Por Alfonso Hamburguer
La grabación de "El Compae Menejo" por parte de Calixto Ochoa, generó toda una disputa regional entre Sampuesanos y Chinuanos, municipios vecinos, pero de posiciones aceitosas e irreconciliables en Algunos asuntios. Calixto Ochoa dejó de ir a Sampués por mucho tiempo para evitar ser agredido, mientras que la pelea entre Chinuanos y Sampuesanos originó el apedreamiento de cuatro buses en la estación de Sampués.
Obra "Compae Menejo" del Maestro Wilfrido Ortega Rey.
En realidad el tema no deshonra a Sampués, pero el mensaje fue mal entendido.
En ese tiempo la carretera Troncal de Occidente atravesaba el pueblo por el centro. No había variante. Cuenta Joaquín Bettin que los que más molestaban a los sampuesanos eran los chinuanos, alimentando una vieja disputa regional. Los conductores de los buses de Chinú se parqueaban al frente de las tiendas del centro y preguntaban si habían calabacinos alumbradores, ante la rabieta de los tenderos. Uno de los conductores un día utilizó a un inocente niño, para que fuera a preguntar si habían calabacitos alumbradores.
- Niña, ¿ hay calabacitos alumbradores?, Preguntó el menor.-
- No hay , mijo, porque tu madre se llevó el último que había-, fue la respuesta.-
Esa vez la mujer de la tienda salió airosa y arremetió a piedra contra el bus del chofer de la broma. Un total de cuatro buses sufrieron el rigor de la ira, pues ya las burlas eran muchas , los ánimos se habían encendido y las bromas excedido.
"Yo creo que Calixto lo que le hizo fue un beneficio a Sampués, porque le dio publicidad positiva", dice Joaquin Bettin.
Ante la burla de los chinuanos, Joaquin Bettin tuvo que salir en defensa de su pueblo y compuso "Ollitas alumbradoras". En Chinú existía una fábrica de ollas y una variedad de objetos de barro, de las que se agarró el sampuesano para arreglar sus versos.
Los políticos habían ordenado colocar un reloj que cantaba la hora en la torre de la iglesia de Chinú. Nadie investigó cuánto costó el reloj, pero debió ser muy malo, porque a las 10 y 30 de la mañana, cada 24 horas, daba 84 campanadas,! estaba loco! Era lo que planteaba Joaquín en su argumento..
En su tema, Bettín decía que El Compae Menejo se quejaba de haber ido a Chinú a comprar una ollitas alumbradoras y no pudo "soguear" el burro porque todo el centro estaba cerrado con alambres.
En la misma canción le dice a Calixto Ochoa que necesita un calabacito alumbrador, pero para el corazón.
Calixto, por su puesto, contestó con otro tema, en donde le dice a Bettín (a la postre su suegro) que "no tiene pantalones" y en vez de Bettín lo trata de "Betún".
Desde entonces a Bettín empezaron a llamarlo como Betún, pero éste no se molestaba. "El betún Cherri es famoso y entrega brillo a las cosas como yo", era la respuesta de Betum, pues Bettin.
"Calixto me dice a mí
que no tengo pantalones
él si los tiene, pero no se los pone".
Fue otro de los versos.
Con el tiempo la polémica se diluyó como la propia piqueria de Enrique Díaz y Rúgero Suárez.