Por Manuel Medrano Barragán
Tomado de “EL MERIDIANO” , JUNIO 24 DE 2006
A la guaracha cubana la llamaron salsa en Nueva York y así se quedó para siempre, las generaciones de hoy poco saben de los orígenes de la guaracha, y antes por el contrario terminaron confundidos al encontrarse con que a todos los ritmos de origen caribeño, como el son, el waguancó, la bomba y la plena los introdujeron en la misma licuadora para mercadearlos como salsa. Y el mundo conoció la salsa con la creación de La Fania y en diversos escenarios de Europa, África y Japón estuvieron los músicos célebres, intérpretes y soneros de La Fania dirigidos por Jhonny Pacheco. Y hoy cuando es aburrido escuchar la radio en Nueva York por la programación saturada del reggaetón, los poquitos cantantes de salsa que quedan están fusionando el reggaetón con la salsa agonizante, que tendrá que volver a desdoblarse para recibir el nutriente de los campos y los pueblos caribeños donde nacieron los ritmos primigenios que fueron comercializados de manera absurda en la Gran Manzana.
En estas tierras nuestras también algunas veces se trata de confundir a los nativos y extraños con mentiras que se van transformando en verdades, por la irresponsabilidad de ciertos comentaristas y escritores que decidieron acoger un día cualquiera, una terminología acuñada en el departamento de Córdoba para llamar al porro, “a esa obra artística clásica, de arraigo popular y bucólico, de carácter generacional, representativo de toda una pasión patrimonial que signa la identidad pluriétnica y multicultural del legado más preciado de nuestros ancestros”, como dijo el profesor Vicente Periñán Petro en el auditorio de la Biblioteca Pompeyo Molino de la Universidad de Sucre en reciente distinción que se le hizo a la Banda Juvenil de Chochó por parte de un grupo de docentes.
Pocos recuerdan a partir de cuándo empezaron a llamarle al porro, palitiao y tapao y sin embargo esta modalidad se fue imponiendo y hoy en día en los festivales, especialmente en el más grande de ellos, el Festival de San Pelayo, cada año se profana la tradición cuando se anuncian las interpretaciones, de las diferentes melodías terrígenas que son interpretadas, con las modalidades de palitiao y tapao. Quienes llegan de fuera de inmediato se ponen a indagar qué significa esa diferencia y se encuentran con una explicación tediosa y ridícula simplemente porque alguien tuvo la ocurrencia de cambiar aquello de porro sinuano, porro pelayero, porro sabanero o porro bajero, por los términos palitiao y tapao.
Carmen de Bolívar y Arturo García, del maestro Lucho Bermúdez simplemente son porros y las orquestas pueden interpretar con la misma facilidad o complicación cualquiera melodía, sin tener en cuenta la enredada definición que se inventaron para clasificar a nuestro porro. Ni siquiera se dignan consultar a verdaderas autoridades como el maestro Francisco Zumaqué, quien descalifica de inmediato esa terminología que definitivamente hay que desmontar, o no escuchan al maestro Miguel Emiro Naranjo, director de la Banda 19 de Marzo de Laguneta, quien siente que se le revientan los oídos cuando en las tarimas de los festivales, los que posan de doctos hablan de porro tapao y porro palitiao.
“El ejecutante o bombero se limita a hacer el palitiao en una tablita anexa al bombo”. Ya es hora que desmonten muchas conferencias y rehagan otras para continuar con la pedagogía de lo nuestro en las escuelas y colegios, y lograr que los jóvenes palpen su riqueza para fortalecernos y no dejarnos arrollar de los vientos huracanados que soplan en esta era globalizante. Es evidente que resulta más sonoro y más entendible y explicable retomar lo de porro pelayero, porro sinuano, porro sabanero, que insistir con la terminología que se inventaron tres abogados en Montería. Uno de ellos fue el siempre admirado y respetado Guillermo Valencia Salgado, el 'Compae Goyo'. Estamos seguros que desde el cielo se alegrará y festejará con una rueda de fandango angelical el retomar de nuestra propia senda cantando y disfrutando en los festivales y en las corralejas con los porros pelayeros, sinuanos, sabaneros y bajeros, porque ya basta de palitiao y tapao.