8n/s1600-h/Acordeon+Demian.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056722738945136882" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4zykpZo8MbPOHaor6dwftemHoPnE4XZkDlQZJUs1LyoYnonI6A3C0vqd-zx2gv1TGR0vzYGTehxGaovVodDoHl0VWHOvcwA6XkfVC7UmrR6qkhjcwx8Fq5R_Rx7P7wlC73i8n/s200/Acordeon+Demian.bmp" border="0" /></a>Modelo patentado por Cirilo Demian.</strong></div><br /><br />El diseño del armenio que vivía en VIENA era una caja de 22x9x6 centímetros. Bajo esta caja estaban fijadas las lengüetas metálicas, iba provisto de un fuelle de tres pliegues y cinco botones, dando cada uno dos acordes, uno al abrir y otro al cerrar el fuelle. (De ahí el nombre de acordeón).<br /><br /><br /><br /><div align="center"><br /><strong>MARCAS DE ACORDEONES</strong></div><div align="justify"><br />Después de 1910, dos países (Alemania e Italia) tomaron para sí la producción y propagación del acordeón al mundo. En Alemania, la fabricación se trasladará a Trossingen, ciudad situada en Wurtemberg, bajo la dirección de Matías Hohner. En Italia, Castelfidardo y sus ciudades vecinas, representadas por Paolo Soprani, consolidarán su renombre. Existen construcciones artesanales y fabricas especializadas en su producción en serie. Entre las marcas más conocidas están las alemanas, italianas y francesas, de la cual reseñamos 35 a continuación: Ballone Burini, Bugari, Borsini, Fantini, Guerrini, Menghini, Paolo Soprani, Sem, Scandalli, Mengascini, Moreschi, Paolo Soprani, Pigini, Victoria, Gabanelli, Cantabella, Dino Baffeti, Scala, Weltmeister, Zero Sette, Santa Marsala, Hohner, Bai-Le, Maestropiano, Stradella, Estrella, Excelsior, Alexandre, Spaethe, Trimmel, Busson, Gaudet, Pegure Et Plancoulaine, Dienst, Kable, Schuster Friedrich, Alessandrini, Fisitalia, Doménico Tallisco, Baldoni, Trophy, Ottavianelli, Roland, Serenellini, Silvetta, Orla, Lanzinger, Beltuna, Monterrey, Vignoni, Cagnoni, Galassi, Giustozzi , Pigini, Polverini, Antonio, Ragnini, Cristian Rolando (Suoniere), Marconi , Cavagnolo. </div><div align="center"><br /><strong>LA FABRICA HOHNER EN TROSSINGEN (ALEMANIA)</strong><br /><br /><br /></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056725406119827730" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjltYwDuuCiaZyy2B5PPHGTF_tr-RqzCPLvbbF1IG21eEe_qaRESTnDeMi-UP0tTduS_1eIc2q7Rsy8dGOU1h57VT-Yoy3O-YbLpjOREIR0R4Tg5HnuTsAPpITQRUX1CtreRkE5/s400/HONNER.bmp" border="0" /><br /><div align="justify">La empresa Hohner es una fábrica alemana de acordeones establecida en Trossingen (Wurtemberg). Fue fundada en 1857 por Matías Hohner (1833-1902), un relojero de 24 años quien compró una de las creaciones de Buschmann hijo y la copió comercialmente en su taller desde el año 1857, con modernos métodos de producción, logró una rápida difusión por Europa y América.<br /></div><div align="justify">Fué Matías Hohner quién contribuyó a una presentación mejorada del instrumento con sus cubiertas ornamentales mostrando el nombre de su compañía, su talento como vendedor, mejorando la producción y comprando competidores. Hohner introdujo su primera armónica en el gran mercado americano en 1862, explotando inteligentemente el prestigio de figuras bien conocidas de la música para engrandecer la apariencia de sus instrumentos. Su pueblo, Trossingen se volvió el centro mundial de producción de armónicas. En la Alemania nazi sus hijos abrieron el Colegio de Música del Estado en 1935, que ha producido más de 3.000 maestros de armónica.</div><br /><div align="justify">Varias generaciones de habitantes de Trossingen vivieron de la música y disfrutaron del bienestar económico que la empresa trajo a la ciudad, hasta que el acordeón perdió su popularidad en los años cincuenta. Actualmente casi toda la producción se ha desplazado al extranjero. En la ciudad sólo se fabrican acordeones y armónicas muy especiales. </div><br /><div align="justify"></div><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056727111221844258" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEnycpQZ_ZytWDB-zOa11L7-9k3G3SHjdCTCHWAzIU16G56NYLaFYFD6RY51R4eKpn7zzHKA0kR4DV5h4GzMuesfTzIcP3sCVRhq10pZ8dSjIMwb47u6zC20O3tvR41RoCPkth/s320/HONNER+CUADRO.bmp" border="0" /><br /><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRAFiTsjLPuZx0MDzhm5bhMJCbiCCeBGiVhDX7hLWMZHOqRvlvNTCrSNiduTQcs2b0rPZhNQxGdihVD7gROIPLCV6fO5GjclPMIdpRz0_7ABWvYdRqyrqBno6gXKfpH9LKzZKa/s1600-h/Casa+Matias+Honner.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056732209348024690" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRAFiTsjLPuZx0MDzhm5bhMJCbiCCeBGiVhDX7hLWMZHOqRvlvNTCrSNiduTQcs2b0rPZhNQxGdihVD7gROIPLCV6fO5GjclPMIdpRz0_7ABWvYdRqyrqBno6gXKfpH9LKzZKa/s320/Casa+Matias+Honner.jpg" border="0" /></a>Es una urbe musical, llena de instituciones musicales. Aquí radican la Escuela Superior Estatal, admirada en toda la federación en especial por su departamento de música antigua, el Conservatorio Hohner, una escuela técnica superior para profesores de acordeón, la Academia Federal de Formación Musical Juvenil, la Sala de Conciertos Hohner, la Escuela Juvenil de Música y el Museo de Acordeones y Armónicas de Trossingen. Se ve gente joven en la ciudad llevando sus estuches de instrumentos. </div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Por los hallazgos de dinosaurios, tiranosaurios y plesosaurios la población cuenta con un Museo de Historia Regional excelente. <span style="font-size:78%;color:#ff6666;"><strong>(En la Foto Casa de Matías Hohner en Trossingen.)</strong></span></div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHrh9Wg_BLOSMHwYjzz8-lLpeJ2visMcixzasQtLL3UJkknz6TlAK9BxI-TT1uxAP-U0qePmjtbaLpJpKQ6tUiezyj_cpFXhh2ImfSNY5bECgbkbSbxwXzgKpXs_8N6rQeWfTS/s1600-h/Casa+Matias+Honner.jpg"></a>En 1900, Matías HOHNER, después de 43 años de fecunda actividad dejo su legado fabril de TROSSINGEN a sus hijos: Jacob, Matías, Andréas, Hans y Will.</div><br /><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsL3-O7s2InVWKlCMi-QRtihLPXYrR8UIvpm78YQqbmX87UOihkWaNioAMrytCwyZhsngEuTlCf_k3saTIj3htJkf-8nAIo3yr7Re6ZwYQ6N9ZJqN62g7KVU0Rm7fZ6LzVd7Z3/s1600-h/FABRICA+HONNER.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056734296702130562" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsL3-O7s2InVWKlCMi-QRtihLPXYrR8UIvpm78YQqbmX87UOihkWaNioAMrytCwyZhsngEuTlCf_k3saTIj3htJkf-8nAIo3yr7Re6ZwYQ6N9ZJqN62g7KVU0Rm7fZ6LzVd7Z3/s320/FABRICA+HONNER.jpg" border="0" /></a>Continuada por los hijos de M. H., la sociedad emplea en la actualidad a unos 4.000 obreros/artesanos. Esta sociedad ha fundado una escuela de música en Trossingen y una editorial. </div><div align="justify"></div><div align="justify">Desde 1945, también fabrica saxofones e instrumentos de música electrónicos. </div><p align="justify">En 1931 en Trossingen se funda la escuela del acordeón, que se convertirá el 1948 en la academia oficial estatal bajo la dirección de Hugo Herrman (nacido en Ravensgurg, Wurtemberg, 19-4-1899; muerto en Stuttgart, 7-9-1967). <span style="font-size:78%;color:#ff6666;"><strong>(En la Foto Fabrica Hohner en Trossingen)</strong></span></p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-16337120645955301562007-04-23T10:39:00.000-05:002007-04-23T11:07:17.308-05:00LOS PEDAZOS DE ACORDEON<div align="right"><span style="font-size:78%;"><em><strong>Por Adlai Stevenson Samper </strong></em></span></div><div align="right"><span style="font-size:78%;"><em><strong>Tomado de "EL HERALDO"</strong></em></span></div><div align="center"><br /><span style="font-size:78%;"><em>Algunos rabiosos defensores de la supuesta ‘tradición’ musical vallenata ven con malos ojos la cercanía de algunos músicos de esa corriente —tanto los consagrados como los allegados a la nueva ola— al acordeón sabanero, y los señalan con desdén como pertenecientes al ‘Porronato’.</em></span> </div><div align="center"></div><div align="justify"></div><br /><br /><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeBpIlT_-lWC3GoqM3oSw3WF5eanmL9T3J8y8lBS9Fz2_hI7gMRxgv_DTiU8suWcO7sjshQN26IllwIsxGZ4YBDD-CfKod__su0g1cSLdweMoHkaNoeSAw9j30aUuL_pQi4i1/s1600-h/Anibal.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056651292164167890" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDeBpIlT_-lWC3GoqM3oSw3WF5eanmL9T3J8y8lBS9Fz2_hI7gMRxgv_DTiU8suWcO7sjshQN26IllwIsxGZ4YBDD-CfKod__su0g1cSLdweMoHkaNoeSAw9j30aUuL_pQi4i1/s320/Anibal.bmp" border="0" /></a>La confusión se inició en la década de los cincuenta. Aníbal Velásquez, un promisorio acordeonero barranquillero, bautizó a un grupo suyo como ‘vallenato’. El bogotano Julio Torres, por su parte, bautizó por esos días su agrupación como ‘Los Alegres Vallenatos’ fundamentando el cuento alegre y sabrosón que donde había acordeón había música vallenata, y que recibió su máximo palmarés teórico cuando Consuelo Araújo, a finales de la década de los sesenta, en su célebre panegírico ‘Vallenatología’, clasificó el vallenato en tres escuelas regionales: la de Valledupar y La Guajira, la Bajera y la Sabanera. Todo un despropósito que tomó rumbo y pasó al rango de verdad, creando un mito turístico cultural y desvirtuando la historia de la música del Caribe colombiano tocada a punta de fuelle y viento en un pedazo de acordeón.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Para rastrear algunas de las escuelas de acordeón en la Costa Caribe de Colombia —e incluso en Panamá— habría que remontarse a una serie de ritmos y tonadas regionales de acento africano como el bullerengue, el chandé y la chalupa todavía presentes en canciones como ‘La candela viva’, ‘Mi compadre se cayó’ y ‘La rama del tamarindo’, entre otras. A la cadencia de las gaitas indígenas y en otros casos a la notable influencia musical antillana presente en la guaracha, el son, el bolero y el merengue. Así que una explicación en que toda la música de acordeón partiría del folclor del Cesar y del sur de La Guajira constituye un alegato de piadosa mentira que les hace inconmensurable daño a los músicos provenientes de esa región, que muchas veces creen de buena fe que están inventando o descubriendo un mundo nuevo y promisorio.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="color:#000099;"><strong>EL MUNDO DEL ACORDEÓN DEL RÍO MAGDALENA</strong></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"> </div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinD_wq1bYVaPyFjN3eJJisUd6FwvL2iFwl6vUTFC3AlhL1B9qB-98BKqMS8II64dFliHvcNoj6bKxtu5gGkb9iSj8D6xbx3bCjls-ekMXYVuFthk0TLqWvgYEQYjTaNxdhKi75/s1600-h/Pacho+Rada.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056652919956773090" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinD_wq1bYVaPyFjN3eJJisUd6FwvL2iFwl6vUTFC3AlhL1B9qB-98BKqMS8II64dFliHvcNoj6bKxtu5gGkb9iSj8D6xbx3bCjls-ekMXYVuFthk0TLqWvgYEQYjTaNxdhKi75/s320/Pacho+Rada.bmp" border="0" /></a>En el libro de Rito Llerena, ‘Memoria cultural del vallenato’, se le otorga el título del vallenato más viejo, según explican documentos, al tema ‘El toro Tutencame’, del acordeonero y compositor Pacho Rada. Pero Pacho confesaría después —y siempre, como una obsesión territorial— que “Mi música no es vallenata”. Y tiene toda la razón, pues había nacido en Plato, Magdalena, una de las tierras del mundo fluvial del caimán, cantándole a La Lira, al Tigre de la montaña y al brioso Caballo de Carmelo que le llamaban el liberal. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Una de las teorías sobre la entrada del acordeón a Colombia lo sitúa por los lados de las riberas del río Magdalena, vía de los alemanes durante el período en el siglo 19 y principios del 20 en que eran empresarios del transporte fluvial. Pacho Rada recuerda que los pequeños acordeones marca Gloria los vendían en las tiendas de los pueblos del Magdalena guindados de cabuyas que cruzaban el espacio. Pero además este músico sostenía que el son y el paseo es la misma cosa y que la inclusión y acento rítmico de los tonos bajos eran invento suyo y que se había constituido a la larga en la sutil diferencia entre estos dos ritmos. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Sigue Pacho. Dice que le enseñó a tocar a otros exponentes de la escuela de acordeón ribereño como Alejo Durán, Abel Antonio Villa y el célebre e inquieto Juancho Polo Valencia, a quienes de una manera u otra habría impulsado en sus respectivas carreras musicales. El caso es que el primer tema en acordeón grabado en Colombia fue ‘El botón de oro’, de Pacho Rada, en el año 1936 en los estudios de La Voz de la Patria de Barranquilla.<br /></div><div align="justify"><span style="color:#000099;"><strong></strong></span> </div><div align="justify"><span style="color:#000099;"><strong>EL ACORDEÓN CURRAMBERO</strong></span></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Bastó que Aníbal Velásquez pusiera a sonar eternamente las campanas de San Nicolás y que un perro anduviera con zapatos blancos mientras una señora gritara rabiosa a bordo de un bus, cerca del puentecito —en la 30 con la 21— de Lux Kola, por las impudencias de un chofer, para que se supiera por todos los rincones del mundo que en el centro del vacilón acordeonero del Caribe colombiano estaba una guaracha sentida y sabrosa bien barranquillera. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Una escuela en que descollan Dolcey Gutiérrez, Morgan Blanco y el pícaro Peñaranda con su retahíla de cuentos. Una tradición que sigue en algunos pianistas locales como Alex<br /><br />Martínez, que emprendió sus primeras letras musicales a punto de fuelle, al igual que Chelito de Castro. Un mundo musical alejado del vallenato y en donde su único punto de contacto sería precisamente en el acordeón, aunque no en su uso. De hecho, los Velásquez aseguran que fueron creadores de la sonoridad de la actual caja, gracias al cambio de cuero de chivo por el más estrepitoso de placa radiográfica.</div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="color:#000099;"><strong>LOS CANTOS DE MI SABANA</strong></span></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Algunos rabiosos defensores de la supuesta ‘tradición’ musical vallenata ven con malos ojos la cercanía de algunos músicos de esa corriente —tanto los consagrados como los allegados a la nueva ola— al acordeón sabanero, y los señalan con desdén como pertenecientes al ‘Porronato’. Una fortaleza musical en que caben hermosas canciones de acordeón como ‘Los sabanales’, ‘Playas marinas’, ‘El viejo Miguel’, ‘La hamaca grande’; donde ya Adolfo Pacheco pronosticaba certero que quería llevar con afecto al Valle cofres de plata con una bella serenata de música de acordeón con el clásico folclor de la tierra de la hamaca. Tierra además de Alfredo Gutiérrez, el iconoclasta del acordeón, rey cuantas veces quiera del Festival Vallenato y figura indiscutida de todas esas escuelas: la vallenata con los cantos de Molina, de Leandro Díaz, de Gustavo Gutiérrez. De la sabanera con su ‘Paloma guarumera’ y de la barranquillera con su ‘Huelelé, huelelá’. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Una escuela de acordeón sabanero que brilla en Los Corraleros de Majagual y en los acordeones y composiciones de Calixto Ochoa y Lisandro Meza. Un mundo musical diferente a las hermosas tonadas de las estribaciones de la Sierra Nevada, de las riberas del Cesar, de los playoneros que arrinconan novillos cimarrones por los lados de Codazzi y los truenos que alumbran como velas que se apagan y hacen llover cerca de Valledupar. Cuatro escuelas de acordeón en el Caribe colombiano que pueden ser muchas más por las inter influencias y mezclas, y que muestran con claridad que no todo lo que se dice del valle es del valle. También tienen los acordeones el encanto de la sabana y el chapoteo de las riberas del vasto río Magdalena justo hasta Bocas de Cenizas en donde se divisan, soberanas, las famosas campanas de San Nicolás que mencionó el adelantado Aníbal Velásquez cuando descubría en ‘La Arenosa’ la sabrosura de la guaracha. Puros pedazos de acordeón pitador.</div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-27092434584090682372007-04-20T08:53:00.000-05:002007-04-20T09:18:21.780-05:00VOX POPULI (DE CORRERIA): EL CORRONCHO<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAe8gnr22CNYc3kM5R0Ur8qtHtWVR_wiKGHXZW8oOYAFVzL26FdNCzbQYQ0xbV3pItFpWjFnDfZ2ifkAaGREGgKpbcf3Gmzvf7n133dwHNGMDIpaRLtmAtzJjO2jxxTYWHrMMD/s1600-h/Telecaribe2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5055510948282308802" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAe8gnr22CNYc3kM5R0Ur8qtHtWVR_wiKGHXZW8oOYAFVzL26FdNCzbQYQ0xbV3pItFpWjFnDfZ2ifkAaGREGgKpbcf3Gmzvf7n133dwHNGMDIpaRLtmAtzJjO2jxxTYWHrMMD/s320/Telecaribe2.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify">Este sábado, en el programa VOX POPULI (DE CORRERIA), que se transmitepor Telecaribe a las 10 y 30 PM, el colega Alfonso Hamburger, presentaràuna semblanza del corroncho.<br /><br />Para el evento, entrevistó a Hernan Villa, autor del tema "El Corroncho", porro que hizo famoso Alfredo Gutierrez .<br /><br />Participan, ademàs, Ruben Dario Salcedo, Sabas Mendez, Mario Paternina, Victor Uribe y los escritores Alvaro Miranda, Miguel Torres, GustavoBolivar, Federico Diaz Granados, Gustavo Reyes y Guido Tamayo, entre otros.<br /><br />El corronchismo, según el escritor Federico Diaz Granados se tomó aColombia y es menos dañino que el traquetismo actual.<br /><br /><br /></div><div align="right"><strong><span style="font-size:78%;color:#ff0000;">Lucia Reyes</span></strong></div><div><br /></div><div align="right"><strong><span style="font-size:78%;color:#ff0000;">Jefe de prensaVox Populi</span></strong></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-28435238658338083392007-04-19T09:37:00.000-05:002007-04-19T09:51:04.212-05:00LA LITERATURA EN EL FESTIVAL DEL BURRO<div align="right"><strong><em><span style="font-size:78%;">Por ALVARO MIRANDA</span></em></strong></div><div align="right"><strong><em><span style="font-size:78%;">Tomado de "EL UNIVERSAL"</span></em></strong></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzbk_Gk6_SOZ_hJgBiDf9hNHfzTeT3razyU32Tn4zQNMX63UNZQF4F8XpIHvv64p7vO59_rKx5V0RXqRNnNp4zGNSJpAAi4ukdmDzFKX5CTCh2fzBmfR0DAjcJ-KtbF5HEI7WQ/s1600-h/ALVARO+MIRANDA.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5055151450929698994" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzbk_Gk6_SOZ_hJgBiDf9hNHfzTeT3razyU32Tn4zQNMX63UNZQF4F8XpIHvv64p7vO59_rKx5V0RXqRNnNp4zGNSJpAAi4ukdmDzFKX5CTCh2fzBmfR0DAjcJ-KtbF5HEI7WQ/s320/ALVARO+MIRANDA.jpg" border="0" /></a>San Antero está a hora y media de Montería, Córdoba, a 10 minutos del mar, en la región del bajo Sinú del Caribe colombiano.<br />Una vez el viajero llega a las calles de la población, se escucha en la lejanía los rebuznos que en do de pecho rivalizan con las notas perdidas de porros y cumbias. Ya no sobre un burro, sino una motocicleta, un hombre con un altoparlante, con orejas y nariz enorme de marimonda, invita a los habitantes de la población a que lleven sus borricos disfrazados al desfile final donde se elegirá al más bello de todos. Los dueños de los animales sólo tienen que inscribirlos de modo gratuito en el evento. Como prestación se le dará $20.000 por cada asno que, engalanado con colorete, sombrero y collar, presente al carnaval con el que se le rinde homenaje al pariente del rocín de Sancho Panza. </div><div align="justify"><br /></div><div align="justify">Pero más allá de la tradicional convocatoria de asnos embellecidos, que llega a los 20 años de presencia continua como un suceso paralelo a la Semana Santa, el alcalde Martín Morales Diz y sus colaboradores Julio Díaz Miranda y Erley Vergara, se encargaron de llevar a los sananteranos el Primer Encuentro de Literatura. Los participantes eran los escritores Hugo Chaparro Valderrama, director de los Laboratorios Frankestein, con su conversatorio “El evangelio según Hollywood”. Miguel Torres, dramaturgo y novelista con la recreación de su novela El crimen del siglo. Gustavo Bolívar, guionista de televisión y novelista, con su exposición sobre cómo llegó a la creación y a la adaptación en la pantalla chica de su novela Sin tetas no hay paraíso. Guido Tamayo, cuentista, con la lectura de su obra narrativa. Federico Díaz Granados, poeta, con la presentación de su libro Álbum de los adioses... Gustavo Reyes, cuentista, con la lectura de sus narraciones cortas. El cronista Ernesto McCausland con el tema periodismo y literatura. Alfonso Hamburger, comunicador social, con su exposición sobre “Música corralera de la plaza de Majagual”.<br />Álvaro Miranda, autor de la novela Un cadáver para armar, con su conferencia “El burro en la literatura” que versó sobre El asno de oro, la antigua y clásica obra del africano Lucio Apuleyo. Todas las palabras que escuchaban los 750 asistentes, rompían con la diaria tradición del colegio Julio César Miranda, amplio y abierto recinto académico en cuya aula máxima se llevaron los encuentros culturales. Fue un suceso que mostró la cara inquieta de los jóvenes de la región sobre los temas de literatura que en medio del calor y el canto de las chicharras del mediodía, han sido incentivados por sus maestros y profesores en las 90 escuelas del municipio.<br />Este contagio con las letras, se integraba en la caída de la tarde con la puesta en escena de obras de teatro como Demonios de mediodía o entrada la noche, con la expresión popular de las danzas y de la música interpretada por las cantadoras de bullerengue de Etelvina Maldonado y el sexteto Tabala de Palenque, entre otros. Feliz mezcla fue esta en que un alcalde se atreve a colocar la literatura en medio de la otra alegría que produce un festival popular. Fue una hazaña gloriosa, pues al lado de la distracción nocturna, jóvenes y adultos asistían con gusto, en mañanas y tardes, a prolongadas, pero intensas jornadas con las letras.<br />A lo anterior hay que sumarle cómo de modo simultáneo se llevaba a cabo el Primer Torneo Nacional de Ajedrez en San Antero con destacas figuras del deporte ciencia, que alternaban con niños y jóvenes de la región. Un grupo numeroso de ajedrecistas nacionales entre los que se encontraban Miguel Uribe Turbay, Óscar Castro, Gregorio Rey y Juan Minaya, bajo los 17 abanicos eléctricos de uno de los auditorios del colegio, sentían detrás de reyes y reinas de plástico, pasar la tarde moviendo caballos, torres, alfiles y peones, como si estuvieran frente a contendores de magna talla y no de escolares que con ansiedad buscaban mejorar ese nivel adquirido, como un hecho excepcional, en su programación académica. El gobierno municipal de San Antero tiene un tercer ojo donde la fiesta no son sólo encantos del Caribe a través de la parada folclórica, la música vallenata, el fandango popular, el concurso de gastronomía típica, sino de la comunicación con literatos y sus letras y las estrategias del pensamiento a través del movimiento de las fichas de ajedrez.<br />Un olor a vida nueva se siente en el mar tranquilo cruzado en su cielo por pelícanos y gaviotas, en los bosques de verde mangle de la bahía de Cispatá repoblada de caimanes que dan cabida al Festival del burro de San Antero. </div><div align="center"><br /><strong><span style="font-size:85%;color:#660000;">* Álvaro Miranda, poeta y novelista, autor de la novela La risa del cuervo y de los poemarios Los escritos de don Sancho Jimeno, Simulación de un reino, fue uno de los invitados en este encuentro de escritores en San Antero, Córdoba.</span></strong></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-63115063481311455762007-04-17T10:49:00.000-05:002007-04-17T11:16:45.936-05:00EL FESTIVAL NACIONAL DEL PORRO, HOMENAJE AL MAESTRO TOBIAS GARCES<div align="right"><span style="font-size:78%;"><em>Por WILLIAM FORTICH Y ANA MARÍA PINEDO</em></span></div><div align="right"><span style="font-size:78%;"><em>Tomado de "EL UNIVERSAL"</em></span></div><div align="right"><em><span style="font-size:78%;"></span></em></div><div align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZEZ99U2JEnTQdHal1QyXjZ7IdOkOhQfy3zYY4rM9ipklfZlrVPFhyTLGrBzMoLutUTHme0mjYxfIYlkXeRdvYnwC5tuk-Qyft5x_AP2qYRyRPP1izbnTP_gL7NA1uFc4TxwS6/s1600-h/Garces.bmp"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5054429874686149202" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZEZ99U2JEnTQdHal1QyXjZ7IdOkOhQfy3zYY4rM9ipklfZlrVPFhyTLGrBzMoLutUTHme0mjYxfIYlkXeRdvYnwC5tuk-Qyft5x_AP2qYRyRPP1izbnTP_gL7NA1uFc4TxwS6/s320/Garces.bmp" border="0" /></span></a><span style="font-family:arial;font-size:100%;">“Me siento feliz”, “no me cambio por otro”, “esto ya lo esperaba”, fueron las palabras del maestro Tobías Garcés Garcés cuando una comisión, encabezada por Felipa Plaza de Cogollo, presidenta del Trigésimo Primer Festival Nacional del Porro, le entregó la resolución mediante la cual fue designado como el músico que será objeto de reconocimiento en el certamen que se realizará en San Pelayo del 29 de junio al 2 de julio del presente año. </span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Este honor lo han recibido en los últimos años y en vida músicos tan importantes como Ricardo Hernández Ochoa, uno de los más destacados compositores que ha dado el departamento de Córdoba en los últimos cincuenta años; Ramón Benítez, uno de los más destacados bombardinos que ha dado Colombia; Miguel Emiro Naranjo Montés, director de la banda 19 de Marzo de Laguneta; Julio Paternina Oliveros, uno de los últimos músicos de la primera generación de integrantes de las bandas pelayeras, entre otros.</span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Cada año los músicos y amantes de las tradicionales bandas de música en Colombia esperan con mucho interés la escogencia del homenajeado, lo que quiere decir que el escogido será objeto de reconocimiento en todos y cada uno de los actos centrales del más importante evento de la música popular de bandas de Colombia, el Festival Nacional del Porro. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">El año anterior fueron objeto de este homenaje los músicos Edilberto Guerra Lugo y Arlinton Pardo Plaza, los músicos más jóvenes en recibir este honor.<br />Vecinos y amigos del maestro Tobías en el barrio “La Coquera” de la ciudad de Montería, se agolparon a su residencia cuando recibía el acto administrativo con el cual se hizo la designación del Comité Organizador, hubo aplausos y felicitaciones que del mismo modo recibieron familiares y amigos del músico.<br />El Comité Organizador del Festival Nacional del Porro cada año tiene la dura responsabilidad de escoger un músico que reúna los requisitos que se requieren para que los amantes de la música popular de bandas compartan plenamente la elección y no han faltado las polémicas cuando las calidades del designado no se avienen a los criterios que se tienen para el homenaje. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">En este caso el nombre del maestro Tobías Garcés Garcés ha sido bien recibido por todos.<br /><br /><strong><span style="color:#cc0000;">HIJO DE MÚSICO</span></strong></span></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;"><br /><span style="font-size:100%;"></span></span></div><br /><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Tobías Garcés Garcés es hijo del maestro Pablo Garcés Pérez, fundador de la banda Ribana, de San Pelayo, el taller musical en el cual se crearon las más importantes obras del folclor cordobés, como que allí, desde principios del siglo veinte y hasta los años treinta, fueron creadas las obras musicales que identifican a la región del Sinú y las Sabanas.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Así las cosas, Tobías Garcés es depositario directo de una tradición musical que creó Porro Viejo Pelayero, El Pájaro, El Pilón, El Binde, El Ratón, Sábado de Gloria, La Mona Carolina, Siete de Agosto, El Tortugo, El Sapo Viejo, No te Tires por el Suelo, María Varilla, Soy Pelayero, Fandango Viejo Pelayero, La Mala Palabra, y muchas obras más que hacen parte del patrimonio cultural inmaterial del Sinú. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">La actividad de los músicos de la región dio frutos en las bandas Ribana Bajera y Central de este municipio. Los entendidos en la materia consideran que Pablo Garcés Pérez es el creador del fandango, un aire que toma elementos rítmicos y melódicos de los ancestrales bailes cantados, que fueron arreglados para las bandas fiesteras y corralejeras del Sinú y las Sabanas. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Tobías Garcés es hijo de la pelayera, Eufemia Garcés Romero, una mujer morena que fue encantada por la voz melódica del bombardino del maestro Pablo. Hay quienes afirman que el bombardino es el instrumento que mejor interpreta el sentimiento melódico y rítmico de los afrodescendientes.<br />Garcés Garcés nació el 9 de junio de 1932 en San Pelayo, en donde vivió hasta los 4 años. Dice que uno de los recuerdos que con más intensidad lo embargan con nostalgia es el relato que su madre le hacía, pues a un día de nacido, Esperanza Méndez, la esposa de su padre lo peleaba con doña Eufemia, su madre. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Soy un hombre privilegiado ya que en verdad tuve dos madres, y esto es inusual, por que ellas intercambiaban hasta los alimentos. A los cuatro años de su existencia, Walberto, su hermano mayor, se lo llevó para Montería y regresó al lado de su madre en San Pelayo a los ocho años y a los pocos meses se fue definitivamente al lado de su padre en Santa Lucía. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">En esa etapa de su vida que limita en la confusa frontera de la memoria, recuerda a su padre dirigiendo la banda de Santa Lucía, orientándolo, casi que obligándolo a ejecutar el bombardino como él.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Desde ese momento se inicia un conflicto de identidad en la música; de un lado su padre viendo en él a un bombardino y trombonista, razón por la cual en gran parte de su vida acompañó a importantes agrupaciones de Colombia con el bombardino y el trombón. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Pero de otro lado muy en el fondo de su conciencia y desde temprana edad él estuvo enamorado del clarinete y el saxofón. Fue una tensión que solo el tiempo resolvió a favor de estos instrumentos.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Hoy parece darle la razón a su padre, quien justificaba las bondades laborales y musicales del bombardino.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;color:#ff0000;"><strong>AMPLIO RECORRIDO </strong></span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Explica que cuando tocó bombardino participó en grabaciones con la banda Bajera de San Pelayo, Pedro Laza y sus Pelayeros, los Corraleros de Majagual y la Sonora Cordobesa; en cambio, no ha hecho tantas grabaciones con el clarinete. A los 19 años, a solicitud de su padre al maestro Manuel Ángel Deschamps, se convirtió en músico de la Banda Departamental de Córdoba, fundada por este recién creado el Departamento.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Fue un recorrido que se inició como estafeta en esta agrupación insignia de la nueva entidad territorial, trabajando en ella como músico durante 25 años.<br />El maestro Tobías Garcés Garcés ha hecho parte de la Sonora Cordobesa, dirigida por Simón Mendoza, las orquestas dirigidas por el maestro Pacho Zumaqué Nova como los Macumberos del Sinú, los Tremendos. Los Diablos del Ritmo, dirigida por el maestro Pello Torres de Sincelejo; la Orquesta de Reyes Torres de Valledupar; Combo los Ocho de Córdoba de Ciénaga de Oro; Orquesta Caciques del Sinú. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Sin embargo, la actividad en donde más a gusto se ha sentido y en donde más frutos ha recogido el maestro Tobías es en la formación de bandas y orquestas, iniciándose en el INEM de Montería, en donde estuvo durante 25 años, creando la Orquesta de esa institución, fundó las bandas Trece de Enero de Canalete; La Banda Bicentenario de Lorica; Juvenil de la Casa de la Cultura de Lorica; la Banda Escuela de Música Maria Varilla de San Pelayo; la Banda Juvenil de la Casa de la Cultura de Tierralta; la Banda el Florisanto de la Casa de la Cultura de Tierralta.</span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">La Banda San Simón de San Andrés de Sotavento; la Banda de Popayán, Córdoba; la Banda de la Casa de la Cultura de Nechí, Antioquia; el Conjunto Folclórico de Cajanal. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Actualmente vive en la compañía de Julia María Mejía Arrieta, tiene 18 hijos, cinco de ellos heredaron de su padre la música, son ellos, Pablo Miguel, Carmelo, César, Estévinson y Jorge. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Cuando arriba a los 75 años de edad, el maestro sueña con un instrumental para la Banda de “Tierraltica”, un corregimiento perteneciente al Municipio de Lorica, en donde dice que hay una mina de niños genios para la música. No lo puede explicar, pero es así por que lo comprobó desde las primeras clases de música que realizó en esa población. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Los niños asimilaron los conocimientos que él ofreció y se ha propuesto con el entusiasmo de los maestros con ideas maduras, conseguir los instrumentos para la Banda Infantil de Tierraltica. </span></div><br /><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Por las manos del maestro Tobías han pasado músicos de reconocido prestigio nacional e internacional como el saxofonista Julio Castillo, quien fue su alumno en el INEM de Montería. Sus alumnos lo recuerdan como maestro consagrado con una pedagogía que facilita el aprendizaje musical y con calidad humana para propiciar el encuentro afectuoso de los niños y jóvenes con la música.<br />El maestro Tobías sueña aun con seguir fundando y enseñando la música de nuestra región. Tiene su mirada en un semillero de niños en un lugar de Córdoba afortunado de la música que según él allí esta una mina de talento musical del porro.</span></div><br /><div align="justify"></div>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-65053481776650377692007-04-16T08:35:00.000-05:002007-04-16T10:34:14.563-05:00MUSICA CORRALERA, DE LA PLAZA DE MAJAGUAL A LA MODERNIDADEL PAIS VALLENATO, VISTO POR UN SABANERO.<br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:78%;color:#cc0000;"><strong>Ponencia del periodista Alfonso Hamburger, durante el encuentro literario, en el marco del Festival del Burro. San Antero, abril 4 de 2007.</strong></span></span><br /><br /><span style="font-size:85%;"><strong><span style="font-size:78%;"></span></strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5054048911086993986" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJaJoqyYQu6KjIXT5WyDnuSBYNbT1rE9zU6-O2ZC_pZACTmfE1fBrN9J9gE081HH2lZJBF0S_tUHNJd75fzuNk9X2G1FbY9LT7dfCga25ulD7bSF8alR4BHqOySUmH8mqZlHEk/s400/Hamburguer.JPG" border="0" /><br /><div align="center"></span></div><span style="font-size:78%;">“Yo ni siquiera soy del pueblo, eso lo he recalcado siempre, yo soy del patio de mi casa” (Hector Rojas Herazo)<br /></span><div align="justify"><br /><span style="font-size:85%;">Al principio de esta historia, las cargas eran parejas. La música era una sola y las regiones acunaban las expresiones vernáculas sin encerramiento ni limitaciones más allá de la topografía, pero un día se revolvieron las aguas y nacieron los festivales, que se encargarían de fomentar las primeras piquerias regionales. Uno de esos lugares de encuentro había sido la Zona Bananera, donde confluyeron, por primera vez, vallenatos, sabaneros, sinuanos y montemarianos. Como se diría, gente de aquí y de allá. El vallenato era otra cosa muy distinta a la de hoy. Se conocía la música de acordeón, como prefiere llamarla Adolfo Pacheco Anillo. O Música del Magdalena Grande, como prefería hacerlo Abel Antonio Villa, el padre del acordeón.</span></div><span style="font-size:85%;"><br /><div align="justify"><br />El río Magdalena, en medio de la sabiduría natural, que parece dividir el país en tajos de patillas bien definidos, fue definitivo en la demarcación de los estilos, que es la esencia fundamental de esta disertación, porque no existe el vallenato como ritmo sino como género. De un lado, la vieja provincia del Magdalena, con sus departamentos del Magdalena, La Guajira y más recientemente el Cesar. Y de este lado, la vieja provincia de Cartagena, el viejo Bolívar Grande, con Bolívar, Atlántico, Córdoba y más recientemente Sucre. Cruzar el río, en aquellas calendas era un misterio, toda una proeza para un sabanero. Eran tiempos en que a nuestros niños los acunaban con un canto muy viejo: “Pato cuchara se fue para arriba, dejó a su mujer cogiendo barriga”, “Pato cuchara se fue pa aquel lao, dejo a su mujer con tanto pelao”.</div><br /><div align="justify"><br />Por el río penetró la civilización. Y los mugidos del buque Capitán de Caro y los Ferrys que servían de puente entre los pueblos de aquí y de allá, eran misteriosos para los sabaneros y montañeros, hombres patieros, como Hector Rojas Herazo, acostumbrados a pescar en la orilla. Hombres de pocas aventuras mar adentro. Acostumbrados al microcosmos del patio, como pulmón y refugio de sus cosas. Más que hombres eran un patio, ese lugar donde se estrenan los sentidos, donde el hombre se pone de pie ante el solar y el mundo. Y cuando salieron jamas dejaron el patio. Lo llevaron por todas partes y siempre añoraron volver a ese patio, aunque ya la casa se estuviera cayendo. Esa condición de patieros viejos marcó los derroteros del músico sabanero, temeroso a los aviones, no amante de los hoteles y alérgico a las concentraciones. Para el resto El Caribe es el gran patio, donde está la estructura de toda una cultura, de una civilización, de la forma y del color, de un nuevo idioma.</div><br /><div align="justify"><br />En cambio, pese a que por mucho tiempo estuvieron encerrados en su valle del cacique Upar y que mantuvieron más relaciones con Panamá, el Urabá y Venezuela, los músicos hoy denominados vallenatos, se atrevieron con más espíritu aventurero a atravesar esa barrera natural que era el Río Magdalena. Nuestros indígenas Zenúes, inventores del sombrero vueltiao y excelentes ingenieros hidráulicos, a la presencia del invasor extranjero, dieron la pelea al principio, pero luego se replegaron sin mucha resistencia y permitieron la expansión de otras culturas. En el aspecto musical, algunos autores hablan de una colonización vallenata a La Sabana y el resto del país, lo que es parcialmente cierto, pues inicialmente fueron los sabaneros, aunque en menos cantidad, quienes tuvieron éxito en Valledupar, en el país y en el mundo. No en vano, la primera obra musical que es llevada como banda musical al cine fue un porro: La múcura.</div><br /><div align="justify"><br />De La Provincia de Padilla se vinieron a estas tierras bajas, como le decían allá, Alejandro Durán, nacido en El Paso, Cesar, casi por accidente y cuyo estilo es más sabanero que vallenato, por cuanto su relación con las bandas de viento y sus orígenes de pajaritos, tamboras y bullerengues, le marcaron un estilo muy distante al vallenato picado de Luis Enrique Martínez o Colacho Mendoza. Igualmente se vino Luis Enrique Martínez, que era Guajiro, verdadero creador del estilo repicado del vallenato, quien se casó con una dama del Guamo, Bolívar y murió en Cartagena. Casi toda su carrera musical la cumplió en La Sabana, donde ganaderos como Nabo Cogollo y Lizardo Guzmán, no solo le patrocinaban las parrandas, sino sus grabaciones.</div><br /><ul><br /><li><br /><div align="justify"><span style="font-size:78%;">La guerra de Los Mil Díaz, a inicios del siglo XX, fue vital en la recomposición de nuestros pueblos. Por ejemplo, los sabaneros montemarianos, especialmente de San Jacinto, huyendo de las hostilidades, se asentaron en el valle de Ariguaní, bajo Magdalena y fundaron El Dificil, cuyos hermanos mayores son los San Jacinteros. Así quedó patentizado en el libro Pioneros ( Compendio histórico de la gran Nación Chimila y el Municipio de Ariguaní) del periodista José Manuel Díaz y en la Fiesta del Pensamiento, realizada En el Dificil Magdalena el 20 de octubre del año pasado, donde se re le rindió homenaje a tres san Jacinteros: El profesor Germán Bustillo Pereira, el filósofo Numas Armando Gil Olivera y Adolfo Pacheco Anillo. Las quebradas tierras del Ariguaní, están impregnadas no solo de Los Anillo, Los Pacheco, Los Lora, Los Leones, Los Dajud y los Barraza, sino que musical y culturalmente están más cerca de los Montes de María que de Valledupar. Allá festejan las corralejas, bailan con las bandas de viento y aman los paseos sabaneros y cumbias de Andrés Landero.</span></div></li></ul><br /><div align="justify"><br />En 1953, cuando atravesaba el ferry para llegar a Barranquilla, habiendo salido de su natal Valencia de Jesús (Cesar), Calixto Ochoa tenia sólo 19 años y sufría una pena de amor. Cuando atravesaba el río se enteró de la muerte de Pedro Infante, referencia histórica invaluable. Llegó inicialmente a San Jacinto, Bolívar, donde los famosos gaiteros acababan de llegar de su primera gira mundial. O sea, que ya acá la música había traspasado las fronteras. Y del Carmen de Bolívar, había salido para la friolenta Bogotá ( 1939), Lucho Bermúdez, quien llenó el interior de porros, gaitas y fandangos. En 1946 fue portada de la revista Semana y le había correspondido animar la ultima fiesta en la que participó Jorge Eliécer Gaitán, la noche del 8 de abril de 1948 en el hotel Tequendama de Bogotá. Con Bermúdez el país había descubierto una nueva forma de bailar. Lo de este montemariano no había sido fácil. Viajó a Bogotá con músicos costeños de la Orquesta del Caribe, cuyos integrantes fueron atacados por el frío y se vinieron. Bermúdez tuvo que armar su proyecto con músicos bogotanos de conservatorio, de allí que su porro de salón es estilizado y algunos no dudan en afirmar que recibió influjos de la música andina, como el pasillo y el bambuco. Mientras la música costeña calentaba el país, la música andina se devolvía de Caucasia, porque nos aburría en los primeros años de la televisión colombiana, que había sido inaugurada por el genaral Gustavo Rojas Pinillas hacia 1954.</div><br /><div align="center"><br /><span style="color:#000066;"><strong>EL ACORDEON.</strong></span></div><br /><div align="justify"><br />El lugar de penetración del acordeón, inventada por el alemán Buchman, a principios del siglo XIX, todavía es motivo de discusión. Todo lo que tiene que ver con esta música fue tocado por el mito de la portentosa obra de Gabriel García Márquez, quien se encargó de bautizar como verdad todo lo que pasara por el meridiano de su pluma mágica. Se inventaron una fábula legendaria de piratas y contrabandistas, según la cual, los indios de ese sector ( wayuus) habían atracado un buque cargado de acordeones en La alta Guajira, entonces el instrumento cayó en manos de los nativos, que inventaron el milagro de la música.</div><br /><div align="justify"><br />La promulgación de varios departamentos, impulsados por la tesis desarrollista de Carlos Lleras Restrepo, fue definitiva en el movimiento vallenato, que de las colitas en que andaba, untado de servidumbre y negado para los clubes sociales, dio el salto a Cien Años de Soledad, donde se creció el mito de Rafael Escalona, un chevrolito egocéntrico y mimado, que esgrimía el titulo de bachiller como un doctorado. </div><br /><div align="justify"><br />1966 marcó la promulgación de los departamentos de Sucre y del Cesar, que fueron estrenados en el año que se publica Cien Años de Soledad: 1967. Sucre, sin un modelo de desarrollo como el paisa o los departamentos del Eje Cafetero, fue un cambio para no cambiar. Cartagena, siempre mimada por La Patria, con una mirada internacional, tenía en el reinado de Belleza y otros certámenes frívoilos, eventos más importantes que la falta de agua en su larga provincia, con municipios que aun hoy para llegar hay que atravesar varios dialectos. Con rifas y dinero de las alcancías populares los pioneros de Sucre crearon un departamento sin padrinos importantes, que pronto cayó en mano de las mismas familias, que por sus tentáculos políticos crecieron en burocracia. Los mismos García de Cartagena siguieron mandando en Sucre. La gaita San Jacintera era la misma ovejera, con la diferencia de que Los Gaiteros de San Jacinto también fueron tocados por la pluma mítica de Gabriel García Márquez. Sincelejo y Sucre, que por sus grandes talentos musicales ( aquí nacieron Adolfo Mejía , Justo Almario y los Corraleros de Majagual), debió ser erigido como el departamento musical del país , aparece entonces como la capital cebuista. Hoy Valledupar, en cambio, aparece como ciudad musical, con excelente manejo urbanístico y le pelea el primer puesto como departamento ganadero inclusive a Córdoba. </div><br /><div align="justify"><br />Y el nuevo Cesar , con Valledupar, que tenía una autosuficiencia regional, que lo hacia más cercano a Panamá o Venezuela y con más cabezas de ganado que Sucre, a partir del Festival Vallenato en 1968, empieza a convertirse en el epicentro del acordeón, como si el milagro se hubiera dado exclusivamente allí. Se volvieron excluyentes. Canonizaron cuatro ritmos y con caja, guacha-raca y acordeón se fueron de gira nacional. </div><br /><div align="justify"><br />Con la publicidad de Cien Años de Soledad, un vallenato de 350 páginas, según Gabo, la carta vallenata de “La Cacica” Consuleo Araujo en El Espectador, Alfonso López Michelsen como gobernador y luego con Telecaribe, que nació en Valledupar, la aplanadora fue total. En Telecaribe, desde el conductor hasta el más encumbrado ejecutivo se habló vallenato desde sus inicios. </div><br /><div align="justify"><br />En la trampa cayeron incluso el Gobierno y sus instituciones. El Ministerio de Cultura publicó hace algunos años un folleto con el mapa musical del país. Y cuando se refieren al acordeón, la inmensa Sabana, que tiene más de 18 ritmos musicales interpretados en diferentes formatos además del conjunto de acordeón, aparece como un apéndice de los vallenatos. Se nos tilda de vallenatos sabaneros. Nos miramos las manos y vemos que no las tenemos bien pintadas ni somos descendientes de la ballena. Somos, eso: sabaneros, montañeros, Sinuano o mojaneros, pero no vallenatos. </div><br /><div align="justify"><br />... Y merecidos méritos tenemos para ser vallenatos, pero desligados del paseo, merengue, son y la puya: El Valle del Río Sinú, con una capa vegetal comparada con la que circunda el río Nilo, es extraordinario en el surgimiento de fenómenos nacionales que se dan cada tres kilómetros cuadrados. Inventores del símbolo nacional, nuestro sombrero vueltiao ( no sombrero vallenato como han dicho algunos), los ingenieros hidráulicos Zenúes, tienen un respaldo en músicos como Miguel Emiro Naranjo, Pablito Florez ( el de los sabores del porro) los maestros Francisco Zumaque, padre e hijo , Juancho Nieves, Antolín Lenes, Fredy Sierra, Lucy González y el campeón Miguel Happy Lora . Fenómenos literarios como Luis Garces González, Juan Gossain, Jorge García Usta, Gustavo Tatis Guerra, Raúl Gómez Jattin, David Sánchez Juliao, Juan, Manuel y Delia Zapata Olivella, Leopoldo Berdella, entre muchos otros. </div><br /><div align="justify"><br />El país vallenato mitificado en la obra de Gabriel García Márquez, hizo invisibles personajes de ríos, montañas, golfos y sabanas desde san Juan Nepomuceno para acá, hasta donde llegaban los influjos del porro de Arturo García. “En Ovejas y enSan Juan, le dicen el sabanero, Sincelejo y Corozal, Don Arturo es el primero” ( Lucho Bermúdez, Arturo García, Porro, 1945). </div><br /><div align="justify"><br />Según Remberto Martínez Suárez, extraordinario compositor sabanero, autor de “Vversos de Oro”, himno del festival de Chinú, el concepto sabanero es mucho más amplio que el concepto vallenato, pero en los últimos años se ha hecho invisible ante la faz del país. De San Juan Nepomuceno, para acá, se pueden destacar juglares y escritores de la talla de Alcides Díaz, Diogenes Arrieta, Manuel de J. Bustillo, Otto Serge, Rafael Ricardo, Iván de J. Reyes Parra ( primer alcalde costeño en gobernar a Bogotá, nacido en San Jacinto), todos los gaiteros, Adolfo Pacheco, Andrés Landero, Ramón Vargas, Clemente Manuel Zabala, El profesor German Bustillo, Numas Gil Olivera, Lucho Bermúdez, Julio Rojas Buendía, Graciela Arango de Tobón, Cesar Castro, Nacho Paredes, Alcides José Paternina, Justo Almario, Adolfo Mejía, Ramón Benítez, Alfredo Gutiérrez, Lisandro Meza, Felipe y Mario Paternina, Gilberto Torres, Peyo Torres, Rubén Dario Salcedo, Julio de La Ossa. Demetrio Guarín, Hector Rojas Herazo, Geovani Quessep, etc. </div><br /><div align="justify"><br />La palabra sabana también era vallenata. Es recurrente en los versos de Leandro Díaz y Tobias Enrique Pumarejo, quien se refiere a sus sabanas del Diluvio, en la Víspera de año Nuevo. “Cuando Matilde Camina, hasta sonríe La sabana”, dice el ciego cantor. </div><br /><div align="justify"><br />Incluso, en La Diosa Coronada, Leandro dice: “Señores, vengo a contarles, hay nuevo encanto en La Sabana, en adelanto van estos lugares, ya tienen su Diosa Coronada”. </div><br /><div align="justify"><br />Pero Gabo, no se sabe sí adrede o por elegancia y contundencia, en el epígrafe de su novela “El Amor en los Tiempos del Cólera”, dejó a un lado la primera parte, donde está la palabra Sabana, y puso solamente: “En adelanto van estos lugares, hoy tienen su Diosa Coronada”. </div><br /><div align="justify"><br />Manuel Huertas Vergara, quien como todo investigador sabanero, abandonado por los gobiernos de turno, Murió cuando regaba el jardín de su casa con 20 mil pesos en el bolsillo y una deuda de catastro de ocho millones de pesos, dejó sus investigaciones a medio publicar. En una de ellas, titulada “Cabildo y Merced de Tierra , régimen para poblar el Partido de Tolú Sabanas y Sinú”, dice que el concepto de sabanas ya estaba con nosotros desde 1664, cuando es creado, mediante cédula real, El Partido de Sabanas O de San Benito Abad, fundada por Don Benito de Figueroa y Barrantes. </div><br /><div align="justify"><br />Con lo sabanero y lo vallenato ha sucedido lo mismo que pasó en el caso de Gabriel García Márquez y Hector Rojas Herazo. Dicen que cuando surgen dos estrellas a la par, una trata de eclipsar a la otra. Algunos críticos consideran que la obra de Rojas Herazo, pudiera alcanzar méritos suficientes para rebasar el “Boon” de que tanto se habla, sobre todo en la medida en que el tiempo se vaya encargando de emparejar las cargas y colocar a cada quien en su lugar. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Pero ¿Qué pasó en uno y otro caso? ¿ Por qué se fueron creando esos estereotipos sobre el sabanero y el vallenato, cuando la jirafa se puede mostrar con signos diferentes al de su largo cuello? </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En principio, a manera de ensayo, podemos afirmar que todo iba parejo. Incluso, lo sabanero, con el porro, que trepó los ríos y colonizó los andes con Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Antolín Lenes, Rufo Garrido, Crecencio Salcedo, Crecencio Camacho, Luis Carlos Meyer , Pello Torres, Pedro Salcedo , Demetrio Guarán y en la época moderna con Los Corraleros de Majagual, tuvieron más de 40 años de imperio. Para algunos críticos, los años 50 y 60, fueron los mejores de la música colombiana. Que se codeó de tú a tu con la mejor música del mundo, sin llevar literatos ni marketing a cuestas. La música se imponía por su calidad y no por la “payola” que hoy se paga a los programadores de FM. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En este vuelco han tenido que ver muchos fenómenos. Uno, el surgimiento del festival vallenato, en 1968. Y otro la versatilidad del acordeón, que empezó a remplazar al piano de cola, que estaba en manos de las clases altas y al servicio de los oficios luteranos, al mando de la Iglesia. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">El acordeón, que penetró también por Santiago de Tolú y en mano de los campesinos sabaneros tomó un nuevo aire, armó el desorden, creando diversas reacciones. Para el maestro Antonio María Peñalosa, autor del tema Te Olvidé, considerado el himno del carnaval de Barranquilla, el acordeón retardó la música colombiana. El genero vallenato ( vean que hablo de género, mas no de ritmo) es narrativo por excelencia, épico y lírico. Su misión inicial fue contar historias. En las parrandas de Valledupar no se baila, sino que se escucha, de modo que la parte musical no es tan importante. Su facilidad en la instrumentación (solo tres cuando cantaba el acordeonista), les permitía montarse el conjunto en un solo burro y llegaban a la cita. Así ocurrió a Calixto Ochoa cuando hizo “Los sabanales” y sonó con “La Reina del Espacio”, que llegaron en las ancas de un burro a la finca donde ocurrió todo. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Sin embargo, existen fieles defensores del acordeón, como Adolfo Pacheco Anillo o el propio Felipe Paternina Payares, que es un estudioso de este instrumento, con el que se le dio una mano a la gaita que se apagaba en las plazas y Andrés Landero la introdujo perfectamente al conjunto de sus abuelos gaiteros. Tampoco se puede dejar por fuera de este análisis la importancia de los picots, cuyos ponedores de discos se convierten en verdaderos dictadores e imponen ciertos éxitos por fuera de las emisoras, obligando a estos a seguirlos en algunos casos, como La Morrocoya, Del Maestro Miguel Durán, tema sabanero de corte religioso según la intención del autor, pero que el público la tomó con morbo popular, asimilándola a las partes nobles de la mujer. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Con la popularidad y la versatilidad del acordeón, se le dio una estocada a las grandes orquestas, que necesitaban de mayores horas de practicas y se volvieron muy costosas por el número de integrantes . Cada integrante no es un integrante aislado, es una familia entera. Ello conllevó, a que en un solo escenario, Adriana Lucia, acompañada de un niño, se ganara 3 millones de pesos en una tanda, mientras La banda de Chochó, conformada por 19 músicos, que había amenizado la alborada, la recepción de los ganaderos, la cabalgata y había sido llevada de relleno, mientras el artista vallenato se reposaba en el hotel, solo ganaba 800 mil pesos. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Es decir, los músicos de bandas se derrotaban, para irse detrás del misterioso sonido del acordeón, ese que nos arruga los sentimientos. En Barranquilla, en este momento, músicos como Juan Piña y Willi Calderón ( sabaneros) se están muriendo de nostalgias y están a punto de pasar hambres, porque los mercados se le han cerrado. La oficina de los músicos en Sincelejo ( El Parque santander), es el rumiadero de nostalgias y olvidos más grande del país. Ahí El Toro Negro, que le ha dado varias vueltas al mundo, se rasca con el Toro Balay, aquel que mataron en Carrillo con una banderilla envenenada. Allí mismo murió de hambre Zapato Viejo, a quien le hicieron un homenaje en Sincelejo, le dieron un redoblante nuevo, pero tuvo que irse a pie para su casa, sin un peso en el bolsillo. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Pero estos músicos de acá, con excepción de Los Gaiteros de San Jacinto, no fueron tocados por la pluma mítica de García Márquez. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">Esto da para pensar que la historia de la Costa que se debe leer es la de Orlando Fals Borda y no la mágica de algunas novelas, por que en ellas lo mítico todo se convierte en verdades irrefutables, que se van como un home rume y jamás retornan para retroalimentarse. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">En los avatares para escribir el libro “En Cofre de Plata”, encontré pocos fenómenos en que un conjunto de acordeón se desbaratara para asumir otros formatos. Uno ocurrió en Ovejas, done el viejo Francisco Mosquera, El Plateño, cajero de un conjunto de acordeón que lo dejó abandonado, halló en un grupo de gaita el clima para volverse inmortal. Allí encontró su gracia. El conjunto de gaitas le dio el estatus que jamás alcanzó con el acordeón. Otro es el de Francisco Guevara, acordeonista antecesor de Julio de La Ossa en Choch (Sucre), quien tocaba por un bulto de ñame. Un día dejó el acordeón y se matriculó como bombardionista de la famosa banda Juvenil. </div><br /><div align="justify"><br />Existen otros casos resaltables, en los que abandonar el estilo vallenato que les habían impuesto fue providencial para algunos músicos sabananeros. Caso de Lisandro Meza, a quien en Valledupar le negaron la corona, entonces asumió el estilo internacional que lo ubica hoy por hoy como el acordeonista que más vende en el exterior. Y no es vallenato, aun cuando la prensa así lo registre, por el solo hecho de llevar un acordeón. Sus temas Baracunatana y Cabaretera, le abrieron las puertas del exterior. Si se queda con el reinado vallenato, al que bien pudo acceder si el jurado es justo, a lo mejor no hubiera pasado de Upa Já. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="justify">También se puede registrar el caso de Aniceto Molina, el Tigre Sabanero, residenciado desde 1974 en Norte América, legitimo embajador de Colombia en el mundo. Molina fue el verdadero impulsor del acordeón en Valledupar, cuando no habían surgido ni los Zuleta, ni los Meza Reales, Ni los Cuadrado ni Los Diablitos. Estos apenas eran estudiantes que llegaban de vacaciones a parrandear con “Así soy yo”, su éxito más encumbrado, surgido en 1967, antes del festival y a la par de Los Sabanales. </div><br /><div align="justify"></div><br /><div align="center"><span style="color:#660000;"><strong>EL FESTIVAL VALLENATO. </strong></span></div><br /><p><br />El festival vallenato, que se hace con la idea de impulsar el nuevo departamento del Cesar, con Alfonso López Michelsen como gobernador, surge como una copia de una fiesta que Gabriel García Márquez hace en Aracataca.<br /><br />Al respecto, en una entrevista concedida al periodista sucreño, Marcos Tulio Contreras, titulada “Cien años de Soledad es un vallenato de 350 páginas”, Gabo dice:<br /></p><br /><ul><br /><li><span style="font-size:78%;">Como comenzaron era una cosa que estaba muy bien. Yo vine a Colombia en el año 1963, a un festival de cine en Cartagena, tenía siete años de no venir a Colombia. Entonces Escalona vino a verme y yo le pregunté qué se había hecho el país en materia de vallenatos en los últimos años. Escalona me dijo que muchas cosas y me invitó a Aracataca para que oyera todos los conjuntos que él pudiera recoger en toda la provincia. Gloria Pachón, que estaba con nosotros, pasó una corresponsalía a El Tiempo que decía “ Festival Vallenato en Aracataca”. Cuando nosotros llegamos, Aracataca estaba lleno de acordeoneros. Escalona, no sé si por olvido, llegó a las cinco de la tarde. Ese día oímos vallenatos por cantidades. Recuerdo que Armando Zabaleta, que no fue invitado, se presentó con su conjunto, echándole vainas a Escalona. </span></li></ul><br /><p><br />Zabaleta, nunca fue del resorte de las parrandas de Escalona, según entrevista de Luis Enrique Martínez, a Jorge García Usta, publicada en el magazín Solar, Periódico de Cartagena), siguiendo con su posición critica, hizo la canción Aracatata Espera y desde entonces Gabito sería derrotado políticamente aunque fuera para la alcaldía de Aracataca.<br /></p><br /><p align="center"><span style="color:#660000;"><strong>LA MODERNIDAD.<br /></p></strong></span><br /><p align="justify">Para algunos analistas, la modernidad y la modernización, es una etapa inconclusa. La historia ha ido dando saltos en medio de los inventos que llegan a los pueblos y se toman a la gente asando mazorcas. No se les ha dejado desarrollar a plenitud su propia edad media.<br /><br />En 1972, cuando nuestro Antonio Cervantes “Kip Pambelé” conquista el primer titulo mundial de boxeo para Colombia y nos enseña a ganar, se presenta una ruptura entre la edad media y la modernidad, entre el pasado oscuro y el futuro de la luz eléctrica que trae consigo otros vicios y nos encandila. Llegó la luz y la televisión a muchos pueblos que se maravillaban con el invento.<br />La radio era entonces el único vehículo de modernidad. Recuerdo que vivíamos en nuestro Palenque de San Jacinto, Bajo Grande, de donde salimos solo a los 15 años. Elina Alandete, nuestra haya, le encargó a mi padre, que cuando fuera a Cartagena, le trajera un radio como el de Gilberto el de Rodolfo, “porque ese si ponía vallenatos”.<br /><br />Era una suerte escuchar música de acordeón en la radio y Gilberto el de Rodolfo tenía un radio especializado en vallenatos, porque siempre que pasaba para el monte en su burra, iba con uno puesto. Elina creía que el vallenato sonaba según la marca del radio.<br />La palabra vallenato era obligada en los sellos de los discos y en el bautizo de todo músico que llevara acordeón. Incluso a Alfredo Gutierrez y Arnulfo Briceño, no siendo vallenatos, aún niños imberbes los bautizaron como los pequeños vallenatos y los mandaron de gira a Ecuador y Venezuela. Antonio Fuentes, importante empresario fonográfico, fue un enamorado de la palabra por sus connotaciones comerciales y tintes de piqueria.<br /><br />Para la época de Elina Alandete ( pude ser 1970), existían La Rapsodia Vallenata, de Radio Libertad, de Rafael Xiquez, de ocho a nueve de la mañana, que colocaba cuatro temas. El resto era publicidad y avisos. “Radio Libertad, potencia continental de 50 kilovatios, presenta, La Rapsodia Vallenata, expresión folclórica de la Costa, con la música y alegría de la tierra de Francisco el Hombre, puya, paseo, merengue y son hacen: La Rapsodia Vallenata”.<br /><br />Se le avisa a Avelino Escobar, en Bajo Grande, Bolívar, que ponga cuatro mulos en Las Palmas, tres de carga y uno de silla, que su hijo Kennedy , viaja a esa.<br />El otro espacio radial que colocaba música de acordeón era “Ustedes Hacen El Programa”, de radio Sutatenza, de 2 a tres de la tarde. Posteriormente surgió el Show de Alfredo Gutiérrez, a las cinco de la tarde, por Radio Libertad.<br /><br />Ya para del Caribe, Barranquilla a estudiar periodismo, allí empezaban a sacudirse de la música antillana y penetraba el acordeón de la mano de la bonanza Marimbera. Allí se impone eso de pagar por poner y se incrementa la guerra por el mercado. Era la misma que conllevó a la creación de Los Correleros de Majagual, cuyo fin era enfrentar a Aníbal Velázquez, pero cambian la caballerosidad y la competencia de las estrategias comerciales y calidad artística por la cuota al programador de turno. Nace la denominada “Payola”.<br /><br />Recuerdo que alguna vez penetré a un lugar especializado en salsa a tomarme unas cervezas en la calle 72. Cada vez que iba al baño por el efecto deshidratador de las frías, pasaba tarareando unos versos sabaneros de Andrés Landero, las Miradas de Magaly. Los tipos que estaban en la meza, entre ellos Alvaro Ruiz Hernández, me increparon que no profanara el recinto cantando Vallenatos. Discutimos y por más que les expliqué que eso no era vallenato, no me entendieron. Después ya nadie pudo parar la avalancha y todo lo que se tocaba en acordeón llevaba el sello de vallenato. Y en poco tiempo, mis críticos, no tuvieron más remedio que abrir espacios de vallenatos, pero puro vallenato de icopor.<br /><br />El hombre a derrotar era entonces Alfredo Gutiérrez. “El rebelde” contó que había un hombre que iba de emisora en emisora a pagar para que no le pusieran sus discos. Incluso, se los rayaban.<br /><br />Jorge Oñate, artista exclusivo de la antigua CBS que no necesitaba quizás de esos artilugios, se dio de trompadas en la puerta de Radio Libertad, con un promotor de Codiscos. Habían salido al mercado dos LPs con el tema Marta, de Calixto Ochoa. Felipe Paternina había grabado este tema en la magnifica voz del opita Jairo Serrano y se estaba escuchando más que el de Oñate. Cuando el promotor llegó a promocionar el disco de Serrano y Paternina no lo pudieron emitir, porque estaba rayado. El control explicó que el propio Jorge Oñate le había pasado la llave de su carro al acetato, para bloquearlo. Allí comenzaba la guerra sucia. </p><br /><p align="center"><br /><span style="color:#660000;"><strong>EL FESTIVAL VALLENATO.</strong></span> </p><br /><p align="justify"><br />El Festival vallenato fue un escenario de pelea desde el principio, que sirvió para dividir más las regiones. Allí se apoderaron de la historia del acordeón y se cometieron algunos errores. Uno de ellos fue dejar la cumbia por fuera, que era y sigue siendo el ritmo emblemático de Colombia en el mundo. Si incluyen la cumbia y la tambora hubiesen tenido más méritos musicales y el festival no estaría atado a una edad media, como muestra de museo. Con caja guacharaca y acordeón, la música vallenata estaba condenada a la parranda patiera. Necesitaría, entonces, un ingrediente, el que le pusieron los sabaneros, para llevarla fuera del país.<br /><br />El mismo Gabriel García Márquez lo dice, en las siguientes palabras: </p><br /><ul><br /><li><span style="font-size:78%;">( 1)Yo creo que lo más importante de la historia del vallenato es cuando surge la escuela Sabanera del departamento de Bolívar. Anteriormente solo se conocía la escuela del Cesar y La Guajira. Pero lo que verdaderamente innova esta música es La Escuela Sabanera. Que podríamos llamar Sinuano- Sabanera, que yo encuentro que es muy auténtica y muy ortodoxa. </span></li></ul><br /><p align="justify"><strong><span style="color:#660000;"></span></strong></p><br /><p align="center"><strong><span style="color:#660000;">BARRANQUILLA, UPA JA.</span></strong><br /></p><br /><p align="justify">El fenómeno de Barranquilla, en la urbanización del vallenato fue vital. Especialmente por sus emisoras de cobertura regional y el surgimiento de Telecaribe, que habló vallenato desde sus inicios. Los programadores sabaneros han sido de intentos tímidos. No ha existido, por ejemplo, grandes del sabanero, sino grandes del vallenato. La información de farándula ha sido parcializada, incluso en la prensa escrita. El festival de gaitas de Ovejas, que se conserva como el más tradicional del país, jamás ha sido transmitido por Telecaribe. Y apenas el año pasado, cuando el porro al menos puso una ministra de comunicaciones, Señal Colombia transmitió el Festival Corralero de La Sabana, donde radican las verdaderas diferencias de una y otras escuela.<br /><br />Sobre este particular han escrito Gabriel García Márquez y Daniel Samper Pizano, más que todo a través del estudio de la obra de Adolfo Pacheco Anillo, que en estos momentos rebasa la de Rafael Escalona, desmitificado y desbaratado en su egolatría por la mordaz pluma de Jorge García Usta en su articulo “ Aproximación tímida al ego de Escalona”, donde lo deja totalmente desnudo. Aparece más como una obra de Gabriel García Márquez y de su abuela la compositora, porque un hombre que silbar no sabe, pareciera casi imposible que haga música.<br /><br />Al respecto dice GGM(2): “El vallenato urbano es algo que no se puede impedir. No se puede impedir que una cosa evolucione, como no se puede impedir que el lenguaje evolucione, porque entones estuviéramos escribiendo como en la edad media. La vida no la para nadie. Si hay acordeoneros y compositores que viven en la ciudad, entonces sus vivencias y expresiones son urbanas y a ellas tienen que referirse. El vallenato siempre está remitido a su realidad. Ella es su servidumbre. Ese es su destino.<br /><br />Sobre un aparente enfrentamiento con Escalona, García Márquez, respondió: “En ese tiempo yo me dedicaba a dos cosas, a vender libros y esperar que Escalona me diera de comer”. Fue cuando paseo la provincia vendiendo libros.<br /><br />Y advierte: “Escalona no puede decir eso porque si uno se pusiera a hacer la lista de la gente que le ha dado de comer, y de aquellas a las que uno también les ha dado de comer, esa vaina bastaría para llenar el directorio telefónico de Manhattan”..<br /><br />Y más delante riposta: “Yo le he dado a Escalona algo mejor que de comer y es el hecho de que él aparece en todos y cada uno de mis libros”<br /><br />Escalona esgrimió su ego al advertir, que cuando sale Cien Años de Soledad, ya era famoso.<br /><br />Según García Usta, el que Escalona utilizara a Colacho Mendoza en sus parrandas y como interprete primordial de su obra, le perjudicó al gran rey, porque apareció como el antipopular del paseo, especialmente cuando derrota a Andres Landero, a Lisandro Meza y a Alejo Durán, que eran los favoritos del pueblo.<br /><br />A la hora de la muerte, se conocieron sus valores. La muerte de Alejo Durán conmocionó al país. Lo mismo que la de Landeros. En cambio, la de Colacho, pasó con menos ruido.<br /><br /><br />Volviendo al festival. Parece que todo estaba dado para que el primero se lo ganara el Viejo Emiliano Zuleta y no Alejo Duran, quien vivía alejado del valle, en Planeta Rica, C´rodoba. Ya todos saben que Emiliano se emborrachó y no acudió a los tres llamados, porque se creyó ganador y sin conocer las reglas no se presentó a la final. Eso marcó a los Zuleta, que a excepción de Emilianinto, en la canción inédita, han estado de espaldas a su historia. Cosa parecida a la de Abel Antonio Villa, a quien jamás le perdonaron sus criticas en el sentido de que vallenato es otra cosa.<br /><br />La hamaca Grande, que Adolfo Pacheco Anillo hace para contestarle a Consuelo Araujo, fue presentada en el Festival Vallenato del 69, pero no concursó, porque Andrés Landero, quien la meció, desconocía que debía inscribirla previamente.<br /><br />La misma historia le sucedió a Alfredo Gutiérrez, Andrés Landero, Ramón Vargas, Felipe Paternina y Lisandro Meza, descalificados por su estilo sabanero. Los casos mas sonados fueron los de Gutiérrez, Landero y Meza. Era tanta la presión, que en 1972, siendo finalista y uno de los favoritos, a Ramón Vargas, se le fue la voz. El segundo lugar, según él, fue mucho. De vainas no me dio un infarto, le comentó a Numas Armando Gil, en su libro Mochuelos Cantores de Los Montes de María la alta.<br /><br />A Alfredo Gutiérrez lo habían descalificado en la interpretación del merengue El Papel Quemado, por manejar algunos repiques no ortodoxos. O sea, se pasaba de la raya, tocaba demasiado y eso era sospechoso de que el acordeón pudiera llegar más allá de los limites que ellos mismos se habían impuesto.<br /></p><br /><p align="justify"><span style="color:#660000;"><strong>LA POSICION DE CONSUELO.<br /></strong></span><br /><br />En toda esta ola de desinformación que se tomó el país, en que una mentira mil veces repetida se hace aparecer como verdad, tuvo que ver la periodista Consuelo Araujo Noguera, defensora inquebrantable, nervio y alma del festival vallenato. Allí no se movía una sola hoja sin su consentimiento. Impuso siempre su criterio.<br /><br />En su libro Vallenatología, escrito sin preciosismo literario e impreso en una edición sencilla de 72 páginas, publicado en 1972, Consuelo Araujo dejó abierto un interrogante que apenas empieza a ser respondido por los escritores sabaneros. “No tengo mayores argumentos para decir que existe un vallenato sabanero, porque no he estudiado esa región, por lo que me dedicaré al vallenato-vallenato, que es mi zona”.<br /><br />Adolfo Pacheco le respondió en tres canciones clásicas, como La Hamaca Grande, La Diferencia y La Espina.<br /></p><br /><p align="center"><strong><span style="color:#660000;">EL FESTIVAL SABANERO. </span></strong></p><br /><p align="justify">En respuesta a la descalificación de Andrés Landero, Alfredo Gutiérrez, Lisandro Meza y Ramón Vargas en los primeros festivales, surge un movimiento en Sincelejo y se crea el Festival Sabanero del Acordeón, donde se incluye, además de los tres elementos del vallenato ( caja, guacha-raca y acordeón) la timba, para los aires de porro y cumbia, que son los que hacen la diferencia. Se comparten el paseo sabanero y el merengue sabanero, que son más cadenciosos que el estilo vallenato. Y se excluyen la puya y el son.<br /><br />El festival sabanero llegó a convertirse en un escenario de multitudes y dicen que estuvo a la par del vallenato, eligiendo reyes insuperables como Andrés Landero, Enrique Díaz, Lisandro Meza, Julio de la Osa, Miguel Durán ,Gilberto Torres, Fredy Sierra, Julio Rojas, Felipe Paternina, Wiliam, Molina, Gabriel Julio, Rodrigo Rodríguez, entre otros.<br /><br />Paradójicamente, mientras se realizó y antes de que cayera en manos de los políticos de turno, que lo parcelaban como cuota electoral y lo destruyeron, ningún acordeonista vallenato pudo alzarse con la corona. Solo Andrés El Turco Gil y Ramón Bolaños, que se vino a vivir a Sincelejo, pasaron a las finales. La ortodoxia sabanera de la que habla Gabriel García Márquez es mucho más fuerte que la vallenata. Los ritmos del porro y la cumbia, con sus tonalidades menores, sugerencias melódicas y armónicas son muy complejos.<br /><br />Los primeros intentos por hacer un festival con ritmos sabaneros y que resaltara los valores del patio, se dio en San Jacinto en 1972, en la Escuela Vocacional Agrícola. Posteriormente surgen El Sabanero de Sincelejo, El Bolivarense de Arjona, el Tabacalero del Carmen de Bolívar, El Nacional de san Juan Nepomuceno, El de sabanero de Sahagún ( 1978), y el de Chinú, entre otros. Pero muy pronto, estos festivales realizados en tierra sabanera, se vallenatizaron y fueron desapareciendo. Los sabaneros, creadores de una gran escuela, se volvieron imitadores de los vallenatos y en gran medida fueron olvidando sus propios ritmos, que languidecían en el anonimato, porque se le dio prelación a la avalancha de paseos lloriqueros a partir de Nido de Amor.<br /><br />En Córdoba, por ejemplo, se hace un solo festival del porro, el resto son festivales vallenatos, como los de Lorica, Chinu, Sahagún, Montelibano, Cotorra, entre otros, donde se le da prelación al acordeón y a los ritmos vallenatos. O aún, dándole prelación a los aires sabaneros, llevan el nombre de vallenatos.<br /></p><br /><p align="center"><strong><span style="color:#660000;">LOS CORRALEROS<br /></span></strong></p><br /><p align="justify">El exitoso conjunto de acordeón de hoy, con su vallenato de icopor a cuestas, tuvo sus inicios en la ambición del músico sabanero, que por su naturaleza explora y busca cosas nuevas. Lo primero que hace, cuando cae una acordeón en sus manos, es metérsele por dentro y adecuarla a su estilo, lo desbarata, lo arma y descubre que la técnica es buena. El artista sabanero buscó, desde sus inicios, diferentes maneras de ejecutarlo, por ello lo puso a conversar con las trompetas y bombardinos. Allí nace el formato corralero.<br /><br />Ya en 1942, después que el ovejero Joaquín Pizzaro Mutis hubiera importado las primeras acordeones en 1856, Pedro Alquerque, había tenido intentos de crear un conjunto tipo corralero, denominado Los Corraleros de Astillon.<br /><br />Los músicos sabaneros, con acordeonistas antiguos como Alejandro Alandete y José Manuel García (En San Jacinto), Alcides Paternina ( Corozal), Eugenio Gil ( Betulia), Joaquín Bettin ( Sampués) Leopoldo Salazar ( Sincelejo), entre otros, desde el principio intentaron fusionarse con la banda. El conjunto inicial era de acordeón o dulzaina, tambor de gaita ( llamador), redoblante y maracas. Fue Luis Enrique Martínez, quien trajo la caja vallenata, introducida por Carlos Velez, en los años 50.<br /><br />En 1957 Colacho Mendoza grabó su acordeón con el saxo del turbaquero Carlos Arnedo, pero no le dio el sabor que le impusieron Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, Cesar Castro, y losotros, al conformar en 1961 Los Corraleros de Majagual, considerado el conjunto mas importante de la música de acordeón en el siglo pasado.<br /><br />Denominados la universidad de la cumbia, los Corraleros de Majagual estuvieron a la par de las mejores orquestas del momento y hoy, 47 años después, siguen vigentes.<br /><br />Alfredo Gutiérrez fu vital en la evolución del vallenato. El lo describe como una campesina que llega al pueblo mal trajeada y él la viste de gala. Le introduce uniformes, coros, bajo electrónico, baterías, timbales, y la saca de los aires tradicionales. Hoy, los conjuntos vallenatos, están viviendo de la música sabanera, llevan el bombardino a cuestas y rebuscan éxitos viejos para grabarlos, como el Tao Tao, la Camisa Rayá, El Amor de mi Sabana, etc.<br /><br />En La Sabana se manejan más de 18 ritmos musicales, además de los cuatro que escogieron y canonizaron en Valledupar.<br /><br />Esa incesante vocación para la innovación del músico sabanero, que recorta la gua-characa, que le cambia los sonidos al acordeón y crea fusiones, le ha llevado a crear nuevas cosas. Por ejemplo, Juancho Nieves, en Sahagún, acaba de inventar un sistema para afinar las gaitas, con las que se pueden tocar en orquestas sinfónicas sin ninguna clase de problemas. Mario Paternina ha inventado en Corozal una nueva caja, más pequeña, más versátil, de mejor sonido y que se puede armar y desarmar.<br /><br />Y Felipe Paternina, inventó un manual para aprendices del acordeón, con más de 600 nuevas posiciones para crear nuevos conceptos musicales. </p><br /><p align="center"><br /><span style="color:#660000;"><strong>LAS DIFERENCIAS. </strong></span></p><span style="color:#660000;"><strong><br /><p align="justify"><br /></strong></span>Al país se la ha educado mal en materia de música. No existe un vallenato sabanero. Existen el vallenato, por un lado y el sabanero por el otro. Nos interesa que se conozcan esas diferencias.<br /><br />En este momento, en que se han perdido los estilos y no se sabe quien es el uno y cuál es el otro, hay una confusión total entre sabaneros y vallenatos. El acordeón se popularizó tanto que un cachaco la suena hasta mejor que un valduparense o que un corozalero. Allí está el caso de Alberto Jamaica o el de Julian Rojas, con lo que el Festival Vallenato da punzadas políticas en el corazón musical del país, pero la historia es la historia. Y por mucho que a Andrés Landero se le designara como “Rey Vitalicio del Festival Vallenato” ( al igual que a Pacho Rada), estos murieron sin sentirse vallenatos.<br /><br />Por eso, para hacer las diferenciaciones entre una y otra escuela, tenemos que comparar los clásicos.<br /><br />Quien mejor marca la escuela vallenata es Luis Enrique Martínez.<br />Quien mejor marca la escuela sabanera, Andrés Landero.<br />Quienes mejor marcan la narrativa vallenata son, Rafael Escalona, Tobias Enrique Pumarejo, Leandro Díaz.<br /><br />Quienes mejores marcan la poética sabanera son, Adolfo Pacheco y Lucho Bermúdez.<br /><br />No es lo mismo, Mochuelo pico e maíz, de ojos negros brillantinos a Señores vengo a contarles, hay nuevo encanto en la Sabana, en adelanto van estos lugares, ya tienen su diosa coronada.<br /><br />O cuando el toro salta a la arena, hasta el más cobarde sé enguapetona , a: como es estudiante ya se va Escalona, pero de recuerdo les dejo un paseo.<br /><br />El vallenato se agota y se repite, por lo que el futuro del acordeón está en la inagotable escuela sabanera, por su poliritmia, sonoridad y exploración de otras cosas.<br /></p><br /><p align="justify">Muchas gracias.</p></span>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-22445789.post-12412815706034172622007-04-11T09:14:00.000-05:002007-04-11T15:22:20.957-05:00EL TERMINO PORRO<div align="right"><span style="font-size:78%;">Por Jorge GRACIA LYONS.</span></div><br /><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><span style="font-size:85%;">Es un Ritmo del Caribe, Apellido italiano, Apellido español, Dispositivo óptico, o que?</span><br /></span><br />Apreciado Edward. </div><br /><div align="justify"></div><div align="justify">Recibe un cordial saludo.<br /></div><br /><p align="justify">Me ha parecido interesante y muy necesaria la discusión sobre el termino porro. Seguramente nos permitirá dar a conocer mejor nuestra cultura musical. El envío de la carta a la Academia, informando lo que para nosotros en el caribe significa Porro, me parece oportuna.<br /><br />Sin embargo la carta y encabezado del señor Carrillo Hinojosa <strong>"Españoles: respeten y dejen el colonialismo",</strong> me ha resultado desproporcionada.<br /><br />Puedo entender que su interés es decirnos, que esta de acuerdo con nuestra posición, pero no tiene nada que ver con colonialismo; Si de pronto, con el desconocimiento que existe en el viejo mundo de cómo llamamos a nuestro hermoso ritmo musical.<br /><br />Debemos también reconocer nuestro desconocimiento de los otros significados que esta palabra puede tener en muchos sitios de América y Europa, incluso desde mucho antes que apareciera y fuera bautizada nuestra música.<br /><br /><strong><span style="color:#000066;">Por lo que he podido verificar el termino Porro parece tener muchos significados. Veamos el significado de doce hasta ahora investigados: </span></strong></p><br /><ol><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>. Existe una comuna en Italia, llamada Rovello PORRO, Provincia de COMO. Su origen esta situado en el año 1.600. Superficie: 5,8 km². Altitud: 240 m s.n.m. (min. 135 m, máx. 258 m.) y 5.512 habitantes. Rovello, al parecer significa en antiguo celta "valle fortificado". </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: Tipo de ajo. También conocido como Puerro, Ajo porro, Ajoporro. Nombre científico Allium porrum. Este PUERRO, es el símbolo de la población de San Juan de Sahagun, España. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span> es un cigarrillo de marihuana u otras drogas. A diferencia de los cigarrillos, el porro no se consume, es decir, si le dejas de dar caladas, no se consume, se apaga solo o se queda así. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span> es un género musical colombiano. El porro es uno de los variados aires musicales colombianos. Nacido y desarrollado principalmente en la costa atlántica o región caribe (departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar y Atlántico), y luego extendido a otros confines. Es un ritmo muy alegre y fiestero propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/4; el mismo del pasodoble y el tango. Pero como tampoco en la música faltan discrepancias, se sostiene que su verdadero compás es el 4/4; el mismo de la samba. Ambos se tocan en lo que se llama "compás partido", que para algunos es el mismo 2/4. (En esto que me corrija el maestro Naranjo) </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: Apellido muy común en España (Galicia). Corina Porro Martínez: tiene 50 años, enfermera que el 13 de diciembre de 2003 toma posesión como alcaldesa de Vigo, España. Ricardo Porro, arquitecto cubano que figura en las listas de reconocidos artistas de esta profesión por sus trabajos para las Escuelas de Arte de Cubanacán, hoy Instituto Superior de Arte de Cuba. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: Apellido muy común en Italia. el apellido existe en Cosenza. También en Cremona, donde Stradivarius fabricaba sus hermosos y afamados violines. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: Científico italiano (Paolo Ignacio Pietro Porro, 1801-1875) de cuyo nombre se deriva una de sus principales invenciones: el prisma de Porro o porroprisma. Este dispositivo óptico, especialmente eficaz para invertir imágenes lateralmente, se emplea en cámaras fotográficas (Olympus E-300,Pen-F y Pen FT), así como en prismáticos. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro:</strong></span> Un adjetivo que —en algunos países de Latinoamérica— significa torpe y necio: "¡Niña, no sé cómo puedes ser tan porra de caerte así!". </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: En Chile es una persona con un mal desempeño académico. ("Obtuviste una mala calificación..., ¡qué porro eres!") </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: En América el porro es un tambor de forma cónica, de un solo parche, y también la jarana en que se baila al son de dicho tambor. </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span>: En ciertos lugares de España y más concretamente dentro de los ámbitos ganaderos se conoce como porro a un utensilio usado para manejar las reses, el cual está fabricado con el tronco y raíces en forma de cepa de un árbol bastante joven (para que su peso no sea excesivo y tenga fácil manejabilidad). </div></li><br /><li><div align="justify"><span style="color:#ff0000;"><strong>Porro</strong></span> en México es una persona perteneciente a un grupo de choque, que actúan principalmente en bachilleratos públicos.</div></li></ol><br /><p>A estas alturas de la investigación me resuenan ALGUNAS preguntas: </p><br /><p align="justify">Será que nuestro ritmo fue bautizado así por un cura español o italiano de apellido PORRO. O en honor a otro?</p><p align="justify">O por que se tocaba con algún utensilio usado por nuestros ascendientes (criollos y españoles) para manejar las reses?<br /><br />O en honor al pueblo de un visitante italiano que estuvo con nosotros por alla en los finales del dominio español.<br /><br />O en honor al Obispo español Francisco Bartolomé Porro y Reinado (1739-1814), consagrado en 1801 por Roma.<br /><br /><strong><span style="color:#3333ff;">VEAMOS ALGUNOS OTROS PORROS FAMOSOS<br /></span></strong></p><br /><br /><p align="center"><span style="color:#ff0000;">LOS PRISMÁTICOS</span> </p><p align="justify"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4RnGzfDOLhPxV1t3RWScXFsy55TDkawZ3oOhQie7_LP_Z8_RTukHi3WHBLx1yrU9fEioyUt4me06Wch8cY230qna7ZPpKSt3F_Jte_n7a0ettY-T2AZlOvZ2puczst7e-uABP/s1600-h/image025.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5052264541154066898" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4RnGzfDOLhPxV1t3RWScXFsy55TDkawZ3oOhQie7_LP_Z8_RTukHi3WHBLx1yrU9fEioyUt4me06Wch8cY230qna7ZPpKSt3F_Jte_n7a0ettY-T2AZlOvZ2puczst7e-uABP/s320/image025.jpg" border="0" /></a>Unos prismáticos son especialmente útiles para un naturalista y, en el caso del observador de aves, se convierten en una herramienta imprescindible.<br /><br />Existen dos tipos de prismáticos: los de prisma de porro y los de prisma en tejado. La diferencia principal entre ambos se encuentra en el tipo de prisma interno que emplean. Esto se traduce externamente en un menor volumen de los de prisma en tejado. Por el contrario, los de prisma en porro suelen ser más luminosos y a menudo transmiten mejor la luz, con lo cual veremos con más claridad en horas crepusculares y en cualquier condición de luz escasa.<br /></p><br /><br /><p align="center"><span style="color:#ff0000;"><strong>BEATO Giovannangelo PORRO (25 OTTOBRE)<br /></strong></span></p><p align="justify">Giovannangelo Porro nacque nel 1451, nel ducato di Milano. Entrato nell'Ordine, visse dapprima nel convento milanese di santa Maria, poi fu trasferito a Firenze. Per dedicarsi interamente alla penitenza e alla contemplazione, si ritirò sul Monte Senario, rimanendovi per quasi vent'anni. fece ritorno, infine, a Milano, dove si preoccupò in modo speciale dell'educazione cristiana dei fanciulli. Morì il 23 ottobre 1505. Fu proclamato beato da Clemente XII nel 1737. </p><br /><p align="center"><br /><strong><span style="color:#ff0000;">AJO PORRO, AJOPORRO</span></strong></p><p align="justify"><br /><strong>Nombre común o vulgar:</strong> Puerro, Puerros, Ajo porro, Ajoporro, Ajoporros<br /><strong>Nombre científico o latino:</strong> Allium porrum<br /><strong>Familia:</strong> Liliáceas (Liliaceae).<br /><strong>Origen:</strong> Europa y Asia Occidental.<br />Planta herbácea anual.<br />El puerro consta de tres partes bien diferenciadas, hojas largas y lanceoladas, bulbo alargado blanco y brillante y numerosas raíces pequeñas que van unidas a la base del bulbo.<br /></p><br /><br /><br /><p align="center"><span style="color:#ff0000;"><strong><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGjI00-HcB5LZlfZfoI-C7EZWhtjfi5lxQcvfutmbzHV8JsVJp2BMmbHx0zH9LglIj7oi1TZSzz59K8K-Hd1i5eXgSyan2esJaGffPzcrtb5RWKFfH9wPmqyZIjeEACkdrwfkQ/s1600-h/image027.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5052261706475651490" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGjI00-HcB5LZlfZfoI-C7EZWhtjfi5lxQcvfutmbzHV8JsVJp2BMmbHx0zH9LglIj7oi1TZSzz59K8K-Hd1i5eXgSyan2esJaGffPzcrtb5RWKFfH9wPmqyZIjeEACkdrwfkQ/s200/image027.jpg" border="0" /></a>Obispo Francisco Bartolomé Porro y Reinado (1739-1814)Obispo de Louisiana y las dos Floridas (1801-1803).</strong><br /></span></p><br /><br /><br /><p align="justify">A native of Gibraltar in the Diocese of Cadiz, Spain; ordained a priest [n.a.]; consecrated Bishop of Louisiana and the Two Floridas at Rome in 1801; faculties for Diocese granted but departure delayed because of rumored sale of Louisiana; transferred to the Diocese of Tarazona in Spain in 1803; died in Tarazona in 1814. </p>Unknownnoreply@blogger.com