Por: ADOLFO PACHECO ANILLO
“El vallenato sabanero no existe ; existen la música sabanera y la música vallenata , con elementos y ritmos comunes pero distintos en su ejecución .
El país debe entender que no todo lo que se toca en acordeón es "vallenato" .
Que en la costa caribe colombiana coexisten dos escuelas de música en acordeón con sus propias características de estilo y ejecución : la vallenata y la sabanera" .
Edward Cortés Uparela
Desde tierna infancia tengo especial devoción por lo popular y lo folclórico : me apasiona un chiste campesino , una percusión y canto negroides , una melodía indígena , en fin , todo lo que sepa a pueblo .
De ahí que ame tanto a la cumbia , al porro , a la música llanera , chocoana , vallenata , sabanera , del Magdalena , la del río repleta de tambora , etc.
Por eso en el curso de mi vida me dediqué no solo a oírla sino a investigarla .
Noté en el medio donde me levanté , que esas músicas pertenecían a una categoría muy baja porque nuestro Estado ha sido históricamente clasista y todo en Colombia és por categoría . Mi sonoro aplauso a los que han tomado la bandera de darle importancia a lo suyo como ha pasado con los habitantes del Cesar y la Guajira con respecto al llamado vallenato , que encarna un gentilicio , unos ritmos , un estilo musical propio , un conjunto típico , una literatura sui géneris y pare de contar .
Con el investigador y defensor del vallenato Felix Carrillo , al cual me unen lazos de mucho afecto , sostuve en Villanueva hace dos años en casa de Israel y Rosendo Romero una charla muy positiva respecto a un escrito suyo referente a Carlos Vives cuando ganó el Grammy con el album “Déjame entrar”. Félix sostenía que el Grammy era para el vallenato , y yo le comenté , como luego lo hice en una revista del Caribe colombiano , que la música de ese álbum no era vallenata sino una fusión que Vives creó con el acordeón . Que si hubiera sido con los “Clásicos de la provincia” sí .
Lógico esa categoría no existía en los Grammy , sino como tropical , que és otra cosa . Félix entonces , sumando conceptos y con la dinámica que lo caracteriza , emprendió una labor encomiable a base de escritos y de firmas , una de las cuales fue la mía , para que el vallenato figurara en los Grammy , y lo logró .
Pero ojo con la entrega de los álbumes a las directivas del certamen .
Hoy por hoy las casas disqueras tildan comercialmente de vallenatos a todo el contenido de un álbum CD o video acompañadas con el acordeón : es más , ni siquiera asignan el nombre del ritmo .
Así por ejemplo se va a “colar” un Paseaíto como “Sí , sí , sí “ o una cumbia como “Periquito con arroz” o una fusión como las que hacen los conjuntos modernos , y estos claro está , no son reputados como vallenatos. Como bien se sabe , vallenato és : paseo , merengue , puya y son interpretados con un estilo especial .
De no hacerlo así , considero que en vez de estar culturizando se va a desorientar a la comunidad internacional , porque ésta va a considerar , como cree el común en Colombia , que todo lo que se toca en acordeón es vallenato.
“El vallenato sabanero no existe ; existen la música sabanera y la música vallenata , con elementos y ritmos comunes pero distintos en su ejecución .
El país debe entender que no todo lo que se toca en acordeón es "vallenato" .
Que en la costa caribe colombiana coexisten dos escuelas de música en acordeón con sus propias características de estilo y ejecución : la vallenata y la sabanera" .
Edward Cortés Uparela
Desde tierna infancia tengo especial devoción por lo popular y lo folclórico : me apasiona un chiste campesino , una percusión y canto negroides , una melodía indígena , en fin , todo lo que sepa a pueblo .De ahí que ame tanto a la cumbia , al porro , a la música llanera , chocoana , vallenata , sabanera , del Magdalena , la del río repleta de tambora , etc.
Por eso en el curso de mi vida me dediqué no solo a oírla sino a investigarla .
Noté en el medio donde me levanté , que esas músicas pertenecían a una categoría muy baja porque nuestro Estado ha sido históricamente clasista y todo en Colombia és por categoría . Mi sonoro aplauso a los que han tomado la bandera de darle importancia a lo suyo como ha pasado con los habitantes del Cesar y la Guajira con respecto al llamado vallenato , que encarna un gentilicio , unos ritmos , un estilo musical propio , un conjunto típico , una literatura sui géneris y pare de contar .
Con el investigador y defensor del vallenato Felix Carrillo , al cual me unen lazos de mucho afecto , sostuve en Villanueva hace dos años en casa de Israel y Rosendo Romero una charla muy positiva respecto a un escrito suyo referente a Carlos Vives cuando ganó el Grammy con el album “Déjame entrar”. Félix sostenía que el Grammy era para el vallenato , y yo le comenté , como luego lo hice en una revista del Caribe colombiano , que la música de ese álbum no era vallenata sino una fusión que Vives creó con el acordeón . Que si hubiera sido con los “Clásicos de la provincia” sí .
Lógico esa categoría no existía en los Grammy , sino como tropical , que és otra cosa . Félix entonces , sumando conceptos y con la dinámica que lo caracteriza , emprendió una labor encomiable a base de escritos y de firmas , una de las cuales fue la mía , para que el vallenato figurara en los Grammy , y lo logró .
Pero ojo con la entrega de los álbumes a las directivas del certamen .
Hoy por hoy las casas disqueras tildan comercialmente de vallenatos a todo el contenido de un álbum CD o video acompañadas con el acordeón : es más , ni siquiera asignan el nombre del ritmo .
Así por ejemplo se va a “colar” un Paseaíto como “Sí , sí , sí “ o una cumbia como “Periquito con arroz” o una fusión como las que hacen los conjuntos modernos , y estos claro está , no son reputados como vallenatos. Como bien se sabe , vallenato és : paseo , merengue , puya y son interpretados con un estilo especial .
De no hacerlo así , considero que en vez de estar culturizando se va a desorientar a la comunidad internacional , porque ésta va a considerar , como cree el común en Colombia , que todo lo que se toca en acordeón es vallenato.
